Es un drama basado en hechos reales, que cuenta lo que le ocurrió a Jeff Bauman que fue a alentar a su ex novia en el maratón de Boston en el 2013 y como consecuencia del ataque terrorista perdió sus dos piernas. La película dirigida por David Gordon Green, le escapa la historia de superación personal basada en hechos reales, que tiene todos los lugares comunes. Este film los posee, pero muestra además, y gracias también al trabajo y la entrega de Jack Gyllenhaal, que le pasa a ese hombre que sufre la amputación de sus piernas cuando, con el beneplácito de su familia, una madre dominante y borracha, hombres que se aprovechan de la situación, se transforma en un héroe mediático. Así acumula compromisos en cachas de béisbol, futbol americano, hospitales con otros heridos, programas de televisión. Llega un punto en que, incomprendido por todos, menos por su ex que se transforma otra vez en su pareja, tiene cada vez mas angustia y pánico en esos actos multitudinarios que lo endiosan, mientras el se destruye con el alcohol y no hace nada por su rehabilitación. Hasta que un hecho puntual lo hace reaccionar. Buscador de la lágrima en la audiencia, no le escapa a la crudeza de la situación psicológica del protagonista, ni a la sangrienta reconstrucción de lo sucedido. Solo esa verdad, ese detrás de escena de la utilización del héroe, sin ninguna piedad, las ventajas de sus allegados que se desentienden de sus verdaderas necesidades, le otorga a este film lo más interesante.
Una muy graciosa comedia uruguaya, ubicada en un pueblo fronterizo, Mosquitos, que esta basada en la novela “Alivio de luto” de Mario Delgado Aparaim. Dirige Guillermo Casanova que co-escribió el guión con Inés Bortagaray. Es la etapa final de la dictadura en Uruguay, y dos amigos deciden llevar adelante un gran acto de rebeldía: robarle los enanos de jardín al insoportable coronel local y leer una proclama en la radio local. Uno de ellos es apresado, y nadie sabe donde esta. El otro, se encierra para vivir su dolor y frustración. Hasta que llega el momento de un plan descabellado que consiste en contar de manera muy especial toda la historia de la humanidad y rebelarse, unidos, para lograr la libertad del preso. Una metáfora sobre la solidaridad, la estupidez del poder, lo cuadrado que pueden ser algunos militares, la obsecuencia, el inconformismo y la contagiosa necesidad de todo un pueblo para sacudirse tanto autoritarismo. Con entrañables actores y un clima campestre de ingenuidad y certera sátira política y social, con un bajo presupuesto pero con ideas claras y talento, surge este film entrañable.
La oscuridad en una casa grande, donde una actriz sola y consagrada, con la única compañía de una mucama, desata lo que después impera en el reino interno de esa mujer con toda la sensibilidad a flor de piel. Ella, encarnada por una Valeria Bertucelli que magnetiza cada escena del film con una actuación merecidamente premiada en Sundance, conmovedoramente entregada a un desafío que no solo la tiene como protagonista, sino como guionista y co-directora con Fabiana Tiscornia. Ese ser en el medio de un vendaval que incluye vientos reales, emociones como ráfagas que la arrastran y le impiden con esa inseguridad y ese pánico, disfrutar, estar en el aquí y ahora, pensar en su próximo debut con un unipersonal. La veremos al lado de ese amigo que se muere en Dinamarca, pero también lejos de él sufriendo lo indecible. La reina del miedo, como una anti-heroína, que sin embargo, saca fuerzas impensadas para seguir a flote entre tanto naufragio. Una profunda mirada sobre una naturaleza femenina torturada por inseguridades y miedos irracionales, sufriente, sin entender como se vive lo simple, lo cotidiano, los adioses definitivos. La película tiene un empuje, un suspenso, se sostiene, por la actuación de Valeria y por unos rubros técnicos sobresalientes que la hacen parecer lujosa y costosa. Interesante, entretenida y conmovedora.
