Ambiciones de un presidente falso La película tiene todo lo que el espectador aficionado al género debe tener, acción, mucha violencia, efectos especiales, secuencias espectaculares con suspenso, escenas con entrenados dobles de riesgo y grupos de artes marciales, que luchan en posiciones imposibles hasta morir. Al parecer, el término Joe, apodo que se daba a los soldados durante la Segunda Guerra Mundial, se popularizó y precisamente los "Joe" del título de la película, son integrantes de una unidad militar de élite y han dado origen a una serie de filmes, juguetes y videojuegos, de los que son protagonistas. En esta segunda película de la serie, los Joe, habitualmente gubernamentales, solidarios y de excelente entrenamiento son boicoteados nada menos que por el presidente de los Estados Unidos, que resulta ser un farsante que toma su rostro para un engaño general que busca la "desnuclearización" de los principales países. Los Joe, ayudados por el general Joe Colton (Bruce Willis), son perseguidos por los Cobra, con personajes como Zartan (Arnold Vosloo), Storm Shadow (Byung-hun Lee) y Firefly (Ray Stevenson) a la cabeza. El objetivo, por supuesto, es el dominio del mundo y toda la violencia y astucia de los grupos se enfrentan para conseguir lo que desean. MARCO IMPRESIONANTE La película tiene todo lo que el espectador aficionado al género debe tener, acción, mucha violencia, efectos especiales, secuencias espectaculares con suspenso, escenas con entrenados dobles de riesgo, que se cuelgan de las alturas del Kilimanjaro y grupos de artes marciales, que luchan en posiciones imposibles hasta morir. A esto se suma la presencia del actor de moda Channing Tatum como Duke, o veteranos imposibles de sustituir, como Bruce Willis, personificando al general Joe Colton, con su cuota de humor aludiendo a la edad y al colesterol alto o Dwayne Johnson, en el personaje del imbatible Roadblock, sin olvidar al coreano Byung-hun Lee, que hace de Stormshadow. También se celebran actores tan dúctiles como el veterano Jonathan Pryce, que construye al villano, sosías del presidente con la misma soltura que una vez encarnó al escritor Lytton Strachey en la recordada "Carrington". Una excelente fotografía colabora con este filme que contiene mucha acción y entretenimiento.
Entre la estupidez y la risa Esta película es realmente bastante curiosa, porque reúne una serie de sketchs dirigidos y guionados por distintas personas y con actores, en su mayoría, muy reconocidos por el público. Esta película es realmente bastante curiosa, porque reúne una serie de sketchs dirigidos y guionados por distintas personas y con actores, en su mayoría, muy reconocidos por el público. Lo que es difícil de explicar es cómo tan importantes actores (Naomi Watts, Kate Winslet, o Richard Gere, entre muchos otros) pudieron intervenir en tan lamentables secuencias de mal humor, escatología y tontería. Porque lo poco rescatable que tiene este filme se muestra con cuentagotas. La primera secuencia por lo corta, bien actuada y original, basada en un detalle aparentemente increíble, pero posible, es una de las mejores de la serie. El sketch se titula "El buen partido" y alude a algo así como que la Naturaleza se equivocó y cuando la protagonista acepta la invitación a cenar con un "hombre 10", cae en la cuenta que el muchacho es maravilloso, atento, sociable, pero tiene ubicado parte de sus órganos genitales en el cuello. Los protagonistas de este tramo son Hugh Jackman y Kate Winslet, quienes se manejan con gran altura frente a esta circunstancia que les tocó actuar y lo que pudo ser de mal gusto, se convierte en una curiosidad graciosa y con un final imprevisto. EL HUMOR NEGRO No ocurre lo mismo con el resto de los pequeños relatos y sólo se salvan algunos como "Babe", en el que una máquina, una suerte de reproductor de música de alta fidelidad, que también tiene la función de poder utilizarse para mutilar distintas partes del cuerpo, exhibe un buena dosis de humor negro y es protagonizado por Richard Gere. Otras dos historias a destacar son: "Veronica/CVS", sobre un romance que tiene lugar en un supermercado y dirigió Griffin Dunne, con Emma Stone y Kieran Culkin, la que resulta algo delirante y con un bien aceitado humor negro y "Cita de adolescentes", sobre un chico tomado como cobayo por su familia, que dirigió Elizabeth Banks. También puede mencionarse "Educado en casa", en el que una madre (Naomi Watts) decide educar ella misma a su hijo. Los sketchs restantes oscilan entre la pavada, el mal gusto, la apología al racismo en tono de broma, el sexo y la utilización de la mujer como objeto.
