Lo primero que hay que aclarar de Resurrección es que no es una película de terror propiamente dicha sino que pertenece más al subgénero gótico, tal como aclara su director. Ahora bien, el gran grueso del público no notará esta diferencia pero se encontrará con un film superior a la media de los tantos y tantos de terror que llegan mes a mes a la cartelera. Y estamos hablando de un film nacional, así que tiene un valor agregado. Una gran mansión en la época en la cual la fiebre amarilla mataba de a miles en Buenos Aires es el escenario donde transcurre la historia. Bien ambientada y bien recreada. El elenco está a la altura y más allá de la dupla protagonista que hace un buen laburo (Martín Slipak y Patricio Contreras) destaco la interpretación de Vando Villamil como El Curandero, papel del cual mucho no me puedo explayar porque sería un spoiler. El director Gonzalo Calzada viene de un buen policial (La plegaria del vidente, 2012) y aquí cambia de estilo para apropiarse de los códigos y reglas del género con buen resultado. En contra hay que señalar que la historia es parecida a otras tantas que hemos visto pero el gran climax la salva. Resurrección es una buena película y buena opción para los que disfrutan este tipo de cine.
La gran apuesta es de esas películas que dan mucho placer ver porque te aceleran, porque su narrativa es tan intensa que hace que casi no puedas pestañear. Y si tenemos en cuenta la temática, que pase algo así es un verdadero logro y motivo de aplausos para los realizadores. La crisis económica mundial de 2008 fue y sigue siendo noticia, pero la realidad es que muy pocos saben los motivos y aún sabiéndolos no es fácil de entender. Este estreno, basado en una historia real, se encarga no solo de aclarar esas dudas sino que también logra sumergir al espectador de lleno en ese mundo. Por momentos es complicado seguirle el ritmo a todos los términos bancarios y macroeconómicos, algo que el director tuvo en cuenta y de manera genial usa como recurso romper la cuarta pared a través de personajes muy reconocidos para explicar lo que sucede. Una verdadera genialidad y muy graciosa. Lo que hace Adam McKay, quien viene del palo del cine y tv de comedia, es contar casi todo en código humorístico, algo arriesgado pero que le salió muy bien. Su principal arma de batalla es el gran elenco con el que cuenta, con un excepcional Christian Bale a la cabeza junto con un Steve Carrel que vuelve a sorprender y un muy sólido Ryan Gosling. El póster lo completa Brad Pitt, pero la verdad es que no se luce en comparación con sus compañeros, no solo los nombrados sino también el resto del reparto. Para resumir, La gran apuesta es un film tan rápido como interesante (e indignante por lo que revela) con actores de lujo que seguro van a estar entre los nominados en la cercana temporada de premiaciones. No se la pierdan.
Definitivamente Steve Jobs es la figura más resonante de la “mítica moderna”, y por lo tanto saldrán decenas de libros, documentales y biopics. Ésta es la segunda (la primera fue Jobs, 2013, protagonizada por Ashton Kutcher y dirigida por Joshua Michael Stern). Y aquí es donde se nota mucho el talento y la mano del director en comparación al primer intento, porque Danny Boyle se hizo cargo de este proyecto que inició muy mal parido y que contó con grandes realizadores y actores en el proceso (la dupla David Fincher y Christian Bale fue la que estuvo más cerca), y lo sacó a flote muy bien. Lo que es muy piola de este estreno es su estructura, los tres actos en los cuales el film está dividido: las presentaciones de Macintosh (1984), Next (1988) y iMac (1998). Cada una con su detrás de escena tanto en lo profesional y personal haciendo un buen reconto de su vida pero por sobretodo de sus problemas y la relación con su hija. Por momentos el espectador odiará a Jobs y hará caer esa imagen que se tiene de él así como también lo comprenderá y entenderá que el tipo era único y un verdadero genio. La labor de Michael Fasssbender es realmente muy buena pese a que el parecido físico con el Jobs real no es muy fiel, más aún cuando es joven. Pero eso poco importa por la intensidad y carisma que le pone. Kate Winslet también hace un gran papel y gran acompañante del protagonista en las mejores escenas. Por su parte, Seth Rogen y Jeff Daniels aportan lo justo y sus personajes son conductores para darle matices y más dimensionalidad al fundador de Apple. El buen nivel actoral acompañado por una propuesta estética retromoderna y un gran dinamismo hacen que Steve Jobs sea una película más que interesante para ver. De a poco la figura de este genio se va agrandando y mitificando, este estreno es un testimonio más, pero uno muy bueno.
