Vivir de noche

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

Amor entre balas y alcohol

Ben Affleck ya mostró su dominio de la dirección en "Desapareció una noche" y "Atracción peligrosa", pero fue "Argo" la que en 2013 llamó la atención mundial en esa faceta del actor luego de ganar tres Oscar, uno de ellos como mejor película. Affleck, también guionista de "Vivir de noche" vuelve a mostrar su preferencia por la acción y la intriga, y en este caso se remonta a las primeras décadas del siglo pasado cuando en Estados Unidos imperaba la Ley Seca. Affleck, que también protagoniza el filme, interpreta al líder de una banda de asaltantes de Boston que después de un mal golpe, termina relacionándose con los capos de la mafia que lo quieren a su servicio.
   El filme está dividido en dos partes. La primera, con un ritmo y un guión fluidos, que avanzan a golpe de diálogos breves y contundentes, persecuciones, balazos y un diseño de arte que reproduce los menores detalles de la época. Pero luego, el relato pierde impulso, aunque no interés, cuando el protagonista se muda de Boston a la periferia de Miami para organizar el tráfico de alcohol y el policial se interna en el romance. Affleck, cuyo personaje además de delincuente y gángster tiene buen corazón, rinde un sólido tributo a los clásicos del género y lo hace con estilo y una producción impecables y buenas actuaciones de un elenco en el que se lucen hasta los personajes secundarios.