Los oscuros juegos del poder "El ministro" tiene notables interpretaciones de Olivier Gourmet (el actor preferido de los hermanos Dardenne), en el papel de Bertrand Saint-Jean y el gran Michel Blanc (Gilles). Con un singular rostro, el de Sylvain Deblé, en el papel del ex huelguista Martin Kuypers. Una mujer desnuda en un despacho gubernamental metiéndose hipnóticamente en la boca de un saurio. Ese es el sueño que se repite y estremece a Betrand Saint-Jean (Olivier Gourmet), Ministro de Transportes francés. Todo tiene que ver con esa vida que eligió, en que el poder es el centro y no hay manera de eludir lo inconfesable, con tal de no perderlo. La siguiente secuencia enfrenta a Bertrand Saint-Jean (Olivier Gourmet) con la realidad del accidente de un micro cargado de niños en una ruta montañosa. Su actitud respecto del accidente, el control de su asesora de imagen que lo manejará como un robot desde la llegada al lugar, las primeras palabras ante los testigos, los minutos que deberá pasar frente a los muertos, marcan el frágil espacio en el que debe maniobrar un político ante un conflicto a futuro. FUNCION PUBLICA Los dos sucesos, el irreal y el real, preanuncian el conflicto de un hombre que en la función pública, deberá actuar contradictoriamente, porque la solución de los conflictos ciudadanos presupone un juego de concesiones en el marco del poder, que no siempre tendrán como resultado el bien social. Bertrand Saint-Jean (Olivier Gourmet) soñó con cambiar el mundo, con la fidelidad en la amistad y el amor, pero la ambición le está jugando en contra. Todo tiene un precio en el gobierno de un mundo caótico, donde la desocupación es una realidad, las privatizaciones una necesidad ante ese viejo estado "convertido en un viejo zapato que se llena de agua" y los sindicatos protestan al borde de un ataque de nervios. "El ministro" se adentra en un tembladeral llamado "gestión pública", en los juegos del poder y las concesiones a la ambición, en la mentira del Estado protector y la fotografía que muestra sonrientes adjudicatarios de empleos que ignoran la precariedad que les espera y confían en un futuro estable. UN GUION SOLIDO El director Pierre Schöeller, apoyado en su guión tan sólido como la dirección de actores, nos acerca sin concesiones y con la crudeza de esa música a lo Mikis Theodorakis ("Z" es el film de Costa Gavras al que "El ministro" remite), a la cruda realidad del ejercicio del Estado democrático. Nunca independiente, nunca ajeno a los medios, a la influencia y la corrupción. Con una exposición realista, con mucho del cine setentista italiano y un suspenso casi policial, desnuda la lucha entre la ambición y la ética en un juego de poderes que convierte al individuo en objeto. "El ministro" tiene notables interpretaciones de Olivier Gourmet (el actor preferido de los hermanos Dardenne), en el papel de Bertrand Saint-Jean y el gran Michel Blanc (Gilles). Con un singular rostro, el de Sylvain Deblé, en el papel del ex huelguista Martin Kuypers.
