Es un conmovedor y revelador documental sobre una mujer tan talentosa como sufrida, dueña de una manera de cantar el género de rancheras absolutamente único, con una vida digna de una novela. Realizado por Catherine Gound y Daresha Kyu, con producción de México, España y EEUU. Y en este material que toma como base un largo reportaje realizado a Chavela Vargas en l991, se enlaza con la letra de sus canciones, sus confesiones y las de amantes, productores, autores, hijos de autores, Almodovar, Martirio, Miguel Bosé y muchos más testimonios. Todos valientes, sinceros, de quienes la amaron, respetaron, ayudaron y sufrieron a la gran cantante. Su niñez despreciada por sus padres por su aspecto hombruno, la valentía de amar a quien quisiera, la discriminación, el reconocimiento, la autodestrucción, la rehabilitación de su adicción al alcohol. Toda su historia y sus canciones. Para ver con la emoción y la sensibilidad a flor de piel.
Un documental amoroso sobre uno de los conjuntos folklóricos más queridos y respetados recordados por su único sobreviviente: Vitillo Abalos. El resultado es un registro de una experiencia musical que llevó a este hombre a asociarse con su sobrino Juan Gigena Abalos, primera guitarra de “Ciro y los persas” para revalorizar el legado del grupo y a la vez inspirar a las nuevas generaciones. El resultado fue la grabación de un álbum doble, El Disco de Oro, del que participaron Juanjo Domínguez, Jaime Torres, Liliana Herrero, Peteco Carabajal, Facundo Saravia. Premio Gardel 2017. Pero además en este trabajo realizado por Josefina Zavalía Abalos y Pablo Noe, están los testimonios y admiraciones de Ciro, Spinetta, Roger Waters, la Bomba de Tiempo. Pero por sobre todo el humor, la vitalidad única, los recuerdos de un Vitillo incansable, talentoso, que asegura que cuando esta en el escenario “ve” por unos segundos a sus hermanos y eso hace que valga la pena seguir.
Realizado por Agustín Argento (autor del guión y productor) con Facundo Carmelo y Juan Manuel Muñiz Oribe. Se trata de un trabajo de reconstrucción de lo que muchos consideran el “eslabón perdido” del rock argentino. Un disco que en l972 grabó Miguel Abuela, en Paris, en una época de libertad, post mayo francés, con un grupo de argentinos y un chileno, que nunca se editó en nuestro país y es considerado un trabajo de culto. Anterior a la creación de “Los abuelos de la nada” Con valiosos testimonios, datos e imágenes inéditas, y la reconstrucción de videoclips de aires psicodélicos realizados 44 años después. Un tesoro.
La frase publicitaria elegida por los productores no puede ser más eficaz: “Vinieron a robarnos el país, les robamos el futbol” que alude a las invasiones inglesas y al juego que el general invasor propuso para entretenernos hasta que le llegaran los refuerzos. Esa premisa, remontada a 1806, en un estreno en vísperas del Mundial de Futbol, con un elenco variado y sorprendente es de por si un hallazgo. Para Néstor Montalbano es también uno de sus films más logrados y redondos. Esa referencia histórica y las “explicaciones” desde el nacimiento de la rivalidad River-Boca, Inglaterra-Argentina, los colores de las camisetas, la mano de Dios incluida, es creativa, divertida, por momentos regocijante. En el guión del director y Guillermo Hough se combinan con eficacia, los datos históricos, los gags, un argumento de amores, madres dominantes, búsqueda de poder, la creatividad y la mirada irónica con resonancia en nuestro presente de nuestro pasado. Pero no se trata solo de enlazar un chiste detrás de otro, de sorprender con caras inesperadas que las hay sin dudas, los aciertos tienen, dentro del delirio no solo la inteligencia de los ingredientes sino un espacio para la emoción verdadera que se cuela, como quien no quiere la cosa, entre el humor y el delirio. Contribuyen con ganas desde el actor fetiche de Montalbano, el inefable Diego Capusotto en un rol secundario, sino el trabajo de todo un elenco. Destaca Mike Amigorena, con una composición acertada, entre la oscuridad, lo vulnerable y lo sagaz. Gonzalo Heredia como el primer empresario chanta del futbol. La pasión de Luciano Cáceres. Y siguen los nombres. Una cita con el humor y la pasión futbolera.
Para el rubro de un cine dedicado a los adolescentes, que aman los amores imposibles, las parejas divinas, las promesas de eternidad, los teleteatros almibarados. En este caso es la relación que nace entre una chica con una difícil enfermedad y el adolescente de sus sueños que cae rendido de amor por ella. La protagonista, una rubia bien elegida Bella Thorne, padece un mal genético incurable, Xenoderma Pegmentosum, que se caracteriza por una sensibilidad extrema a los rayos ultravioletas. Por esa razón vive aislada en su casa durante el día y se permite salidas al anochecer. Así, con su guitarra a cuestas y su linda voz conquista al galán de sus sueños. A partir de ahí, ella no le cuenta sus problemas, y transitan todos los lugares comunes de las comedias románicas, para el inicio de la relación con una situación de riesgo. Y cuando todo empeora el estará a su lado, como en un bolero, el incondicional. Si la cantante y actriz elegida da justo para los fines, el galán, Patrick Schwarzenegger, el hijo de Arnold y María Shriver, es perfecto para hacer suspirar a las chicas que seguro no se perderán este filme hecho a medida de su público: Una factura técnica impecable, imágenes de los íconos publicitarios y una cantidad de “dulzura” no apta para diabéticos.
