Con guión y dirección de Marcelo Gálvez, basada en el libro “la vida secreta de un linyera” de Hugo Nario, que a su vez se inspiro en un “croto” legendario de la década del 30, José Américo “Bepo” Ghezzi. Meterse en esa época de ideas anarquistas y linyeras con códigos y lenguajes propios no es fácil. Una noción de libertad, sin ataduras sociales, familiares ni políticas. Hombres que eligen vivir al sereno, o bajo puentes, siempre inquietos, siempre anhelantes por seguir el camino, apegado en este caso a las vías del ferrocarril y sus trenes de carga como una invitación al movimiento continuo. El film los muestra lectores, solidarios, en un punto maltratados por la autoridad o los empleadores que se aprovechan para pagarles poco, temerosos de cualquier compromiso de clase o amorosos que pueda atarlos. Un retrato sensible, por momentos poco revelador de esa pulsión inequívoca que los impulsa. Una serie de situaciones y conversaciones que no logran ni buscan un aumento de la intensidad del retrato.
Un extenso documental realizado por Ricardo Von Muhlenbrock sobre el montaje, la preparación, de la obra de Vicente Zito Lema “Eva Perón resucitada en los tiempos del rencor”. Esa puesta se en un lugar inusual, la fábrica recuperada IMPA, con la premisa de no modificar nada ni intervenir ese ámbito con intrusiones como una pantalla para proyectar imágenes. El autor y protagonista inicia los ensayos con un pequeño grupo que debe, según sus indicaciones aprender a cuidarse físicamente en un lugar con muchas, columnas, maquinas y elementos que pueden ser peligrosos para el despliegue actoral. Primero sufriendo el frío y esperando que lleguen los recursos para realizar la obra. Y luego el lento proceso creativo que sabe de dificultades, discusiones, motivaciones, dudas, errores y aciertos. Con escenas de enorme sugestión. Un coro impecable. Y las motivaciones del creador.
Una película para los admiradores de Agatha Christie y ese increíble personaje que es Hercule Poirot. En este caso con un bigote doble gracioso en la interesante cara de Kenneth Branagh, protagonista y director del film. Con un elenco de notables Judy Dench, Johnny Depp, Penelope Cruz, Derek Jacobi, Michelle Pfeiffer y siguen los nombres. El lujo del famoso tren, la ambientación y el vestuario brillan por supuesto. Y aunque transitan pasajes helados y quedan varados en la nieve, todo se ve bien teatral, donde cada detalle cobra importancia. Un tren que en esa época del año esta inusualmente lleno y un asesinato con pistas falsas que en un principio desorienta al infalible detective. Quienes conocen la trama tienen una invitación a la nostalgia de el mecanismo aceitado de la autora. Los que se acercan por primera vez y no vieron las versiones anteriores de cine y tele se encontraran con un entretenimiento muy bien armado. Es que el policial “old fashion” todavía conserva su encanto y es disfrutable. A todo hay que prestarle atención, detalles y situaciones apenas comienza el viaje, con algunas escenas inolvidables y un gran final donde todo cierra.
La última película de Jim Jarmusch, que ha creado una joyita milagrosa donde palpita la poesía. En la ciudad que tiene el mismo nombre del protagonista, que a su vez el titulo de un largo poema del autor William Carlos Williams, que consideraba a la poesía un equipaje para la vida, y que celebraba la belleza en las actividades cotidianas de los hombres comunes. Aquí la historia argumental es simple, siete días en la vida de un conductor de autobús, que convive en un amor plácido e intenso por su compañera, motor de creatividad, que cuando comienza sus actividades inicia un poema, que terminará de redondear en su almuerzo, que quedará en ese cuaderno único, que no piensa reproducir ni publicar. Todos los días que tienen un compás que se repite con ligeras variaciones, como si se tratara de un acto creativo permanente, donde la observación, el ritmo, los encuentros con vecinos y desconocidos, alimentarán esa sensación de que un poema late en todos nosotros. Si es que sabemos escuchar ese latido y somos capaces de expresarlo. Una tarea grata, única, que nos gratifica y nos hace mejores, como el improvisado rapper, o la niña que lo emociona con su lirismo. Cada día esos poemas escritos especialmente para el film por Ron Padgett, surgen para los espectadores, impresos en la pantalla que imita la escritura a mano, y que nos permite vivir en la subyugante alquimia del nacimiento de cada verso. Y ese ritmo interno del film se ve no solo en la vida cotidiana del protagonista, en la obsesión por pintar todo de negro y blanco de su pareja, (en la guitarra que desea, en los muffins que cocina) sino en repeticiones de comentarios de un suceso: Un desperfecto en su autobús dispara un comentario de hecatombe que repiten distintos personajes. O un sueño-deseo que habla de gemelos que se corporizan. Pero también esta el humor en situaciones límite. O en el comportamiento del perro de la familia que puede llevar al poeta a la pérdida. Pero, un personaje de otro film llegara con un regalo que habla de renacimiento. Maravillosos actores, como Adam Driver y Golshifther Farahani, referencias a otros célebres de la ciudad, detalles y preciosismos. Pero por sobre todo un clima único, como si uno pudiese presenciar el milagro de una creación. Ni más, ni menos.
