Un imprescindible documental sobre un tema que sigue siendo tabú: la prostitución y la trata. Y los roles que cumplen el explotador, las redes que captan mujeres y las someten a la esclavitud y el cliente. El tema incluye debates entre mujeres, debates entre chicos adolescentes, prostitutas, especialistas, desde titulares de ONG contra la trata a los funcionarios que actúan en el área, tratando de modificar la “naturalización” de una costumbre social que se asocia a debut sexual, la diversión en grupo, pero también a la práctica del poder, el más puro machismo, el ejercicio de la humillación. La mirada del talentoso Ulises de la Orden se adentra en la intimidad de un grupo de hombres que festejan el consumo de la prostitución, contando anécdotas, alardeando de esa posibilidad que desde hace años le “permite” la sociedad. Como dice uno de los psicólogos consultados “consumir un cuerpo” a cambio de dinero, desde una posición de poder. Otra charla de increíble franqueza de prostitutas que le hablan a otras mujeres: “ellas creen que al prostíbulo vienen los solitarios, los horribles que no pueden conseguir una mujer, y yo les digo, los que vienen son sus maridos, sus hijos, sus hermanos”. Aleccionador, polémico, informativo. Una invitación al debate.
Es un documental dirigido por Fernando Krichmar, perteneciente al “Grupo de Cine Insurgente”. Y realiza en el recuerdo, como se fundo Ingeniero White, el puerto comercial de Bahía Blanca, que tenía una enorme actividad, con mucha mano de obra que atraían a trabajadores extranjeros. Luego en ese lugar se fundo uno de los polos petroquímicos más importantes del país, que fue recibido con alegría por los pobladores como sinónimo de progreso y prosperidad económica. Sin embargo muestra a través de los testimonios de vecinos, profesionales y especialistas, que el lugar es del porcentaje de mayor desempleo, la contaminación y los problemas de salud que acarrea y las muertes de operarios como consecuencia de la precarización de las condiciones de trabajo. A través de la unión de los vecinos, las protestas y denuncias constantes por lo que ocurre en el lugar.
La historia transcurre en el futuro cercano donde debido al “clima extremo” se implementó una red de satélites para controlar los fenómenos climáticos del planeta Tierra. El protagonista es Jake (Gerard Butler) quien diseñó el sistema, pero posee conflictos con la administración política que interviene en “su” desarrollo. Su hermano menor, Max (Jim Sturgess) trabaja en el gobierno de los Estados Unidos e intentará mediar en este conflicto. Pero el descubrimiento sobre usos del sistema climático no autorizados lo transforman en una amenaza global y obligará a que ambos tengan que trabajar juntos para resolverlo. En un tono conocido para los amantes de la acción y el suspenso donde no sabemos quién es el traidor transcurren escenas bien logradas pero predecibles. Con actuaciones que no terminan de convencer, exceptuando las breves intervenciones de Ed Harris. No faltan escenas impactantes de catástrofes climáticas en distintas ciudades del mundo que conformarán a los fanáticos del género. Quizás la lectura más interesante sea como crítica a diversas posturas del actual gobierno de Estados Unidos desestimando el calentamiento global y sus consecuencias y el desprecio a personas de otros países, incluso latinoamericanos! Para los que gustan de acción terrenal y espacial, tramas detectivescas, virus informáticos y cuentas regresivas para el fin del mundo, sin esperar nada nuevo.
Desde el vamos la película tiene a dos actores carismáticos, buenos profesionales, que durante la filmación se arriesgaron bastante y obviaron dobles en escenas engorrosas. Kate Winslet e Idris Elba son una pareja despareja muy atractiva. Ella una fotoperiodista que necesita llegar a su boda, el un neurocirujano que debe operar a un niño de diez años. Los dos varados por una tormenta de nieve que provoca la suspensión de todos los vuelos. Ella decide alquilar un pequeño avión, lo invita a él a compartir la solución que en realidad los encamina a una tragedia filmada como los dioses como para prometer un film que sacude al espectador. Pero no. A partir del desastre el film hurga sin demasiada profundidad en estos seres sobrevivientes, el entero, ella herida, perro que se roba escenas. Sobrevivir es difícil, los obstáculos terribles a veces se multiplican demasiado y desembocan en una cabaña donde las escenas sexuales son inevitables, bellas, frente a un fuego encendido son bellas y convencionales. Pero a partir de allí la cosa no viene mejor. Y hacia el final todas las promesas se derrumban con la necesidad de cerrar a lo Hollywood lo que el director palestino no puede esquivar, a pesar de sus buenos antecedentes (“Paradise now” y “Omar”). La película entretiene. Kate Winslet es una de esas actrices talentosas, intensas que le da verdad a cada trabajo que hace. Idris Elba tiene una carga de humanidad que se rebela con gestos mínimos e intensos. Por ellos, por los paisajes nevados bellísimos se salva un film que pudo tenerlo todo pero que se interna en un final que no convence.
