La opera prima de Silvina Schnicer y Ulises Porra Guardiola que tiene como protagonista a Marilú Marini. Una isla del Tigre y una casa que tiene el esplendor del pasado todavía adherido a una bella construcción en franca decadencia. Resultado del sueño de un grupo de la sociedad que quería transformar la zona en una “Venecia argentina. Ahora, por tener una posesión que no esta en regla, la matriarca de la familia llega por consejos familiares, para ocupar la propiedad e impedir la llegada de intrusos o el temido desalojo. Mujeres de distintas edades, adolescentes curiosas, de mediana edad, historias de chicos rebeldes, venganzas infantiles, una enfermedad, un final anunciado con fiesta y descargo. Un clima de constante tensión donde el paisaje cobra un protagonismo amenazador, con historias secretas, miedos y violencias reprimidas. Y por sobre todo un deseo que ronda a los protagonistas con su carga de frustración. Bien filmada con un guión de los mismos realizadores que se rebelan como talentosos.
Sin dudas dedicada a los fanáticos de estos personajes, en su mayoría nenitas que adoran a estas ponies femeninas y aventureras, con sus coloridos característicos y la montaña de merchandising que se consume en todo el mundo. Pensadas para la tele, creadas con ese fin, ahora tienen en esta película una buena dosis de aventura. Es que el reino de Equestria esta en peligro y las pequeñas pony deciden salir a la aventura, combatir a sus enemigos y por sobre todas las cosas ser funcionales a la moraleja sobre el valor de la amistad por sobre todas las cosas. Con buenas canciones y despliegue de “moda” y colores brillantes, mas la coquetería de cada protagonista, es un producto pensado para las nenas mas chiquitas, consumidoras del fenómeno.
En esta producción escrita y dirigida por Sheldon Wilson se unen varios géneros del terror pero sin originalidad. Es que esta película se la pasa prometiendo horrores desde el principio: Una casa donde toda una familia desapareció sin dejar rastros, solo queda el cuerpo de un cura y un auto, donde se ve un crucifijo que se da vuelta. Luego pandilla de malos que le hacen bullying a una chica lesbiana y atemorizada para que saque de la casa la droga que escondieron. Mamá joven, con su niño que no habla después de un trauma, que ocupa la casa deshabitada por muchos años. A partir de ahí se combinan y se agitan en un coctel que no tiene originalidad films de casas embrujadas con posesión demoníaca y un toque de sexto sentido. ¿Cuántas veces vimos en una película del género que un pelotita llega desde una puerta abierta hacia el horrorizado protagonista…? .No hace falta que haga la cuenta, es imposible. ¿Y gente arrastrada por una fuerza incontrolable e invisible…? Tampoco hace falta hacer números. Y mucho menos calcular cuantas veces hicieron recaer las sospechas sobre un pequeño con cara de nada. Terror hay claro, que degustaran los adictos al genero que transforman estas películas en buenos negocios. Sustitutos moderados y pocos mas.
Es un homenaje al cine italiano y el subgénero de terror llamado “giallo” (amarillo, porque las novelas de los años 30 de asesinatos tenían una cubierta de ese color) Aquellas películas que triunfaban en el mundo es especial las de Darío Argento, junto a Mario Bava y Lucio Fulci. Toda la película esta ambientada en aquellos años setenta con primoroso cuidado de la reconstrucción de época, como un homenaje a aquellos films de tanto éxito comercial que derivaban del thriller y del cine del terror, con sus característicos planos, la sangre, los ojos de las víctimas aterrorizadas y un suspenso sostenido con alguna trampita que terminaba mas o menos redondo en el argumento. Aquí es el drama de un recitador, poeta y dramaturgo, y un misterioso ataque en su casa que lo deja postrado en una silla de ruedas, y con su hija desaparecida. Quince años después una serie de crímenes conducen la investigación a este caso particular. El director Luciano Onetti, con libro que el escribió con su hermano Nicolás, revive como se hacia ese cine en ese tiempo, con sus efectos, sugestiones, planos y suspenso. En este caso todo cierra y tiene hasta un velado homenaje a una famosa película de Alfred Hichtcock. Entretenida, muy bien realizada, para recordar, homenajear y saber como después evolucionaron las cosas de un cine precursor.
