Un hecho real, grandes efectos especiales y momentos de lágrima para una superproduccion entretenimiento que sumerge literarlmente la espectador en un mar embravecido, con olas gigantes. El lindo de Chris Pine sucumbe ante la calidad de Casey Affleck. Un rescate que ocurrió en 1952 y ahora es un film entretenido.
Con una famosa protagonista, Regina Casé, la directora Anna MuyLaert pone en evidencia el racismo solapado de las clases altas sobre los que menos tienen y aceptan ese servilismo. Hasta que un personaje irrumpe para cambiar. Esa mucama que cría un hijo ajeno y descuida al propio confinada a un cuarto ínfimo en una casa lujosa, es una verdad incómoda para todos. Inteligente, bien actuada.
De Lars Kraume. Alemania, doce años después de terminada la segunda guerra mundial, un apasionado fiscal general quiere que los nazis vayan a juicio y se encuentra con una sociedad que los protege. Pero cuando se entera que Adolf Eichmann está en nuestro país no duda de colaborar con el Mosad, con la esperanza traerlo frente a un tribunal en Frankfurt. Clima de amenazas traiciones y lealtades.
La opera prima de un director danés (Jonas Alexander Arnby) que se mete de lleno en una fábula de terror que se desata como una reivindicación de injusticias. Buen clima, sin los clichés habituales.
Muy interesante película chilena, de Mauricio López Fernandez , una reflexión sobre una chica trans que regresa a su hogar por la muerte de su padre y las reacciones que provoca, hasta la valoración del vínculo con su madre. Bien actuada.
Una de robo de bancos, pero una especial. Por un lado tiene ajustado el mecanismo de relojería que requiere un asalto, algo que falla y la policía rodeando el lugar que entretiene del principio al fin con las consabidas vueltas de tuerca eficaces. Pero también una mirada a la crisis económica, de ahí el título, la corrupción política, a la falta total de escrúpulos cuando el poder debe salvarse. Un buen elenco donde brillan los argentinos: Rodrigo de la Serna, Joaquín Furriel y Luciano Cáceres.
Gabriela Trettel y el momento de conciencia de una mujer que parece tenerlo todo pero que descubre que su vida es una sucesión de “deberes”. Con algunos climas bien logrados y claridad de ideas.
Nuestro país antes de que tuviéramos constitución, la población desbastada por la peste, las luchas de bandas sin ley, los ataques de los pueblos originarios. En ese mundo un supuesto iluminado, un hombre culto con un lenguaje que va de lo alambicado a lo pedestre, con resonancias muy contemporáneas quiere conseguir a la fuerza que lo sigan para formar un movimiento salvador. Una mirada inteligente y polémica de Benjamin Naishtat.
Una simpática historia con un trasfondo ecológico nada desdeñable, defender el hábitat natural como motor principal es un acierto.
Película húngara, favorita para el Oscar al mejor film extranjero, que toca un tema terrible de los campos de concentración del nazismo. Para las peores tareas, limpieza de las cámaras de gas, de los hornos de cremación y otros horrores utilizan a judíos que por un corto tiempo gozan de ciertos privilegios hasta que también los matan, La inteligencia de esta película impresionante es que el infierno siempre está en segundo plano, o fuera de cámara, porque se acentúa todavía más. Grandes actores personifican a esos hombres muertos en vida.