Legión de ángeles

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Con sus peculiaridades teológicas, Legión de ángeles entra dentro de un grupo de títulos apocalípticos que últimamente predominan, como El libro de los secretos, Número 9, la vampírica Daybreakers, y la aún no estrenada La carretera, sin olvidarse de otras películas recientes como El fin de los tiempos y La niebla y, yendo un poco más atrás, la primer Terminator. Este formato ha ganado numerosos adeptos, pero también lo han hecho films que abordan temas bíblicos con toques fantásticos, y esta ópera prima del especialista en efectos visuales Scott Stewart combina ambos subgéneros con buenas ideas, pero arribando finalmente a un producto fallido. La trama imagina a un Dios violento y harto de la raza humana, que envía hordas poseídas que arrasan la Tierra, comandados por ángeles salvajes, armados y de obediencia debida. Pero un ángel rebelde se aparta del grupo y pretende desafiarlos, fundamentalmente protegiendo a una chica embarazada en el bar perdido de una ruta desértica, donde se recluyen los últimos humanos. El guión, repleto de asuntos que no cierran, excedido en solemnidad y en diálogos que pretenden ser profundos y no lo son, abunda en desaciertos, pero sin embargo la realización es vibrante y alcanza momentos de gran atractivo visual y expresivo. Está claro que Stewart, a través de un final sugerente, se ha propuesto instalar una saga propia con Legión de ángeles, pero deberá mejorar muchos aspectos de aquí en adelante.