Se trata de una comedia agridulce donde Ben Stiller está lejos de sus comedias alocadas que tantos éxitos cosechó. De la mano del escritor y director Mike White, de mucha experiencia como guionista de cine y televisión, director de tele, actor, construyó para el actor un personaje al que es fácil odiar, pero que no carece de humanidad. Se trata de un hombre en sus cuarentas, que vive obsesionado por el éxito de sus compañeros de facultad (uno triunfa en Hollywood, otro tiene el manejo de un fondo de inversión, un tercero es empresario de tecnología, un cuarto es profesor y autor de best sellers, figurita repetida en la tele). Compararse con ellos es su manera de torturarse, no valorar lo que tiene y sentirse un fracasado. Los flashbacks armados según su imaginación son ideales para clavarse todos los puñales. La vida le pasa por al lado y no se da cuenta. En un viaje para elegir universidad para su hijo músico, No duda en pedir ayuda para que su hijo no se pierda una oportunidad de oro. Pero en ese viaje, este pobre señor rico que tiene la angustia de no ser supermillonario, redescubre la relación con su hijo, ve verdades en el discurso de extraños, redescubre que no esta “taaan” mal. Ben Stiller le otorga a su Brad una humanidad con todos los matices, medido, profundo, distinto. Lo acompañan, como su hijo que ignora lo pesares absurdos de su padre, Austin Abrams, y Michael Sheen siempre perfecto. Una sátira sobre la alta ansiedad del exitismo exacerbado, los golpes de la realidad, el entendimiento del disfrute de lo que poseemos.
Desde que ocurrieron los hechos reales en Amityville con la familia De Feo asesinada por un integrante de ella Roland De Feo jr., condenado a 6 cadenas perpetuas una por cada miembro de su familia que mato, la leyenda urbano dio comienzo. Es que Roland declaró que masacro a los suyos porque se lo ordenaba una voz interior. En l977 Jay Anson escribió la novela “Amityville Horror” y se desató en fenómeno con la primera película en l979 que se replicó con ansia, también en la tele, y llegó hasta el 2005 con Ryan Reynolds. Es más, el director de esta entrega Frank Khalfoun con los videos que los compañeros de la joven protagonista se informa de la leyenda del lugar donde vive le rinde homenaje a una fructífera franquicia. Es mas subproductos de terror usaron el nombre de Amityville como ocurrió la semana pasada entre nosotros. En el film un elenco encabezado por Jennifer Jason Leigh, Cameron Monagham y Bella Thorne se cuenta una historia que pretende ser original con un giro nuevo: La madre del grupo llega a esa casa porque como piden poco alquiler, es linda y barata puede afrontar el costo médico de su hijo en estado de coma. El tema de la posesión demoníaca llega con la presunta mejoría del adolescente para regocijo de su madre y gran pesar de su hermana gemela y la pequeña de la familia. Aquí los sustos, los efectos, las apariciones no tienen demasiado nuevo en el rubro pero entretienen bastante como para que los seguidores del género no se sientan defraudados. Los que no frecuentan el terror tiene una puerta abierta al susto. No es genial pero eleva un poquito el promedio del género que no es solo horrible por las apariciones. (G.M.)