¡Emoción y nostalgia pura! Esa es una buena manera de arrancar para analizar Star Wars: El Despertar de la Fuerza. Primero voy a hablar de la nostalgia porque se aplica en todo. No solo a nivel historia y narrativo (hay un gran correlato en estructura entre este estreno y Una Nueva Esperanza, 1977) sino también en la manera en la cual está filmada. Ojo que J.J. Abrams sigue manteniendo su sello pero aquí evoca mucho a la identidad de la trilogía original. Por suerte quedaron atrás los grandes excesos de CGI de la trilogía precuela y se le vuelve a abrir el camino a los efector prácticos (los viejos VFX pero modernizados) incluso con marionetas. No puedo hablar mucho de la historia más allá de lo que se ve en los trailers porque todo es un gran spoiler. Solo voy a decir que hay giros y contragiros que no solo sorprenden sino que incluso pueden hacer gritar y hasta llorar si uno es fan. Si puedo hablar de los personajes, todos maravillosos, y voy a comenzar con Rey, quien por lejos se roba la película. Daisy Ridley hace un trabajo excelente y se va a comprar a todos, definitivamente ya es parte del mito Star Wars. Hay muchísimo más para decir sobre ella pero no se puede… John Boyega es otra gran adquisición para esta franquicia, le da una gran frescura a todo y tiene intervenciones geniales, tanto dramáticas como cómicas. Poe Dameron, el gran nuevo héroe interpretado por el siempre genial Oscar Isaac, también tiene peso y marca la diversidad de estos tres personajes, todos muy diferentes entre sí, pero ensamblados. Del resto de los nuevos no puedo hablar así que llega el turno de tirarle todas las flores posibles a Harrison Ford. Es increíble que con más de 70 años se encuentre en ese estado y que su Han Solo siga más que vigente en su persona. La dupla con Chewie sigue intacta y sus comentarios y “one-liners” hacen reír mucho y hacernos sentir “como en casa”. Y todo es emoción cuando lo vemos en pantalla junto a Carrie Fisher, su Leia (ahora General y no más Princesa) tiene una gran presencia pero por sobretodo una carga emotiva descomunal. Otro que se roba la película es el robot BB8, es como un redoble a R2D2 y C3PO con toques que por momentos me hicieron acordar a Wall-E. Estos maravillosos personajes y los no nombrados son el primer ladrillo en este universo que acaba de dar vuelta la página para escribir un nuevo capítulo y las cosas no podrían ser mejores. Ahora bien, muchos se preguntan si ésta es la mejor película de la saga y la verdad que si no lo es le pega en el palo junto a El imperio contraataca (1980), y eso es decir mucho. Se recobró el mito, J.J. Abrams y equipo lo lograron y tenemos que estar muy agradecidos. Por momentos vemos verdadero cine, hay algunos planos que son impresionantes, por momentos la música es arrolladora y por momentos los diálogos son geniales. Pero en todo momento la mística está en lo más alto, con lo que nos muestran y con lo que no, todo bien unido por La Fuerza en este gran Despertar… Prepárense para delirar a lo grande porque este estreno es, sin lugar a dudas, uno de los mejores de la década.