Lucrecia Martel ha logrado lo que para muchos era un imposible, filmar una novela inasible, como dice Antonio Di Benedetto dedicada “las victimas de la espera” Pero una espera sin expectativas, y sin esperanza. Y lo que nuestra realizadora pudo concretar es traducir ese clima de alguien definido por el autor como “que nació anciano y no podía morir, su soledad era atroz” en imágenes cautivadoras. Con múltiples recursos utilizados con talento e inteligencia como efectos de sonido especialmente diseñados, con la decisión de usar voces de otros determinando lo que ocurre o ocurrirá con la cara sufriente de Zama en pantalla. O con personas que hablan de su destino o lo advierten y él se percata a destiempo. Con la desazón infinita de asistir a sus fracasos. El espectador “siente”, se sumerge en la cabeza del personaje. Zama es un burócrata del Virreinato del Río de la Plata que a pedido su traslado para poder reunirse con su mujer que lo mantiene porque las partidas para pagar sus honorarios se retrasan y lo condenan a la espera de noticias que no llegan, a la indigencia, al amor no correspondido, a guardar las formas cuando sus deseos son otros, a no percibir en definitiva que el mundo que lo rodea es incomprensible para él, en un Virreinato del Río de la Plata que pronto tendrá fin, en un mundo que cambiará, pero él no asistirá a lo que vendrá. Su condena es la espera pero también la sumisión a ella, temeroso de echar a perder ese cambio que espera que lo obliga a la humillación permanente del presente. Es un hombre que desciende cada vez hasta sentir que su ser se disuelve, que “ve” personajes borrosos, que confunde realidad con visiones mágicas. Y que hacia el final de su vida, cuando las promesas incumplidas ya son intolerables, corre hacia una aventura militar que le permite a Martel mostrar imágenes impresionantes de batallas que parecen pinturas de Cándido López, con personajes fantásticos, quimeras de piedras preciosas y un villano que encuentra el perfecto escondite. Un film de climas y tensiones, que no resultara fácil para un público que gusta de situaciones digeridas y sin conflicto. Disfrutable desde las actuaciones de Daniel Gimenez Cacho, Lola Dueñas, Juan Minujin, Rafael Spregelburd, Iván Moschner, Daniel Veronese, Vando Villamil y muchos otros. Fascinante desde los climas logrados, la ensoñación y el sufrimiento que se hacen palpables para el espectador. Y también una mirada de revalorización de las culturas que no se doblegaron ante el poder invasor, en el sueño de una aceptación que aún repele. Un film para disfrutar con la cabeza abierta, el corazón receptivo.
¿ Hasta que punto un ser egoísta, que vampiriza siempre a sus afectos o ante cualquier prójimo, que sucumbe ante al halago hasta límites insospechados, que adora ser adorado pero es incapaz de ningún sentimiento, que necesita siempre que lo amen sin límites, que lo admiren casi o mejor dicho como a un dios no se transforma en un monstruo que asusta mucho mas que cualquier invención apestosa del imaginario popular? Escrita y dirigida por Darren Aronofsky (el mismo de “El cisne negro” y “Réquiem para un sueño”) partió de esa premisa para esta producción que recurre a lo fantástico, a lo desmesurado y operístico para dar la verdadera dimensión de un ser ególatra al extremo. Todo comienza en una casa idílica, ubicado en un entorno verde, muy de revista de decoración. Allí vive un escritor y su joven esposa. Esa casa se incendió en el pasado y ella la reconstruyó pieza por pieza hasta dejarla impecable, aunque algunas inquietudes y crujidos dan cuenta de que algo anda mal. En ese paraíso llega un matrimonio extraño que el protagonista invita a vivir en el lugar. Y poco a poco todo naturalismo se pierde y se llega a situaciones sangrientas e invasivas. Un pequeño remanso y el pandemónium otra vez. Dos horas y un despliegue técnico, delirante, violento, religioso y por sobre todo muy barroco para demostrar que monstruos puede genera un humano, sin ser ni hombre lobo, ni vampiro, ni de otra galaxia o el resultado de una explosión atómica. No hace falta más que enorme y puro egoísmo, incapacidad de amar. Da miedo y desconcierta, es revulsiva pero no deja de ser una original manera de ilustrar lo que ocurre con la mente humana.
El regreso de Steven Sodebergh en su mejor forma. Con una divertidísima comedia que pone el acento en volcar el lado de la balanza de la fortuna para los pobres, olvidados y en este caso dos hermanos con problemas físicos, uno es rengo y el otro manco. Despreciados y dejados de lado, planear un golpe maestro, una idea genial, hará que puedan hacerse con un botín considerable, que la empresa robada ni siquiera se vea perjudicada por su propia avaricia y ellos ejercer la solidaridad con los despojados de su clase. El director es un verdadero especialista en contar historias, en sacarles el jugo delirante pero no se olvida de la sensibilidad para con sus criaturas y su mirada nunca deja de ser irónica y certera con lo que ocurrió con la sociedad norteamericana después de las crisis financieras. Desde la banda sonora hasta la elección de los actores todo es un acierto. Además de la muy buena química que logra Channing Tatum con Adam Driver y Riley Keough sus hermanos de ficción es un verdadero hallazgo Daniel Craig en el papel de Joe Bang, un experto al que tienen que sacar de la cárcel para que participe del robo. Y ni hablar de las apariciones de Seth Macfarlane, Katie Homes y Hilary Swank, como todo el resto del elenco. Con un guión que funciona perfecto escrito por Rebecca Blunt. En suma una divertidísima comedia con mucha acción para pasarla muy bien y ver brillar la inteligencia del trasfondo de lo cómico y delirante en una sociedad que fue duramente castigada.