La biografía de un líder político El filme expone una clara línea subjetiva de homenaje y admiración de la realizadora Paula de Luque, al ex presidente de los argentinos. Este filme de Paula de Luque es un documental biográfico sobre la figura de Néstor Kirchner, quien presidó los destinos de la Argentina, entre el 25 de mayo de 2003 y el 10 de diciembre de 2007, falleciendo en octubre de 2010. A partir de la adolescencia, el ex presidente estuvo vinculado al mundo político desde su natal Río Gallegos de la que fuera intendente, siendo luego gobernador de la provincia de Santa Cruz, diputado por la provincia de Buenos Aires y finalmente luego de asumir, como presidente de la República, secretario general de la Unasur, organismo regional formado por doce estados de América latina. Paula de Luque ("Juan y Eva") se vale de distintos elementos para estructurar su documental. Desde testimonios personales tanto de parientes de la figura protagónica, como de amigos y partidarios, pasando por diez personas desocupadas que fueron apoyadas laboralmente por el mandatario, hasta filmes en video de su niñez y adolescencia, pasando por fragmentos de noticieros más o menos actuales. ENTRE EPOCAS La figura de Néstor Kirchner es especialmente representada desde un punto de vista político, como en los inicios de su presidencia, luego de la histórica crisis del 2001-02, pasando por su condición afectiva de hijo, marido y padre. Hay un uso de la fragmentación en la concepción biográfica, elementos positivos y negativos que se omiten de su gestión, así como circunstancias generales del contexto de su actuación que hubieran requerido más claridad para el espectador ingenuo (empalme de la muerte de Mariano Ferreyra y el fallecimiento de Néstor Kirchner). El tono general es una mezcla con sesgo entre épico y emotivo. El aporte de material en super 8 que testimonian su infancia, fotos fijas, reportajes a su madre y su suegra, filmaciones de la asunción del poder en 2007, de su esposa Cristina Fernández, y de varias de la época del Proceso, completan un amplio panorama que incluye especialmente la década del 70. Hay reminiscencias de ciertos momentos elegíacos del cine de Leonardo Favio, que acompañan las largas tomas de los caminos patagónicos y el cielo azul y despejado. La recurrencia de la música, la utilización de cromatismos similares para equiparar épocas cronológicas, son notas que aportan a la idea general, y la estética, del filme. "Néstor Kirchner, la película" expone una clara línea subjetiva de homenaje y admiración de la realizadora Paula de Luque, al ex presidente de los argentinos.
En el ocaso de un entrenador La historia es previsible. Ex cazatalentos deportivo en decadencia, más hija de la que se desentendió luego de la muerte de su mujer: melodrama con muchas peleas intermedias y comprensión final. Esta vez el protagonista con problemas visuales es Clint Eastwood (Gus), que reproduce mucho de su "Gran Torino". La hija en discordia es una sola y no varios como en aquél filme, los antipáticos son los de la oficina Central "Los Bravos" de Atlanta, de los que depende el futuro del gran entrenador de béisbol, en situación de vejez (ahora se dice así) y hay un viaje a Carolina del Norte, que va a posibilitar, seguramente, la reconciliación de Gus, el padre y Mickey (Amy Adams), la hija y ¿por qué no? el conocimiento de un posible novio para la joven abogada, papel a cargo de Justin Timberlake (Johnny). SIN SORPRESAS La película tiene buen ritmo, se ve con agrado. Presenta una historia común, sin sorpresas, pero con un tema siempre al borde de lo emocional. Es correcto el trabajo formal, hay un buen diseño de producción, ritmo acelerado y fundamentalmente la presencia de excelentes actores. Desde la simpática Amy Adams (Mickey), recordada por su papel de monja en "La duda", hasta Justin Timberlake (Johnny), el mismo de "Red social", como rival laboral del personaje que interpreta Clint Eastwood (Gus) y posible pareja de su hija. A todo esto se suma el recordado John Goodman (Pete Klein), actor fetiche de los hermanos Joel y Ethan Cohen. "Curvas de la vida" es la "opera prima" de Robert Lorenz, el director y productor estadounidense que siempre ha trabajado con Clint Eastwood.