Es muy interesante ver como Angelina Jolie va creciendo como realizadora película tras película. Los planos y encuadres que hay en Frente al mar no estaban en Inquebrantable (2015), que si bien son dos películas completamente diferentes la narrativa de este estreno es superior a sus dos antecesoras, la ya nombrada y In the Land of Blood and Honey (2011). Es muy difícil contar sobre esta historia sin spoilearla, así que más allá de lo que se lee en la sinopsis solo voy a decir que esta pareja en crisis encuentra algo muy particular como catalizador y que da pie a las mejores escenas, tanto en el drama como la comedia e incluso lo erótico. Si bien Brad Pitt y Angelina Jolie son pareja en la vida real, sus contrapartes en la ficción distan de lo que muestran en público tanto juntos como por separados. Aquí el personaje de él es más agitador que el de ella, pero son las miradas, silencios y los momentos justos de diálogo los que hacen que el personaje de Jolie brille por sobre el resto. El rol actriz/directora le sienta muy bien en esta historia intimista que se balancea entre la tristeza y el morbo. Nos encontramos ante un film que disfrutarán más los que encuentren placer en relatos más lentos e historias más chicas, así que a tener en cuenta esto. Frente al mar es una muy buena película que nos da la oportunidad de espiar a una pareja en un momento muy particular y donde se enaltece por las buenas actuaciones y una gran puesta de Jolie, quien ya se ha ganado muy bien la silla de directora.
“Cuéntenla como quieran. Que somos dioses, que somos hombres, que somos buenos, que somos malos, pero que quede claro que somos reales”, dice uno de los personajes de esta gran película y yo la tomo como punto de partida para comenzar el análisis de este evento cinematográfico. Kryptonita no es una película más, es una bisagra en la historia del cine de género nacional. Un hecho histórico podría decirse. El best seller escrito con la mente prodigiosa y gran corazón de Leo Oyola se adapta a la pantalla de forma magistral y se convierte en el estreno cinéfilo del año para todos aquellos que saben amar las diferentes aristas de este arte y reconocen cuando hay algo más que solo una película. Para quien haya leído el libro y/o sea fan de Superman y la Liga de la Justicia este film es una fiesta absoluta para los sentidos. La premisa de que la nave de El Hombre de Acero aterriza en Isidro Casanova en lugar de Smallville es tan comiquera y tan argenta que logra que cualquiera pueda abrir los ojos con gran interés. Pero la cosa no se queda ahí nada más porque a lo largo de toda la cinta nos encontramos con miles de referencias hacia este héroe y sus compañeros de DC Comics pero con un tinte criollo que da verdadero placer. Y a no confundirse porque esto no es una parodia por más que Diego Capusotto aparezca en el lugar central del poster. No amigos, este film es tan serio y solemne como su contraparte hollywoodense. Incluso quien no haya leído el libro ni sepa todos los datos freaks podrá apreciar y darse cuenta que esta no se trata de una película más. Claro que no es un film para Doña Rosa ni para quien va al cine a ver únicamente Rápido y Furioso, pero su universalidad es innegable. Nicanor Loreti, director de culto argentino con gran proyección, tuvo la titánica tarea de plantear un escenario con superhéroes con un presupuesto acotado y aún así el resultado es excelente. La fotografía es maravillosa y la banda sonora sublime, enmarcando una historia con diálogos entrañables y acotaciones muy divertidas. Se puede pasar de la risa a la lágrima en un segundo. Claro que el plato fuerte es el formidable elenco. Un verdadero dream team de estrellas consagradas y actores de trayectoria pero no masivos. Nicolás Vázquez interpreta al Faisán, la versión argenta de Linterna Verde que tiene más presencia y tridimensionalidad que la gran mayoría de los superhéroes de los grandes estudios. Lo mismo sucede con Diego Cremonesi, el Ráfaga, su Flash es perfecto al compás de sus movimientos y miradas. Por su parte, Lautaro Delgado tuvo la gran tarea de componer a Lady Di, la versión travesti de la Mujer Maravilla. Es él quien aporta casi todo el sentimiento de la película y quien hace que el espectador se encariñe con los personajes. Carca (Juan Raro) y Sofía Palomino (Cuñataí Güirá), son las versiones locales del Detective Marciano y la Chica Halcón, y cuyas intervenciones son memorables por más que sean breves. La que no es breve es la solemnidad de nuestro Superman Juan Palomino. Su Nafta Súper tiene las mejores escenas de acción sólo superadas por la tremenda presencia que le pone a quien es el personaje central de esta historia. Y como si esto fuera poco, y para darle legitimidad máxima a este ensamble, Pablo Rago compone a El Federico, al Señor de la Noche, bien calculador, certero, directo, triste y que “bate la posta”, tal como Batman debe ser. Miradas al mejor estilo Michael Keaton y un look inmejorable le dan el sello reconocible por todos por más que le falte la insignia del murciélago. Por último tenemos al tordo, el hilo conductor de toda la historia y testigo de una noche inigualable. Diego Velázquez hace magia en este papel. A este cast maravilloso hay que sumarle al ya nombrado Capusotto (genial Guasón), Sebastián De Caro, Susana Varela y Luis Ziembrowski. Queda claro que esta crítica está escrita por un fan muy contento con esta obra, pero más allá de lo fan, Kryptonita es una película de acción con tipos que pueden hacer cosas asombrosas, algo a lo cual estamos acostumbrados pero que en esta oportunidad tiene el sello argentino. ¿Son dioses? ¿Son hombres? ¿Son buenos? ¿Son malos? Eso lo juzgarán ustedes pero con la certeza de que son reales. Y si bien esto es una historia imaginaria… ¿Acaso no lo son todas? No se pierdan Kryptonita.