La guerra del agua es un hecho. Los poderosos ya se ha apropiado de todas las reservas de la tierra, de los minerales y combustibles, El ultimo saqueo es el agua. Y los que no tienen nada viven como pueden en ciudades destruidas o en campos de refugiados. Estamos hablando de un futuro post-apocalíptico que se parece en muchos aspectos a una realidad bastante difundida. El libro de Nicolás y Lucia Puenzo no aclara demasiado de entrada que es lo que esta ocurriendo. Apelan sí a la sabiduría de los pueblos originarios que ven desolados el saqueo ambicioso y sin limites a las riquezas de la Pachamama, y sienten que la vida puede bien ser un círculo infernal casi siempre, esperanzador otras veces. En ese mundo devastado una pareja intenta huir hacia el mar, como si fueran una especie de Adan y Eva buscando una ilusión de paraíso. Son jóvenes, solo tiene algún objetivo, sueños, esperan un hijo. La fuerza suficiente como para conmover a un corresponsal de guerra que fabrica fotos falsas y sangrientas a gusto de sus “patrones” Es la opera prima de Nicolás Puenzo que demuestra, a cargo también de la fotografía, que sabe manejar con buen pulso un film ambicioso y creativo, de imágenes sobrecogedoras. Y es también un film del clan Puenzo ya que en la producción participan el mismo director, Lucia, Esteban y Luis. Con un elenco de lujo que tiene entre los protagónicos a Germán Palacios, Peter Lanzani y la peruana Juana Burga. Y en actuaciones especiales a Natalia Oreiro, Alejandro Awada, Luis Machín. Sorprendente y distinto dentro del panorama del cine nacional, es fácil augurarle al film un camino de premios y de éxito. Vale la pena.
Es la historia de la pintora Paula Becker, que a principios del siglo XX rechazó todas las convenciones establecidas, para ser una adelantada a su época, por creer firmemente en su talento aunque el mundo de los hombres la condenaba y porque deseba para ella “mi vida será una fiesta”. En sus 14 años de vida activa como pintora dejo 750 cuadros, más de mil dibujos, tiene un museo dedicado a ella y los especialistas ven en su pintura aspectos que mezclan el impresionismo de Cézanne, el cubismo de Picasso, el arte jampones, el fauvismo, el renacimiento alemán. Pero el film del director Christian Schwochow, con guión de Stefan Kolditz y Stephan Suschke no se detiene solo en los datos biográficos y se explaya en la ideología de la época. Los pintores tradicionalistas que la rodeaban primero como profesores y luego como su marido y sus amigos, consideraban que las mujeres solo podían tener un acto creativo en la vida, parir hijos y que nunca podrían expresarse como pintoras. Además de condenar un estilo que no respetaba a rajatabla reproducir la realidad. Pero el machismo tradicional también tenía soluciones para esposas rebeldes, como Paula que ahogada por su ambiente se va a estudiar a Paris y luego decide abandonar a su marido, encerrarlas en un manicomio especializado en mujeres histéricas. Su experiencia en Paris fue dura y fundamental, descubrir el amor, pero por sobre todo aprender de otros maestros, sentirse valorada. Carla Juri realiza un trabajo de gran entrega como esa Paula llena de vida, talento y espíritu libre, que le valieron muchos premios.