Esta tercera entrega de las películas creadas a partir de los juguetes Lego nos narra las desventuras que sufre la ciudad de Ninjago, asediada cada día por los ataques del hombre mas malvado del mundo: el temible Garmadon. Afortunadamente para sus habitantes, una y otra vez “Ninja Verde” y sus amigos estarán ahí para impedir que los planes del villano logren la destrucción total de la pequeña comarca. Desde el comienzo, las aventuras se sucederán entre escenas de la más pura acción en línea con películas como “Transformers” o “Godzilla”, que disfrutarán los más pequeños, a momentos del humor más irreverente, para satisfacción de los mayores. Lloyd es un muchacho de 16 años que vive con su madre desde que, siendo aún bebé, su padre Garmadón los abandonó para continuar por el derrotero del mal. Injustamente, el adolescente es victima de bullying por parte de la escuela y de la comunidad toda debido a las maldades de su padre. Sin que nadie lo sepa, en él se oculta la identidad secreta de “Ninja Verde”, quien junto a “Ninja de la Tierra”, “Ninja del Agua”, “Ninja del Rayo”, “Ninja del Fuego”, y “Ninja del Hielo”, ha sido entrenado por su tío (el maestro Ninja Wu), en las destrezas de las artes marciales. Así, cada uno de ellos posee un poder especial que le confiere una habilidad específica junto a una identidad particular. La cinta discurre de lo urbano a lo selvático, de la euforia a la calma. En este camino, los diferentes personajes irán ganando en maduración y aprendizaje.”Lego Ninjago”, finalmente, logra entretener a niños y adultos por igual. Si bien en ocasiones resulta forzada la voluntad de ser “graciosa” en todo momento, no por eso deja de ser efectiva. (M.S.)
Una ficción atravesada por la idea de la guionista y directora Karina Zunino que desea despertar en el espectador rituales de despedida y comprensión distintos y personales. Eligió un funeral como punto de encuentro de tres amigas que vivieron y viven en Barcelona y que ante la despedida de Pep se permiten descorrer velos de dolor, de verdades ocultas, de confesiones guardadas prolijamente. Una de ellas, construida su personalidad con los estudios que realizó Zunino sobre lo que ella llama “realidades menos racionales” como budismo, chamanismo, técnicas de energía y sanación. Es el personaje de Florencia Raggi que le aporta convicción y verdad a una mujer que ejerce esos conocimientos sobre sus amigas para ayudarlas, a la par que su vida muestra secretos de un marido impaciente y un enamorado desencantado. Una mixtura donde el argumento apela a situaciones convencionales de duelo y una puerta a conocimientos que ejercen su fascinación.
Si bien en el guión de la película, una muy buena adaptación de la novela mas famosa de Stephen King, solo llevada a imágenes en una miniserie de la tele, el director, el argentino del momento Andy Muschetti no figura, están sin dudas sus apreciaciones y enfoques, sobre una novela que lo aterrorizo y él transformó en un film record en EE.UU. Estamos hablando de un film de terror, pero también de un grupo de preadolescentes que forman “el club de los perdedores” y que sufren en carne propia no solo el mas despiadado bullying sino situaciones familiares y sociales de humillación, violencia, abuso y la mas terrible soledad. El que ha perdido a un hermanito-en una secuencia inicial igual al comienzo de la novela, que pone los pelos de punta, y tartamudea. El judío, el hipocondríaco, la chica de mala fama, el negro. Toda una infancia lastimada por un mundo adulto violento y castrador. Y esos niños se enfrentan a una entidad que emerge cada 27 años con la comprensión terrible y liberadora: los monstruos que temen son y hacen lo que los adultos le dijeron que son y hacen para tenerles pavor. Y que ese miedo los alimenta. Un acierto sin dudas mostrar lo mas terrorífico de las criaturas fantásticas, armadas según los terrores infantiles con los que cargamos y la posibilidad de tener la llave de la victoria en la solidaridad y el valor. No por nada una de las escenas más violentas la representa el padre abusador de la pequeña heroína. Con efectos de sonido perfectos y extraños, y un clima de tensión casi permanente, con un payaso, un Pennywise de aires antiguos y modernos al mismo tiempo, grandes efectos especiales, mucha aventura y una casa de los horrores, la película cumple con creces las expectativas creadas. Para los amantes del género un lujo. Para los que no lo frecuenta, el mejor comienzo. Stephen King le dio su bendición. Tiene destino de éxito y la espera impaciente de la segunda parte que se anuncia al final.