Volando alto

Crítica de Diego Serlin - Todo lo ve

iguiendo la línea de aquellos films basados en historias o hechos reales, generalmente dramas, cuyo objetivo final pareciera ser siempre dejar algún mensaje inspirador, de reflexión o fabula, "Volando alto" sigue las reglas, pero imprimiéndole emotividad y ese toque de humor ingles que la aleja del drama y la vuelve disfrutable.

Basado en la historia de Eddie Edwards -conocido como "Eddie el Águila"-, el primer competidor británico en salto de esquí, cuyas capacidades físicas no cuadraban con sus aspiraciones que lucho por cumplir su sueño de la infancia y entrar en los Juegos Olímpicos de invierno de Calgary en 1988, convirtiéndose en el primer deportista británico que compitió en salto de esquí y que ganó los corazones del público por la perseverancia demostrada ante sus numerosos fracasos

Volando alto es un clásico relato sobre un hombre que, teniendo todos los pronósticos en contra, lucha para alcanzar el éxito. Con todos los clichés, tanto en situaciones como en diálogos y características de sus personajes -El padre incomprensible, la mamá cómplice, los constantes rechazos incluyendo el del entrenador que eventualmente acepta ayudarle, entrenamientos al ritmo de la música y el momento de gloria-, que recuerdan a películas como Mi Gran Oportunidad -One Chance-, basada en la biografía de Paul Potts -interpretado por el comediante inglés James Corden-, un ignoto vendedor de celulares que en 2007 ganó la primera edición del concurso de aficionados “Britain's got talent”.

El carisma de Taron Egerton -Kingsman: Servicio secreto- en el papel de Eddie cuya ingenuidad pareciera verdadera, sumado a la buena química con Hugh jackman -personaje que en vida real nunca existió- generan empatía y vuelven entretenida esta especie de fábula deportiva sobre alguien que nunca llegó a ser un atleta destacado pero demostró que el trabajo duro y perseverancia, incluso en ausencia de la riqueza, puede producir grandeza.

Con toques de humor ingles, burlándose de la burocracia inglesa -aquí los villanos son el comité del equipo olímpico-, algunas vertiginosas escenas en la nieve y una banda sonora que le da fluidez a la película, Volando alto es un poco memorable pero entretenido y emotivo biopic.