Variados desafíos interestelares Jack Escarcha, algo así como un Peter Pan mágico, se ocupa de contactar a personajes como Santa Claus, el Conejo de Pascua y el Hada de los Dientes, que se dedican a oficios eternos como entregar juguetes en Navidad, esconder huevos de chocolate en Pascua, o reemplazar un diente caído por alguna moneda. Nosotros conocemos a algunos de estos personajes, como Papá Noel, o el Ratón Pérez de iguales funciones con la clientela infantil. No es que el chico esté por crear un club de celebridades, es que hay que unirse contra un personaje siniestro, la Sombra, que amenaza con sacar de la memoria de los niños a estos personajes. Por supuesto, todos se unen con sus poderes para conservar la ilusión de los más pequeños. LAS IMAGENES "El origen de los guardianes", se basa en "El hombre en la luna" y en uno de los libros de la serie "Los guardianes de la infancia", de Edward William Joyce, importante escritor e ilustrador norteamericano, creador de los personajes de "Toy Story", "Bichos" o "Robots", con Chris Edge. La película tiene un gran despliegue técnico, abundantes efectos especiales, bellas imágenes, a veces demasiada vertiginosidad en las escenas del espacio, lo que supone cierta pérdida del disfrute visual y algún barroquismo en la acumulación de personajes. Hay una particularidad que quizás actúe en contra de "El origen de los guardianes", ninguno de los personajes tiene suficiente carisma como para que el espectador lo destaque, ya sea por su simpatía o fuerza. LOS PERSONAJES Santa Claus es un poco severo en su diseño visual, Jack Escarcha es bello, pero como su nombre lo indica, un tanto frío; el Hada de los Dientes es simpática, pero no demasiado atractiva y Sandman, gracioso, pero poco comunicativo. En cuanto a Bunny, el Conejo, es tan desgarbado como poco atractivo. Veinte minutos antes del final, la historia se reitera. Entre las escenas recordables, pueden destacarse: la de los dinosaurios dorados caminando por las calles, o las pequeñas hadas del tamaño de un colibrí integrando el ejército de "superhéroes", que luchan para que los niños siempre tengan sueños, esperen con alegría lo maravilloso y no sean asaltados por el miedo.
Una parodia del mundo del cine Musiak, cuenta con varias películas en su haber: ‘Fotos del alma’, ‘Cartas para Jenny’ e ‘Historias clandestinas en La Habana’. Con ‘Un amor de película’, se propuso, a través del formato de la comedia romántica, parodiar el mundo del cine, o lo que el espectador no suele ver. Vale decir: cuáles son los conflictos que, a veces, surgen entre productores y directores, o las alianzas que se establecen en pos de mantener el negocio que a ambos les conviene. A esto se deben sumar los celos, o los amores no correspondidos, que se suceden entre los actores, o la competencia entre artistas que suele convertirse en algo grave. Varios de estos ingredientes toman forma, o al menos lo intentan, en esta película de Diego Musiak, cuyo guión, algo flojo, no le permite redondear muchas de las escenas. LOS CONFLICTOS La historia que propone Musiak, para contar el ‘cine por dentro’, tiene como base una película, que es obligado a rodar Juan (Antonio Chamizo) un director prestigioso, parar saldar una abultada deuda con Bernardo (Miguel Angel Rodríguez) su productor. A esto se suma la reconciliación entre el director y Laura (Maria Grazia Cucinotta) su ex novia y ex productora ejecutiva y los conflictos que viven Jean Bombón (Geraldine Chaplin) una actriz mayor y Maite (Luciana Salazar) una joven que recién comienza. Diego Musiak desde la dirección eligió dos caminos, para ilustrar la idea de su guión. El primero fue parodiar las escenas que forman parte de un filme, del que todos saben va a ser un fracaso, pero al contar con el aval de un realizador consagrado y primeras figuras, como Jean Bombón (una siempre exquisita Geraldine Chaplin), puede lograr un buen resultado en la taquilla, que es lo que le más le interesa a Bernardo (Miguel Angel Rodríguez), el productor. HUMOR Y AMOR Simultáneamente a las escenas que se suceden en el set de rodaje, se muestran las amenazas que recibe Juan (Antonio Chamizo), el director, de parte de su productor y la obsesión del muchacho por ser nuevamente aceptado por Laura, su novia, una siempre deliciosa Maria Grazia Cucinotta. A estas situaciones, se suman otras de un humor no muy logrado, pero interesantes de observar, como las que intervienen Geraldine Chaplin (Jean Bombón) y la ascendente Maite (Luciana Salazar), que, como es de suponer, está en el rodaje por ser la amante del productor, papel a cargo de un siempre efectivo Miguel Angel Rodríguez. Una película a mitad de camino, en la que Musiak desperdició haber contado con un equipo de probados intérpretes, como el cubano Jorge Perugorría, Alejandro Fiore, incluso Geraldine Chaplin y el mismo ex Los Roldán, Miguel Angel Rodríguez, rodada en la siempre atractiva provincia de San Luis.