Son casi incontables las incursiones que Frankenstein ha tenido en el cine a lo largo de la historia. Algunas han sido muy buenas y otras muy malas. Esto sin contar los clásicos de Boris Karloff. La más fiel adaptación de la novela original fue Mary Shelly’s Frankenstein (1994), protagonizada por Kenneth Branagh y Robert De Niro, y la más reciente fue el fiasco del año pasado I, Frankenstein, donde Aaron Eckhart compuso a un “monstro fachero”. Ahora llega este estreno que intenta mover un poco el avispero y contar (con muchas licencias y reinterpretaciones) una historia original cuyO ancla se encuentra en la relación entre Victor Frankenstein y su histórico asistente Igor, que aquí resulta ser un prodigio médico y no alguien limitado como siempre se lo retrató. La dinámica entre James McAvoy y Daniel Radcliffe funciona y está bien, pero por separado no lograron encontrar la esencia de sus personajes, sobretodo McAvoy que está muy sobreactuado. El fuerte del film es la estética y fotografía. El director Paul McGuigan, quien trabaja mucho en tv y su último film fue ese pseudo ensamble de superhéroes llamado Push (2009), logra crear un clima de película de aventuras y cine fantástico que se deja disfrutar en base a buena utilización de recursos y CGI como parte de un lenguaje y haciendo alarde de eso. Es decir, hace que el efecto especial se destaque y que se nota que está pero aún así no le resta (como si lo haría en cualquier película) sino que lo apropia. Esto es muy claro en la presentación de los protagonistas. En definitiva, Victor Frankenstein es un film entretenido que se deja disfrutar. Una buena opción para un público no exigente que busca solo entretenerse.
En la crítica de Sinsajo Parte 1 escribía que su gran error era el corte abrupto del final, la división en dos (por motivos comerciales) de un libro. En esta oportunidad lo abrupto es el comienzo, a tal punto que si el espectador no tiene fresca la primera parte le va a costar entrar en sintonía. Una vez que pasamos por eso nos vamos a encontrar con la profundización de todo lo establecido en los films anteriores. Sobre todo la parte política. Algo para destacar es que el ritmo de la película es raro. Muchas partes son muy dialogadas a tal punto que las escenas de acción son realmente necesarias para cortar un poco el clima que se genera, que incluso puede llegar a aburrir. Ahora bien, estas escenas de acción sorprenden, algunas por violencia y otras por el suspenso. Incluso hay una secuencia que parece de película de terror. El elenco ya está consolidado y no hay mucho más que agregar sobre sus performances. Jennifer Lawrence sigue brillando y Josh Hutcherson demuestra que tiene más caras para agregarle a su personaje. Por su parte, vemos más matices en Juliane Moore. Lo mismo Donald Sutherland en una escena en particular. El director Francis Lawrence apuntaló más a los actores e hizo un buen trabajo, pese al dinamismo medio raro que señalé un par de párrafos atrás. La fotografía es muy buena y tal vez más sombría, pero va con el tono de la historia. No hace falta alabar a los efectos especiales pero si remarco el climax. Algo para destacar es el inexistente 3D. Es una estafa, ni contemplen verla en ese formato. Llega a su fin esta saga que luego de que terminara Harry Potter fue la que ocupó su lugar entre ese público joven que aprecia y distingue lo bueno (no como Crepúsculo) porque se ha demostrado un gran nivel y balanceo en historia, puesta en escena e interpretaciones. Y si bien no será muy extrañada, se despide en lo alto. No se pierdan el último capítulo de Katniss Everdeen, la chica que pasó de Tributo a liderar un movimiento