Como luchar con un bicéfalo El filme atraerá a chicos a partir de los nueve años. Las caras horribles de los gigantes y sus corpachones enormes pueden asustar a los más chicos, aunque ya están bastante acostumbrados a las aventuras cinematográficas negras y violentas. La historia es un ensamblado de narraciones medievales de la época de Enrique VIII, pero también tiene elementos de "Las habichuelas mágicas" del escritor danés Hans Christian Andersen. Jack (Nicholas Hoult), un joven granjero salva a una joven de un mal momento en una feria del pueblo. Luego, enterado que se trata de la princesa del reino, la reencuentra y con ella emprenderá una serie de aventuras por unas misteriosas habichuelas (semillas) mágicas que recibiera en una venta de pueblo. Las semillas hacen crecer hasta el cielo sus raíces y despierta nuevamente la dinastía de los Gigantes, que han decidido vengarse de los humanos. Todo se mezcla y la princesa Isabelle (Eleanor Tomlinson), valiente y aventurera, irá con el joven granjero a luchar contra los monstruos, decididos a gobernar la Tierra. Por ahí transita el general Fallon (Bill Nighy), el impresionante bicéfalo y una serie de carotas verdaderamente estremecedoras, logrados monstruos realizados con un maquillaje de intenso impacto visual. UN ROMANCE Algunas aventuras, el surgimiento de un romance entre los adolescentes, el antagonismo entre los muy malos de la película y los muy buenos, dan vida a una muy sencilla historia que no tiene demasiado atractivo, salvo las peleas entre gigantes y no gigantes, los efectos especiales, el maquillaje de estos enormes señores, que logran dar horror a su caras enormes y la acción constante. La película incluye una buena dosis de violencia, con algunos toques ingeniosos, ciertas reiteraciones en la trama y un excelente reparto: Jack (Nicholas Hoult), el cazagigantes entretiene con su juvenil pareja protagónica y destacables actores secundarios como Stanley Tucci, en el papel de Roderick; Ian McShane como el rey Brahmwell; Bill Nighy como el bicéfalo y Ewan Mc Gregor en el personaje del caballero Elmont. Elena Tomlinson es encantadora como la princesa Isabelle y hay química con su joven pareja, el bueno de Jack (Nicholas Hoult). Quizás no haya demasiados peligros para sortear, o aventuras que vivir, pero el filme atraerá a chicos a partir de los nueve años. Las caras horribles de los gigantes y sus corpachones enormes pueden asustar a los más chicos, aunque ya están bastante acostumbrados a las aventuras cinematográficas negras y violentas.
Notable "thriller" psicológico Más allá de ciertas complejidades de la trama, que producen algún desasosiego, la música acompaña las acciones con buen ritmo y un tufillo hitchcockiano enrarece gratamente el ambiente. Nadie podía imaginar que una pareja tan atractiva como la formada por Emily (Rooney Mara) y Martin (Channing Tatum) tenía problemas. El es un prestigioso ejecutivo; ella, la esposa ideal de un hombre exitoso. Tampoco él podía pensar que determinadas informaciones empresarias se convertirían en más que una amenaza para la compañía con la que competían y que la cárcel sería el natural refugio de su audacia. Así, lo perfecto se deteriora y la mente afectada de la pobre Emily, con el paso del tiempo, necesita la asistencia de un psiquiatra como el médico Jonathan Banks (Jude Law), otro exitoso profesional, que le receta paraísos en forma de pastilla, publicitados como Ablixa. Un entorno de laboratorios farmacéuticos dadivosos, sus lujosas reuniones para sus médicos obsecuentes que sólo piensan en recetar lo que les indican las empresas, crean una telaraña alrededor de pacientes, médicos y enfermedades. Pero los medicamentos no sólo matan, pueden, al potenciar la depresión, ayudar a la destrucción, por eso Emily está caminando sobre la cuerda floja. RECURSOS NARRATIVOS Steven Sodenbergh ("Traffic") con su habitual elegancia de estilo, genera un "thriller" bastante impactante, con recursos genuinos en los primeros momentos, que tiende, en la segunda parte, a enrarecerse, desbordar lo hasta el momento creíble y verosímil y entrar en una complejo entramado que se disfruta, sin creerlo demasiado. Hasta los mismos personajes, de aparentemente clara psicología inicial, asumen conductas predecibles y cercanas a los lugares comunes, que no se pensaban encontrar en el clásico policial del comienzo. En cuanto al ámbito de denuncia de laboratorios de la primera parte, se esfuma en la segunda donde apunta a objetivos menos comprometidos. A pesar de algunos oscurecimientos temáticos, el dominio narrativo del director y excelentes actores como la sugestiva Rooney Mara (Emily); el versátil Jude Law (Jonathan Banks) y la contundente Catherine Zeta-Jones, en el papel de Victoria Siebert, la médica cínica, sacan adelante la historia. Más allá de ciertas complejidades de la trama, que producen algún desasosiego, la música acompaña las acciones con buen ritmo y un tufillo hitchcockiano enrarece gratamente el ambiente.