Anida es una muchacha desesperanzada vive en un circo flotante junto a su mejor amigo, el sapo Vicente. Este espectáculo ambulante navega mares bajo el despótico mando de la inflexible Madame Justine, dueña de la feria itinerante. La llegada del náufrago “mago” Fígaro motivará las ansias de libertad, dormidas por demasiado tiempo, de todos los confinados a satisfacer los caprichos de la malvada señora. La protagonista es víctima de una brutal paradoja: siendo vidente tiene la facultad de leer el futuro en las manos de las personas aunque, presa de un hechizo, es incapaz de conocer su propio pasado. El largometraje comienza con el amarre del circo en el puerto de La Boca y el Río de la Plata estará siempre presente como trasfondo mágico del relato fantástico. Sin destacarse por la originalidad en su contenido, tiene los elementos más usuales de los clásicos infantiles: la sufriente heroína, el príncipe heroico, las tres tías, la villana sin remedio, y demás etcéteras. Los personajes no admiten matices ni desarrollo pero la película satisface en el manejo que realiza de los mismos, destacándose el tipo de animación escogido para la producción. Este se basa en la técnica llamada “2D cut out”, la cual posibilita el pintado a mano de fondos y vestuario de personajes con acuarela o acrílico y posterior aplicación en forma digital. Es notable el uso (sin abuso) que se hace del repertorio musical. Las composiciones asoman con destreza en el momento justo, como vínculo entre escenas, y con la duración precisa sin llegar a ser repetitivamente monótonas. “Anida y el circo flotante” es una singular propuesta artística bien lograda que opta por frecuentar recursos más propios de la literatura y la plástica que aquellos más específicos de la cinematografía más convencional. (M.S)
Una conmovedora película, realizada por dos muy conocidos documentalistas que por primera vez realizan una película argumental, basada en una novela de Gaby Miek, inspirada en hechos reales. Todo ocurre en el Colegio Nacional Buenos Aires que por primera vez abre sus puertas para que se cuente una historia que es la propia para jóvenes de l3 a l9 años, en tiempos de los años 70 donde la militancia, los sueños por un mundo mejor florecían en la sociedad y prendían con fuerza en los alumnos. El film esta realizado con una perfección técnica que pone a los protagonistas en los hechos históricos conocidos con una refinada naturalidad. Es elenco de jóvenes actores es un verdadero hallazgo: Isadora Ardito, Rocío Pelacin, Rafael Federman, Ricky Arriga, Rodrigo Noya. Y entre los sentimientos de una historia de amor, con idas y venidas, engaños, el despertar sexual, las venganzas, se cuela una militancia que comienza con una extrema ingenuidad que se truncará para siempre con la etapa de las Triple A y el brutal golpe de estado. Desde la defensa de un rector que finalmente es destituido- un destino igual a las de casi todas las facultades, las tomas del colegio, con la continuidad de las clases, a una clandestinidad que obliga al exilio, o desemboca en la muerte o la desaparición. Una mirada inteligente a toda una época, sus manejos, motivaciones, errores y peligrosidad.
Un mundo de mujeres filmado con rigor y con una especial sensibilidad por el talentoso director Mariano Luque responsable también del guión. Su apuesta es de riesgo, estas mujeres, relacionadas entre si están en distintos momentos de sus vidas, nada extraordinario les sucede, o todo les sucede. Ahí esta la mirada atenta, las historias laterales, los encuentros, las caminatas en la noche, de regreso de un trabajo obligado, o de necesidad de cansarse y mitigar la falta de sueño, el mordisco de la soledad, el dolor de querer comunicarse y no poder. Una mujer se acaba de separar y con su pequeña hija regresa a vivir a la casa materna, con esa madre, una hermana, la abuela, pero cerca también esta la tía, la sobrina. Las miradas y las esperas. Los hombres casi no habitan la película. Los momentos de cansancio. Los ratos de juego. La pausa del cigarrillo o el mate y las tostadas. En ese mundo hay solidaridad, pero también demandas. Y alguna esperanza en un nuevo amor. Todas, cuando caen la trivialidades de la conversación, cuando se quedan en silencio, están sin disfraz frente a la cámara que capta en esas miradas todo un mundo interior que apenas se asoma a los rostros sin sonrisas, a los ojos húmedos, a los gestos que quedan en el aire, en ansia que no se satisface, la vida desnuda que pasa rápida y lenta, pero de manera inexorable. El mérito de un director de meterse hondo en esos momentos femeninos únicos, breves e irrepetibles.
La diversión, el ritmo desenfrenado, los homenajes a las fuentes citadas por el director que van de Roger Corman a Palito Ortega, pasando por Los Ramones a Rus Meyer, y las mujeres de armas tomar como las provocadoras de todo un mundo violento, que no da respiro, que no tiene tiempo de otras consideraciones salvo las reglas del hampa de cumplir o morir, ser aliado o enemigo en un segundo. Una jefa mafiosa decide encargar a dos mujeres jóvenes, la payasa y la pendeja, un par de riñones para regalárselos a su hermano enfermo y así firmar la paz con el. Alterando la narración lineal, yendo de atrás para adelante la trama se despliega como un rompecabezas infernal donde las torpezas se amontonan, la poca inteligencia se hace evidente y todo se encamina a un entretenimiento infernal que no da respiro y donde no falta ninguna pieza. El director y guionista Matías Szulanski logró lo que se propuso, mantener la tensión durante todo el film, entretener y que el espectador se quede con ganas de mas. Contó con un elenco cómplice y talentoso: Mirta Wons, Flor Benitez, Ana Devin, German Tripel y sigue los nombres. Una ciudad de la furia habitada por seres torpes que comprenden la ley de la calle.