Llega a la cartelera este retrasado estreno cuya premisa es plantear los conflictos de un piloto de combate de la era moderna. ¿Qué quiere decir esto? La respuesta se encuentra en el debate y análisis que propone el film sobre una realidad muy comentada en los últimos 10 años sobre el uso de los drones por parte de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Esta tecnología les permite hacer disparos de precisión (y grandes matanzas) sin la necesidad de que un ser humano pilotee de forma presencial sino a mucha distancia y a control remoto cual video juego. La película (basada en hechos reales) nos cuenta la historia del Mayor Thomas Egan, quien vive una especia de doble vida ya que va todos los días conduciendo a su trabajo en una base militar, se mete en un bunker, comanda un drone y mata mucha gente, para luego regresar a su casa con su familia. La premisa es muy interesante dado a que plantea como este tipo que ha siso piloto de la vieja escuela prefiere esos combates y regresar a los mismos, mientras en paralelo muestra como la guerra lo afecta mucho a nivel personal y familiar aunque no se encuentre en la zona de combate. Ethan Hawke hace un gran papel, tal vez uno de sus mejores laburos porque podemos ver una faceta de él poco explorada. Si bien hay mucho diálogo y su personaje habla bastante de lo que le pasa, son sus miradas las que dicen todo y da mucho gusto ver una labor actoral así. El resto del elenco está bien pero sus personajes no poseen mucho desarrollo por lo cual son opacados con facilidad por Hawke. Máxima precisión, cuyo título original “A good kill” (una buena matanza) es un mote que se repite bastante en la cinta, funcionaría mucho mejor como punto de partida para explicar el escenario planteado por el director Andrew Niccol. Esta es su mejor película desde El señor de la guerra (2005) dado a que sus últimos dos films fueron bastante impersonales y marketineros. Aquí genera tensión en pocos planos observando lo que los protagonistas ven en un monitor. Así de simple. Y muy efectivo. Si bien Máxima precisión no trascenderá como una obra fundamental del cine, es una muy buena opción para ver, muy entretenida y original. Una especia de lavado de cara a las películas bélicas.
Hablemos de M. Night Shayamalan, este ¿gran? director de cine que a fines de los 90s lo bautizaron como “el nuevo Spielberg”. Se puede decir con facilidad que desde el estreno de Sexto sentido (1999) su carrera ha ido en caída libre. Puede ser que haya empezado muy arriba y si bien los primeros films que subsiguieron a este gran clásico de la era moderna fueron buenos, últimamente viene haciendo verdaderos desastres. Con Los huéspedes llega una suerte de reivindicación para él. Es una especie de vuelta a sus raíces. Hay que tener en cuenta esto y sus intenciones a la hora de analizarlo ya que no busca el golpe de efecto rápido (por eso a algunos les parecerá que comienza de forma lenta) y se tarda un poco en llegar a alterar al público. Por otro lado, está muy mal decir que este estreno es una película de terror porque no lo es. Estamos ante un film de suspenso con todas las letras y que cumple muy bien su propósito que es generar intriga y sorpresa. El cast es excelente, tanto los chicos que hacen de hermanos (muy difícil conseguir una dupla así) como los abuelos. Las actuaciones de todos son maravillosas. Por último, contar sobre la historia más de lo que se ve en trailer o se lee en la sinopsis sería un spoiler así que solo voy a decir que tiene el “toque Shayamalan”. Los huéspedes es una excelente opción para ver en el cine y tensionarse un poco. Ojalá el director siga este camino y no se vuelva a desviar.