Una pareja ganada por el hastío Filme formalmente correcto, con dos actores como Cecilia Roth (Molly) y Dario Grandinetti (Esteban), que se refugian en papeles difíciles, quizás demasiado interiores como para ser exteriorizados, mientras se pasean por nuestra ciudad, acompañados por un fondo musical a media voz. El filme plantea una relación sentimental que parece estar agotada. Pasaron veinte años desde que Molly (Cecilia Roth), compositora y Esteban (Darío Grandinetti), publicista, se conocieron. Se amaron. Tuvieron una hija, ahora adulta, que vive en Viena. Pero todo parece haberse terminado. Aunque ellos intentan fingir ante los demás que sus vidas no se han modificado. La cámara de Carlos Jaureguialzo sigue a ambos protagonistas, a lo largo de un día, por las calles de Buenos Aires y los acompaña con un relato en off que exhibe sus pensamientos. Cada uno hace sus cosas, ve o intenta ver, pensar, o sentir lo que le está pasando, mientras transitan por lugares comunes, pero en los que no se ven. DE UN LADO A OTRO "Matrimonio" es una película intimista en la que sus personajes se mueven de un lugar a otro, sin llegar nunca a una conclusión, a un final. A lo largo de las veinticuatro horas en que transcurre la historia, Molly y Esteban ven pasar distintas personas a su lado, mínimas circunstancias los rozan, pero ellos siguen volcados hacia adentro, sin enfrentarse. La película dice estar inspirada en el "Ulises" de James Joyce, eso sí, en versión libre y el nombre de la protagonista es uno de los pocos rastros que aluden a la famosa novela de James Joyce. Historia de amor, un ensayo acerca de la convivencia, entre un hombre y una mujer que buscan desentrañar que es lo qué los mantiene unidos. Es, en síntesis, una historia acerca del amor en la madurez y los contradictorios lazos que pueden unir a dos personas. "Matrimonio" gana más en las imágenes que en las palabras, que suenan menos creíbles que lo puramente visual. Filme formalmente correcto, con dos actores como Cecilia Roth (Molly) y Dario Grandinetti (Esteban), que se refugian en papeles difíciles, quizás demasiado interiores como para ser exteriorizados, mientras se pasean por nuestra ciudad, acompañados por un fondo musical a media voz. El director Carlos Jaureguialzo debutó en 2002 con "Tres pajaros".