Entre vampiros y licántropos Las grandes expectativas sobre el final de la saga, al menos en este filme, no se concretan. Por eso pensamos que habrá una historia más para reivindicar la historia, que seguirá, igualmente, atrayendo especialmente a los adolescentes. Nuevamente el romance vampírico de Bella Swan (Kristen Stewart) y Edward Cullen (Robert Pattinson) en la pantalla cinematográfica con un presunto final (lo dudamos). Pasadas las instancias del compromiso, el casamiento, el nacimiento de la bebé Renesmee (Mackenzie Foy), mal llamada Nessie, como el monstruo escocés, la pareja se enfrenta a un nuevo problema. Un falso rumor hace que se difunda la idea de que Renesmee es una niña inmortal con todas las funestas consecuencias que esto trae para la especie. Por mala información de una integrante de la familia; los Volturi, grandes enemigos de nuestros conocidos vampiros, se sienten nuevamente en peligro y se preparan para combatir. CONTROLAR LA SED Esta ‘Parte 2’ se centra en la familia, su protección y la consolidación de la nueva condición vampírica de la protagonista de la serie, Bella (Kristen Stewart), momento que tendrá lugar en la primera parte del filme, cuando la joven debe controlar la sed y cualquier exceso que la haga caer en lo que prometió abstenerse, el asesinato para conseguir alimentos. Como en otras películas de la saga, siempre está presente Jacob Black (Taylor Lautner), el pretendiente y amigo de la protagonista, de familia licántropa, o sea de los que se transforman en lobos, que decide proteger a la pequeña Renesmee y quién sabe, suponemos, en un futuro, buscar en ella, el amor frustrado por Bella. La película está basada en el cuarto y último libro de la saga de novelista Stephenie Meyer y a diferencia de los anteriores, se mantiene en un medio tono general, no ofrece mayores novedades y sólo reserva una vuelta de tuerca en el final, luego de una buena manifestación épica con bastante despliegue, que enfrenta a los italianos Vulturi, con los Cullen (padres de Edward) y compañía, familia licántropa incluida. CABEZAS RODANTES Lamentablemente, no se agregaron significativos personajes, ni aventuras originales. Eso sí, hay sexo, violencia en forma de cabezas que ruedan (influencia de las publicitadas y reales decapitaciones de carteles de la droga) y cierta preeminencia del personaje de Aro, representado por Michael Sheen, un interesante actor galés. Es llamativa la presencia de la ‘híbrido’ Renesmee (Mackenzie Foy) en la preadolescencia, pero es lamentable el manejo digital que se utiliza con Renesmee bebé. Las grandes expectativas sobre el final de la saga, al menos en este filme, no se concretan. Por eso pensamos que habrá una historia más para reivindicar la historia, que seguirá, igualmente, atrayendo especialmente a los adolescentes con sus amores a lo Romeo y Julieta, los envidiables poderes telekinéticos de los protagonistas y la necesidad de superar obstáculos y enfrentarse a nuevos desafíos.