Es una película de Fabrice Eboué que también escribió el guión donde un desesperado productor discográfico, con problemas familiares, presionado por encontrar un éxito en poco tiempo y que llene el teatro Olympia. La salvación le llega con la idea de reunir en un mismo conjunto musical a un rabino, un cura y un imán y “fabricarles” un mensaje de paz y coexistencia que el mundo esta lejos de experimentar, pero que tiene muchos adeptos que le dan la repercusión que necesita. Lo demás son discusiones sin fin, personajes falsos, un toque de sexo desenfrenado, otro poco de amor imposible, una pizca de drogas sin rock and roll. La comedia tiene sus momentos de aciertos con las discusiones ideológicas, y sus muchos lugares comunes con los enredos previsibles de cuartos equivocados, crisis, corridas, y no mucho más. Con despliegue de producción, buenos actores, música pegadiza es un entretenimiento amable.
Es la cuota de terror de la semana, para un público fanático de las emociones fuertes, con torturas, violaciones, manoseos y terror. Y si esto fuera poco, lo que hace el director y guionista Pascal Laugier, es una original vuelta de tuerca, que le permite una doble apuesta. A una casa convenientemente poblada muñecas de todos los tamaños y fealdades, con mucho empapelado florido y lúgubres ambientes, llega una madre con sus dos hijas. Heredaron la propiedad de una tía y creen que allí encontraran la paz. Invadida por personajes siniestros, uno super-obeso y super-cruel, dirigido por otro con aspecto de “bruja andrógina”, ellas padecerán lo indecible. Pero para la chica con condiciones de escritura eso parece ser el comienzo de una novela exitosa, hasta que recibe el llamado de su hermana, que sigue en la casa, ella acude y el horror vuelve a comenzar. Por eso hablamos de plato no apto para estómagos débiles.
Un film sorprendente que aborda un tema de la crónica policial, la desaparición de una joven mujer, en un pueblo pequeño, ferroviario, que tiene desde el comienzo un clima de amenaza, suspenso y misterio, que luego se corre del género. Ese comienzo con un auto incendiado a orillas del río la desesperación de una madre y su familia, porque es el auto de una hija que no regreso a casa, avanza en una dirección que impacta en el espectador y aunque las directoras tienen otros objetivos, ese clima permanece tiñéndolo todo. Sofía Brockenshire y Verena Kurl, una canadiense y la otra alemana, formadas en la FUC, avanzan en los sentimientos de la hermana de la joven desaparecida, la madre permanece sobrepasada, que busca desesperadamente y se estrella contra la indiferencia o el miedo de su entorno. Pero lo que se palpa, lo que se materializa, es la inmensidad de la ausencia, la dimensión del desamparo, el dolor del abandono, las sospechas mas terribles que quedaran flotando en una impunidad sin remedio. Gran trabajo de Sofía Palomino, con la intensidad perfecta. Secundada por el trabajo de Eugenia Alonso. Las dos mujeres eje de esta historia de mujeres solas, rodeadas por el dolor.
La historia de un policía con un mundo privado sencillo y estructurado que se resquebraja cuando advierte que la corrupción lo rodea y su mundo de valores no tiene asidero en una sociedad donde ser “honesto” no encaja. Las intenciones del guión firmado por Gabriel y Pablo Medina, en esta opera prima de Eduardo Meneghelli son buenas. Pero desde la elección del protagonista al desarrollo de la historia no logra salir de un esquemático enunciado de ideas sin desarrollar una trama que justifique la violencia por mano propia, ni la construcción de climas que requiere el género. Los actores secundarios Carlos Portaluppi, Arnaldo André, Nazareno Casero son siempre efectivos aunque sus personajes no tienen un crecimiento que les permita mayor lucimiento.
Es un documental que pone foco en los recién nacidos apropiados todos los días. Y que demuestra como nuestra sociedad y otras en el mundo tienen naturalizada la venta o toma de un niño, con supuestos fines benéficos, con el convencimiento de obrar por el bien. Antes, durante y después del proceso militar y la violencia de estado, esta práctica estaba enraizada en la sociedad. En general las madres eran mujeres muy jóvenes, vulnerables, a quienes muchas veces les daban una explicación sumaria. Contribuían, según los testimonios, desde sociedades de beneficencia apadrinadas por la iglesia, a mafias que actuaban en los hospitales. El trabajo de investigación minucioso realizado durante cuatro años por el director Misael Bustos, da como resultado, mostrar esta conmovedoras cuatro historias. La de una madre a quien le robaron su hijo mellizo, buscado ahora por ella y el hermano. La de una mujer que busca a su madre por todas las pistas posibles. La joven que encuentra a la partera que la vendió y la lleva a juicio y una activista independiente. Sin cifras oficiales se considera que en nuestro país, algunos sostienen que tres millones de personas, otros que son miles, buscan su verdadera identidad. Un trabajo con resultados conmovedores, poco conocidos, con una realidad dolorosa para muchos adultos que descubren su verdadero origen.