Un viaje desde la prehistoria El filme es entusiasta, destila buen humor, sus personajes tienen encanto y da todo su apoyo al concepto de familia. Dreamworks, la empresa productora de "Los Croods", tiene una sucesión de éxitos animados como "Shrek", "Madagascar 3" y "El gato con botas", entre otros. Con "Los Croods", el recuerdo de "Los picapiedras" de Hanna Barbera, aquella serie de los sesenta, es inevitable. Claro que pasó el tiempo, los dibujos animados se afinaron, la tecnología mejoró mil veces y la simpatía de la familia se incrementó. Si antes Pedro Picapiedras encabezaba el grupo, aquí tenemos a Grug (el padre), en la Prehistoria, con su pequeña familia, compuesta de su mujer (Ugga) tres hijos (Eep, Thunk y Sandy) y Gran, la suegra. Todos bastantes salvajes. RITMO Y SIMPATIA Los directores Kirk De Micco y Chris Sanders ("Como entrenar a tu dragón"), dan ritmo y simpatía a un grupo de personajes, entre los que se destaca Eep, la rebelde adolescente, que sueña con abandonar la cueva en la que su padre los recluyó, disfrutar de la Naturaleza, a quien Grug teme y vivir todo tipo de aventuras. Un hermano no demasiado aventurero, una madre conciliadora, un delicioso hermano menor, que es algo así como un salvaje diablo dientudo y una abuela enérgica, constituyen el grupo familiar. Habrá también un joven audaz, conocido como Guy, que ya conoce el fuego y guiará a la familia por un nuevo mundo en transformación, a la vez que más tarde se terminará convirtiendo en el novio de Eep. Alrededor del grupo humano se podrá disfrutar de una serie de animales casi fantásticos, desde lagartos a perezosos, aves estrafalarias y curiosos felinos, que "acompañan" a la familia. El filme es entusiasta, destila buen humor, sus personajes tienen encanto y da todo su apoyo al concepto de familia. En cuanto al plano formal, la computación animada alcanza un brillo inusual, apoyada por la imaginación de sus creadores, los que han logrado idear una suerte de cultura prehistórica, con interesantes manifestaciones rupestres. Un hallazgo resultan las voces de Nicolas Cage como Grug; Cloris Leachman, hace de la abuela Gran; Catherine Keener, es la madre; Ryan Reynolds, es Guy, el novio de Eep, la adolescente a cargo de Emma Stone.
Raro reino de magos y brujas Resulta difícil superar, o igualar una historia como "El maravilloso mago de Oz", que en 1900, escribió Lyman Frank Baum, la que, por su éxito, tuvo trece obras posteriores y en 1939 se convirtió en el éxito cinematográfico de Victor Fleming, con Judy Garland como protagonista, que logró un triunfo avasallante en esa comedia musical, en la que cantaba el clásico "Bajo el arco iris". En esta versión, conocemos quién fue el misterioso personaje llamado Oz. Es Oscar Diggs (James Franco), mago menor con muchas aspiraciones y cualidades donjuanescas. Perseguido por sus enemigos, que lo encuentran en una feria circense de Kansas, Diggs se escapa como puede y para hacerlo la elección es en un globo aerostático, rentado con su socio en el negocio circense. El globo es alcanzado por una tormenta que lo deposita en un sitio maravilloso que se llama como él: Oz, en el que los habitantes lo están esperando como a un Mesías. TRIO ESPECIAL La Tierra de Oz resulta estéticamente increíble, tanto como sus regentes, las brujas. Así conoceremos a Theodora (Mila Kunis), la bruja del Oeste. A su hermana Evanora (Rachel Weisz) y a Glinda (Michelle Williams), de la que están envidiosas Theodora y su hermana Evanora. Oz, atraído por el oro que encuentra en sus arcas y sus seres maravillosos, se lanza a la dura tarea de rescatar el país del asedio enemigo. Sam Raimi, el director de la saga "El hombre araña", eligió la vertiente del relato maravilloso para recrear un mundo soñado de colores y texturas. Sin embargo la primera parte del relato, diseñado en blanco y negro, alcanza una magia especial con un encanto y sencillez que la sucesión de efectos especiales y singulares personajes de la película, descuidan en la segunda. SESGOS ESPECIALES Así el carácter del pícaro mago de Feria del comienzo, se ve nítidamente retratado y definido, en los inicios, a partir de la relación con la linda Glinda (Michelle Williams) y sus ayudantes del acto de magia. Lo que viene es puro efecto, con algunas bellezas como la fascinante muñeca de porcelana, suerte de Betty Boop, que hubiera sido interesante para desarrollar como personaje. Pero el 3D, los efectos especiales, abundantes monos voladores y caracterizaciones brujeriles, lo impidieron. Ciudad Esmeralda, Munchkins, una suerte de originales gatos a granel, o la bruja buena del Norte, son referentes inevitables referidos a la inicial "El mago de Oz" por todos conocida. Con buen ritmo, el relato avanza y retoma fuerza ante el original ingrediente del "zootropo", uno de los tantos antecedentes del cine, mecanismo que ayuda a Oz a ganar puntos en la batalla por la liberación del reino encantado. El relevante trío de brujas lo conforman Mila Kunis (Theodora), Rachel Weisz (Evanora) y Michelle Williams (Glinda). Resulta correcta la actuación de James Franco, en el papel del famoso mago.