Con guión, dirección y producción de Martín Viaggio, la película propone una disquisición sobre amores ideales, correspondidos, agraviados, encuentros y desencuentros que tienen que ver con experiencias, literatura, deseos de ser amado y vientos de independencia que atraviesan todas las relaciones amorosas. Una comedia que tiene su frescura, pero a medida que avanza tropieza con situaciones de poca profundidad, de recetas para amores soñados, de ilusiones perdidas. Escritor que conoce a una bella brasileña que es su amiga pero también su amor, ella se enamora de un artista brasileño que recorre el mundo y después de un tiempo corre tras el. Lo quiere y no lo quiere, mientras el sufriente escritor enamorado suma experiencias y deseos. Tanto ir y venir transforma a la película en un manual para melancólicos que tiene su discreto encanto. Bien el elenco con Guillermo Pfening y los brasileros Bella Carrrijo y Daniel Alvin. Entretenimiento módico.
Una puerta abierta a un hombre y su mundo que ejerce un oficio inquietante, ser taxidermista. Guillermo Violini, el profesional que trabaja en su casa, un lugar poblado de cabezas de ciervos y osos, con el tigre del titulo dispuesto a un ataque eterno que el manipula en un mundo que fascina y extraña a su familia, al mismo tiempo. Una personalidad que va de la oscuridad a la ironía, a reflexiones que emparentan su oficio como una derrota a la muerte. Con filmaciones en VHS de momentos familiares, mas confesiones profundas y anécdotas de clientes que adoran a sus mascotas y las llevan a su taller para tenerlas para siempre, como si se trataran de animales de peluche, de presencia constante en la trama. Como si se tratara de una tragedia anunciada, los problemas de salud del protagonista y su negativa a cuidarse, todo queda revelado. Una intimidad y un oficio excéntrico y sin dudas excéntrico.
Una comedia italiana que propone algo que no es novedoso en el cine, el cambio de personalidades en el cuerpo del otro. En este caso es un matrimonio de diez años que se lleva mal, que concurre a una sesión de terapia de pareja, pero al salir casi están seguros de que el divorcio es la solución. Ella trabaja en la tele como periodista, es una estrella en ascenso, el es neurólogo, opera cerebros e investiga su funcionamiento. Por hacer un experimento en casa, la personalidad de uno pasa al otro y viceversa. El tendrá el cuerpo de ella, y ella está en el “envase” de su marido. A partir de allí, y aprovechando el histrionismo de los actores, el eficaz Pierfrancesco Fanno y Kasia Smutniak, se construye una comedia reidera, de módico entretenimiento, que busca lo que en algunas terapias se pide: ponerse en el lugar del otro para mejorar una relación. Se pone en juego un mecanismo que pone e evidencia errores, preconceptos, machismo, feminismo, celos, y toda la gama posible de equívocos explotados al máximo buscando lo ridículo. Amable, con cierta simpatía sin mayores pretensiones.
Aunque pasó mucho tiempo de las dos películas de Lara Croft en la piel de Angelina Jolie, en el 2001y el 2003, el desafío de reemplazarla para Alicia Vikander es grande. Pero convence. No tiene la belleza magnética de la diva con su rostro único, pero es mejor actriz. El tema es que la película que dirige Roar Uthaug tarda mucho en llegar realmente a la aventura y se engolosina sin justificación en entrenamientos y una carrera de bicis, hasta que la acción prometida comienza. Y si bien se exagera con el vínculo padre e hija, para motivar las acciones, las escenas de jungla y todos los mecanismos de la famosa tumba de una emperatriz china tiene el aire a lo Indiana Jones y esta muy bien logrado el impacto. Por supuesto que da la puerta abierta para que esta heroína se luzca en el futuro y se vea disparada directamente a las fantásticas hazañas. Diversión módica para una protagonista resucitada en el momento justo, como una suerte de precuela, con una actriz que hasta ahora daba muestras de sensibilidad artística y debió entrenar y endurecerse para hacernos creer que es una trotamundos insaciable e imbatible. Para los que aman la acción y tienen el recuerdo de las anteriores producciones, terminarán aceptado la nueva cara de Lara. Demasiados trucos digitales y pocos momentos de algún interludio amoroso, reemplazados por la devoción filial. Sin embargo cuando arriban las persecuciones o se adentra en la maldición china, todo empieza a funcionar.