Una comedia pasada por agua Javier (Luciano Castro), el personaje principal, es un joven escritor de novelas que tiene un problema para retomar la escritura, afectado por el abandono de su mujer. Por supuesto que su agente literario se preocupa y decide embarcarlo en un crucero de placer rumbo a Europa para que se inspire y pueda escribir alguna de las historias de sus compañeros de viaje. Arriba, pasa de todo, desde la aparición de Larry (Gabriel Goity) un ambiguo aventurero, su compañero de camarote que lo ayudará durante el viaje, hasta la presencia de otro escritor, Matesutti (Pompeyo Audivert), que está en plena producción y una linda turista, Julieta (Paula Morales), una abogada, casada con Tomás (Nacho Gadano) un señor bastante Don Juan. También hay otros personajes como una española en busca del amor y dos gays al acecho de nuevas aventuras. La película fue filmada en un crucero que habitualmente realiza un recorrido por distintas ciudades: Rio de Janeiro, Málaga, la isla de Malta y Venecia. RICO ITINERARIO Se trata de una clásica comedia de enredos, con toques románticos, disparates, equívocos, con una figura central, que con su compañero de camarote, va metiéndose en un lío detrás de otro. El problema es la total previsibilidad de todo lo que ocurre, la serie de lugares y personajes comunes, totalmente ‘amachietados’. Cierto énfasis en estereotipos gay de turistas a bordo, recuerda viejas historias televisivas con los mismos excesos. Es bueno el nivel de producción. Intervienen conocidas figuras como Luciano Castro (Javier), la atractiva modelo Paula Morales (‘Herederos de una venganza’), en el papel de Julieta y la reaparecida Luisa Kuliok (Paloma), protagonista del recordado teleteatro ‘La extraña dama’. La dirección estuvo a a cargo de Ezequiel Crupnicoff, director de ‘Erreway: 4 caminos’ (2004).
Un secreto las unió para siempre Fueron y son grandes amigas. Las diferencias en las profesiones, en la manera de vivir, no consiguieron alejarlas. La amistad y un secreto común inconfesable las une. Laura (Roxana Blanco) logró hacer una carrera profesional, intentó una vida familiar. Ana (Victoria Carreras) tuvo problemas en su vida de pareja, quizás buscó una seguridad en los hombres que sólo ella misma con su madurez podía lograr y le queda una hija adolescente, los otros, tendrá que aprender a recuperarlos. HECHOS REALES Ambientada en la bella Villa Nougués, Tucumán, el filme se ubica en una hostería en la que trabaja Ana y vive con su hija y a la que llega, a su pedido, su amiga de Buenos Aires. En el lugar, hay una espina que influyó para siempre en sus vidas y que las dos tendrán que exorcizar. La película está basado en experiencias personales de la directora y guionista y en hechos reales algunos, imaginatidos otros. Su tema, el abuso, eso de lo que no se habla y que el tiempo hizo que la sociedad pudiera exteriorizar verbalmente luego de largo tiempo de ocultamientos. Con un formato que pasa por el melodrama y el thriller, ‘El sexo de las madres’ muestra un buen lenguaje narrativo, muy buenas actuaciones, ciertos detalles no totalmente comprensibles y algunos problemas de desarrollo. Con buen tratamiento del sonido directo, la película, permite apreciar interesantes trabajos especialmente de Roxana Blanco (Laura) y Victoria Carreras (Ana), como las amigas, con un buen equipo en el que hay rostros recordables como el de Manina Aguirre (Eva) y dos adolescentes, Carolina Jiménez (Marina), la hija adolescente de Victoria Carreras y el muy joven Thaiel Arévalo, espontáneo en el personaje de Juan.