Miradas profundas y misoginia Un cuidado diseño de producción cierra este curioso filme que da cuenta de un momento de lo que se presume fue la vida de Alfred Hitchcock, el maestro del suspenso. Alfred Hitchcock fue un realizador que cambió la esencia del thriller, acercándolo al gran público. El director Sacha Gervasi se basa en el libro de Stephen Rebello sobre la producción de "Psicosis", para hablar de las relaciones entre su mujer y colaboradora Alma Reville y dar testimonio sobre la filmación del clásico. La película se sitúa en 1959, cuando Hitchcock (Anthony Hopkins), ya es un director consagrado con más de cuarenta películas y decide filmar una exitosa novela de Robert Bloch, basada en el asesino Ed Gein, titulada "Psicosis". Anécdotas sobre su reaparición en una carrera que aunque exitosa, lo encontraba con casi sesenta años, dentro de la maraña competitiva hollywoodense, se suma al tratamiento de las singulares relaciones que lo unían a Alma Reville (Helen Mirren), su inteligente mujer, destacada montajista y guionista. CHICAS RUBIAS La fijación con las rubias, sus costumbres voyeuristas, los choques con Alma, de la que no podía prescindir, ni profesional, ni matrimonialmente, sus habilidades para manejar el marketing de "Psicosis", que fue un éxito comercial increíble son los detalles no demasiado novedosos que componen esta película. Lo mismo que el supuesto affaire entre Alma Reville (Helen Mirren) y Whitfield Cook (Danny Huston), el guionista de "Extraños en un tren", otro filme de Hitchcock. Sin embargo la solvencia profesional de su equipo, hacen posible una visión atractiva como es disfrutar del talento de Helen Mirren (Alma Reville), la trabajosa caracterización de Anthony Hopkins, como Hitchcock y el encanto y frescura de Scarlett Johansson, como Janet Leigh; o James D"Arcy, en el papel de Anthony Perkins. LA ASISTENTE Lamentablemente, no está aprovechada Toni Collette en el personaje de Peggy Robertson, como la supervisora de continuidades y asistente de Hitchcock a lo largo de sus mayores éxitos, por más de cincuenta años. Por supuesto que podemos apreciar la famosa escena de la ducha en "Psicosis" con sus particulares angulaciones, trabajadas por el director, que fue ensayada una semana, para luego filmarse en una sola y exitosa secuencia. De las razones de sus voyeurismo y preferencias por la violencia más su misoginia, no se dan explicaciones, sólo se utiliza el recurso de una presencia fantasmal del asesino serial Ed Gein (Michael Wincott), protagonista real de los crímenes de "Psicosis", que acompaña al director en algunas escenas. Un cuidado diseño de producción cierra este curioso filme que da cuenta de un momento de lo que se presume fue la vida de Alfred Hitchcock, el maestro del suspenso.