La unión creativa de dos talentos que nunca provocan la indiferencia. El director Paul Thomas Anderson y el enorme actor Daniel Day Lewis que encima anuncia que este será su último trabajo actoral. Entre los dos maduraron esta historia y se da como seguro la colaboración del actor en el guión, con la expresa disposición de no figurar. Lo cierto es que se sumergen en un mundo increíblemente frívolo, pero profundamente creativo, seriamente encarado como una profesión que le vale la vida para el protagonista. Un modisto de los años 50 en Londres, que se dice esta lejanamente inspirado en el genio de Cristóbal Balenciaga. La construcción detallada del mundo del modisto, en su pequeño reino de silencios, caprichos, ritos, se construye en una atmósfera asfixiante y creativa, donde él es un pequeño reyezuelo, un niño caprichoso que construyó un mundo de reglas y comidas elaboradas minuciosamente, para favorecer su genio creativo. A su lado esta su silenciosa y aguda hermana. Y para terminar el triángulo permanente de sus relaciones amorosas, el termina su relación con una modelo e ingresa a otra historia con una camarera en un pueblo del interior a la que transformará en modelo, empleada, amante, a la que pondrá en un pedestal o tratará como a una cenicienta. Mientras tanto se ve su mundo de telas suntuosas, sus clientes aristócratas y de la realeza, sus modelos estructurados, sus vestidos tratados como esculturas. Pero cuando llega el tercer acto, uno se da cuenta que los anteriores solo fueron un preámbulo para sumergirnos en el oscuro mundo de las relaciones amorosas, con dominador y dominada que intercambian papeles y se cruzan en la perversión y la dependencia, con la singular manera que encuentra Clara para soportar una situación y un amor tóxico pero del que le es imposible salir, por eso se sumerge en él, para transformarlo en motor de su vida. Intrigante, sorprendente, intensa, imperfecta. Un film para repensar y fascinarse con el talento desplegado por el director, su inmenso protagonista y esas mujeres que acompañan y marcan su vida.
Una familia y su terruño. El lazo de sangre que los une y la pertenencia como valor a rescatar. El caso sucede en Francia, el padre dueño de buenos viñedos en Borgoña y sus hijos. La muerte de ese hombre reúne a sus tres herederos. El que emigró por no soportar trabajar con su padre, que regresa. La única mujer, la que posee la nariz y la sapiencia para producir buenos vinos, y el menor ya casado y con un hijo que además padece a un suegro viñatero y dominante. Entre el que regreso con sus conflictos familiares con una especie de separación no confirmada de su mujer y un nene al que extraña. La mujer sola. El menor insatisfecho. Ellos deben decidir si siguen con la herencia recibida o repartir los bienes. Y mientras discuten y cavilan, deben atender los viñedos, la cosecha, el momento exacto, la mezcla de vinos, el ambiente competitivo, la defensa de las tierras. Y en las cuatro estaciones, y el devenir antes de las decisiones, se integra esa pertenencia a sus orígenes y a los viñedos como un personaje más y determinante. Con un buen elenco, y un director como Cedric Klapisch que saca partido de ellos, más un conocimiento del tema de vinos, con sus ritos y costumbres, el film construye un buen entretenimiento, un poco extenso, que entre estallidos de felicidad y melancolías afloradas se acerca a la emoción de cada personaje.
El director Fatih Akin, alemán, de familia turca, toca el tema de la justicia por mano propia, cuando los jueces fallan en sus veredictos, pero con una vuelta de tuerca muy especial. En el argumento, escrito por el realizador con Hark Bohm se tocan muchos temas sensibles, las chicanas legales de abogados con pocos escrúpulos, el resurgimiento de grupos neo nazis, con gente joven entre sus filas, el cuestionamiento de cómo reaccionaria cada espectador frente a una situación que involucre directamente a un hijo y a un marido. Eligió como protagonista a Diane Kruger, que filma por primera vez en su país y que sostiene la película con una actuación digna de los mejores elogios. Gano como mejor actriz en Cannes y el filme tuvo su Golden Globe y otros premios. La primera parte esta dedicada a mostrar un casamiento en la cárcel, con el hombre que cumplió su condena como traficante de drogas, y el personaje de Diane. Luego la vida cotidiana con su pequeño hijo y como el atentado con una bomba borra a la familia de la protagonista. El director se toma su tiempo para mostrar lo devastada que esta esa mujer, luego de manera convencional muestra los entretelones del juicio con los culpables, y por fin como una mujer puede convertirse en una vengadora pero con dudas y sorpresas. No es un gran film, pero mantiene la tensión, vale por el gran trabajo de la Kruger, y para quedarse discutiendo sobre el contenido final.