La incesante búsqueda de la paz Un pueblo integrado por cristianos y musulmanes en una zona de conflicto de Medio Oriente: la película no especifica geográficamente cómo se llama ese lugar, pero ese es el marco que elige la directora libanesa Nadine Labaki (‘Caramel’) para plantear la necesidad de la convivencia en armonía de grupos religiosos diferentes. La anécdota es simple. Ante los constantes enfrentamientos de las familias de diferentes religiones que conviven ancestralmente en el mismo espacio geográfico, las mujeres del grupo, temerosas de un mal mayor, deciden unirse y trabajar por la paz. HUMOR Y STRIPPERS Como en ‘Lisístrata’, la comedia de Aristófanes, donde el elemento femenino recurría a la abstinencia sexual para que los hombres no se enfrentaran ante el conflicto con el Peloponeso, las señoras de la aldea en cuestión, deciden utilizar pequeñas trampas para entretener los hombres y terminar con las rencillas. La directora libanesa Nadine Labaki (también protagonista de su filme, en el papel de Amale, una mujer del pueblo) elige el humor, como Radu Mihaileanu en ‘La fuente de las mujeres’, con un tema semejante, para suavizar elementos melodramáticos que podrían intensificar la aspereza temática de su historia. El recurso de las strippers rusas y la incorporación del ‘hachis’ en las bebidas destinadas al consumo masculino, son algunos de los recursos que, a la manera, de ciertas comedias mediterráneas, logran cambiar el clima de un filme. Elementos costumbristas enriquecen un relato que cuenta con un interesante plantel de actores maduros y unidos a la bella Nadine Labaki (en el papel de Amale), directora y actriz, integran una agradable reflexión sobre la necesidad de que la paz vuelva a ser una constante de sus vidas.
La magia inteligente de Tim Burton Con técnica ‘stop-motion’, exquisita banda sonora y el uso del blanco y negro, Burton retoma la estilizada línea de sus personajes de ‘El cadáver de la novia’, permaneciendo tan fiel a sus temas de muerte, horror y ternura, como a sus intérpretes preferidos, desde Martin Landau a Vincent Price y Winona Ryder. Mary Shelley, creadora de Frankenstein, en 1818, no pudo imaginar la cantidad de libros y filmes que se harían con su personaje. Directores tan diferentes como James Whale, Roman Polanski, Mel Brooks, se interesaron por él, desde el horror al humor; hasta la alternativa de Frankenstein enfrentado con otros monstruos como ‘Abbot y Costello contra los fantasmas’ (1948), repuesta este año por el aniversario de la Universal. Claro, trabajaban emblemáticos actores del horror como Bela Lugosi y Lon Chaney jr. A esta galería se suma este tierno y solitario Víctor Frankenstein, pintado por la magia de Tim Burton, que nos hace saber que el cuestionado personaje ya tenía inquietudes prometeicas desde la infancia. MASCOTA CONOCIDA Aquí, su fiel compañero Sparky, perro parecido a nuestro Mendieta (la mascota de Inodoro Pereyra, el personaje de Fontanarrosa) se le muere y el chico decide resucitarlo aplicando electricidad, con procedimientos adquiridos en la escuela gracias a un profesor parecido a Vincent Price. Su experimento será divulgado y los compañeros de colegio intentarán imitarlo con peligrosas consecuencias. La película de Tim Burton, basado en un cortometraje del mismo Burton, de 1984, es un delicioso homenaje al cine de terror, ése que fascina al director desde la niñez y que lo lleva a amar y representar tantos héroes fantásticos. PEINADO EVOCADOR Por eso, quien observa con atención ‘Frankenweenie’, reconoce en el peinado de la perrita Persefone, el mismo de Elsa Lanchester en ‘La novia de Frankestein’ (y de Marge, en ‘Los Simpson’), el filme ‘Drácula’ con Christopher Lee, pasado en la televisión familiar del pequeño Víctor, más las mascotas de sus compañeros transformados en un desfile de Godzilla, Tortugas ninjas, mini dinosaurios y lagartos a la manera del cine de terror japonés de los ’60. Evocar el ascenso ‘ritual’ del perrito Sparky en busca de la vida a la manera de Frankenstein es tan emocionante como reírse con el patético compañero de Víctor, mezcla de algún desolado personaje de Christian Andersen y del servidor Ygor, tan parecido a Martin Feldman (versión del Frankenstein de Mel Brooks). Con técnica ‘stop-motion’, exquisita banda sonora y el uso del blanco y negro, Burton retoma la estilizada línea de sus personajes de ‘El cadáver de la novia’, permaneciendo tan fiel a sus temas de muerte, horror y ternura, como a sus intérpretes preferidos, desde Martin Landau a Vincent Price y Winona Ryder. El mismo juego que reitera su poesía filmada.