Aterradoras niñas del bosque Andrés Muschietti sorprendió al Festival de Cine de Sitges, hace dos años con su corto de tres minutos llamado precisamente "Mamá", que ahora convirtió en este filme ideal para los amantes del cine de terror. Un cuento de hadas pero con brujas, eso es "Mamá". El comienzo muestra a un padre desesperado, que se lleva a sus hijas, cinco años una, un bebé la otra, por un camino nevado a alta velocidad. El es algo así como un príncipe loco, que busca alejar a sus princesas del horror. Pero las esconde en una cabaña en medio de un bosque desolado y allí, obnubilado, a punto de transformarse en un ogro, las deja solas. En la escena siguiente, Victoria (Megan Charpentier) y Lilly (Isabelle Nélisee), las niñas parecen tener hambre y lo que se ve es una manzana que llega rodando hasta las chicas. Quién se las pasó desde la oscuridad es "Mamá" (a cargo de un alto y delgadísimo Javier Botet), un fantasma o espectro volátil, de quien el espectador conocerá su espeluznante presencia. RECICLADO ELEGANTE La película de Andres Muschietti, un argentino egresado de la Universidad del Cine, radicado en España, toma el cine de horror y lo recicla con elegancia. Apoyado por la producción de Guillermo del Toro ("El laberinto del fauno"), elabora un cuento de horror y fantasmas en el que el caos económico lleva a la tragedia a un hombre y sus hijas, que durante cinco años estarán desaparecidas. Cuando Jeffrey (Nikolaj Coster-Waldau) el hermano del padre, que desapareció, las encuentra, las niñas parecen animales, se mueven en cuatro patas y levantan la cabeza para olfatear el aire. Jeffrey las lleva a su casa, en la que vive con Annabel (Jessica Chastain), su novia cantante de rock. ENTRE APARICIONES Lo que ocurre, no lo adelantamos. Solo podemos decir que el director Andrés Muschietti y su equipo, juegan con el fuera de campo estremeciendo al espectador. Las sorpresivas apariciones del fantasma, favorecen la taquicardia y no sólo reflejan influencias de "El exorcista" y las películas japonesas de horror y fantasmas, sino que utilizan a un tal Javier Botet, que es capaz de helar la sangre. Victoria (Megan Charpentier) y Lilly (Isabelle Nélisee), las pequeñas actrices que no se sabe con qué varita mágica las tocaron para lograr sus actuaciones, sumado a una Jessica Chastain (Annabel) y el danés, Nikolaj Coster-Waldau (Jeffrey), capaces de hacer creíble lo increíble con intensidad y una música que recuerda los coros gregorianos de "El bebé de Rosemary", el filme resulta admirable. Andrés Muschietti sorprendió al Festival de Cine de Sitges, hace dos años con su corto de tres minutos llamado precisamente "Mamá", que ahora convirtió en este filme ideal para los amantes del cine de terror.
Un desliz puesto en la mira El filme no ofrece nada nuevo en cuanto a cine de género, pero tiene acción, buen ritmo, algo de suspenso y correctas actuaciones de su protagonista, Mark Wahlberg (Billy Taggart), Russell Crowe (Nicholas Hostetler), impecable en el papel de un político y Catherine Zeta-Jones (Cathleen Hostetler), tan profesional como siempre. Billy Taggart (Mark Wahlberg) fue policía hace no mucho tiempo, pero una cuestión personal, con un muerto en el medio, ensució su vida, su trabajo y tuvo que pagar. Ahora Billy es un investigador al mejor postor, vive inseguro, sus casos son temporarios y debe incluir en su lista de clientes a aquéllos a los que debe favores. Favores como el que le hicieron a él y que hizo que no pagara suficiente por el violador que mató a la novia de su chica Natalie Barrow (Natalie Martinez). Quien lo ayudó y logró entonces que el asesinato pasara como "defensa propia" es ahora casi alcalde de Nueva York. Pasaron siete años y el mayor Nicholas Hostetler (Russell Crowe), en campaña política, recurre a Taggart con una misión especial. Saber quién sale con su esposa Cathleen (Catherine Zeta-Jones) y hacerlo desaparecer. Billy no sabe que cuando la corrupción manda, todos están en peligro. ENGAÑO Y CORRUPCION El filme de Allen Hughes es el tradicional policial, donde ingredientes como el engaño, la corrupción, las ambiciones, los secretos y el barroso camino hacia una alcaldía inminente, enceguece al inescrupuloso. Billy Taggart todavía cree en la justicia, aunque el alcohol y la ira en algún momento lo obnubilaron. No imagina que un ambiente político de alto nivel, puede ser tan sinuoso como las circunstancias que lo llevaron a la cárcel. Por eso ignora las advertencias de la bella esposa del futuro alcalde y se convierte él mismo en víctima. "Broken City" no ofrece nada nuevo en cuanto a cine de género, pero tiene acción, buen ritmo, algo de suspenso y correctas actuaciones de su protagonista, Mark Wahlberg (Billy Taggart), Russell Crowe (Nicholas Hostetler), impecable en el papel de un político y Catherine Zeta-Jones (Cathleen Hostetler), tan profesional como siempre.