Es una ficción con personajes reales, una cruza de ficción y documental, mucho más ambiciosa que mostrar a un hombre obsesionado con los OVNIS, que ha dedicado su vida a filmar extrañas apariciones en el cielo salteño, en Cachi, y a tomar testimonios de amigos y vecinos que cuentan como vieron luces azules, gente que se movía dentro de esos artefactos voladores no identificados, y la duración de tales fenómenos. Va mucho mas allá de las creencias de Antonio Zuleta que se dedica a registrar esos fenómenos desde l985. Y que desea que su hijo sigua su camino y su obsesión. No importa que este hombre llegue a Buenos Aires y se desilusionen de las explicaciones científicas y de las palabras de Favio Zerpa que se muestra dudoso. Lo que indaga el realizar Daniel Rosenfeld es el sistema de creencia de su protagonista, ese deseo insondable de respuestas al misterio. Esa particular fe. Pero también se interna en la necesidad de todos de dejar un legado, de irse tranquilo de esta tierra con la convicción de que su hijo continuará con esa “misión”. Es que cuando Zuleta se interna en ese desierto buscando respuestas, en un paisaje increíble, donde el humano gracias al encuadre se empequeñece ante la grandiosidad de la naturaleza, lo que persiste son las preguntas, el interrogante constante para entender misterios eternos.
Es una película de Lucas Valenta Rinner, un austriaco formado en la Argentina, que tiene la coproducción de su país de origen y Korea del Sur. Y lo que imaginó para ilustrar que el choque de culturas no tiene que ser de obvios y transitados lugares comunes, se debe a su creatividad junto a Ana Godoy, Martín Shanly y Ariel Gurevich. Y un protagónico a cargo de la talentosa actriz Iride Mockert. Ella es una mujer que limpia que logra un empleo en una fastuosa casa en el medio de un distinguido country. Pronto ella descubre otro mundo detrás de un tupido cerco: otro country nudista, dedicado a la observación, las practicas yoga, la poesía, el sexo. Y allí estará Belén cumpliendo con los dos mundos hasta que una circunstancia arrastre todo al demonio violento. Un film con un estilo muy particular que muestra lo que usualmente no se ve cuerpos desnudos que están lejos de los estereotipos publicitarios y socialmente correctos. Una filosofía de vida donde prevalece la libertad y el placer. En frente del otro lado de la grieta: la apariencia de “normalidad” vigilada, políticamente correcta, hipócritamente perfecta. Choque de estilos de vida y de ideologías moneda corriente en el mundo que nos toca vivir. Pero no solo se queda en eso es también un particular, intenso, viaje de descubrimiento de parte de la increíble protagonista.
Este film fue premiado con el Astor de Oro 2016 en el Festival de Mar del Plata, por ser la mejor película. La directora, guionista y protagonista es Hadas Ben Aroya, una mujer israelí muy joven y talentosa que acierta con un tono melancólico, amargo e irónico al contar las desventuras del amor. Una chica que se acaba de separar, que sufre el rechazo del que comprende ahora, era un gran amor, que combate su soledad, su perdida con nuevas conquistas. Ella es el centro de ese mundo de nuevos compañeros con los que experimenta en el sexo lo que cree que perdió. Y en la compañía de esos hombres distintos, amigos con derecho a roce, cada experiencia deja su sabor desencantado, su cuota de mirada inteligente y aguda, su soledad más profunda. Por ese sentimiento perdido es capaz de humillarse como nunca. Por ese tiempo de una generación llamada “millennials” en un Israel moderno, pero que tiene la universalidad como para pensar que pudo haber transcurrido en Palermo Hollywood. Fresca, desprejuiciada, narcisista, pero también sin miedo de llegar hasta el hueso en el análisis de comportamientos de los más jóvenes, temerosos del compromiso pero también sufrientes por amor.
Es la opera prima de Christian Ercolano, que también produjo este documental sobre el esplendor y decadencia de un pueblo construido alrededor de un inmenso frigorífico de extracto de carne y carne enlata. A principios del siglo 20, se funda Liebig s Extracto f Meat Company Limited. Al estilo de las empresas inglesas de antaño que construían las casas para los empleados de todos los rangos, clubs sociales, actividades deportivas, colegios y biblioteca. Un esplendor que se apagó definitivamente en los años 70 sumiendo al pueblo en una nostalgia fantasmagórica de sueños que ya no volverán. Por eso el documental se nutre de los recuerdos de ex empleados, todos mayores, muchos que no están, en reuniones para recordar viejos tiempos y en representaciones teatrales de hechos enriquecidos por la leyenda. Un registro en un solo tono de lamento por el fin de una empresa pujante y paternalista como ya no existen en el mundo actual.