Viudas

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Curiosa carrera la del director inglés Steve McQueen. Tras casi dos décadas rodando cortos experimentales, debutó en el largometraje con Hunger (2008), sobre la historia real de la huelga de hambre del activista irlandés Bobby Sands; en 2011 rodó la provocadora Shame: Sin reservas (también con Michael Fassbender); y en 2014 ganó el premio Oscar a Mejor Película con la amada y odiada 12 años de esclavitud. Ahora, tras cinco años de paréntesis, regresa con una película extraña y ambiciosa que tiene a un auténtico dream-team actoral para una estructura coral con claras reminiscencias del cine de Robert Altman en la que, tras un trasfondo de thriller de robos, hay una mirada descarnada al machismo imperante y a la corrupción del sistema político.

Las viudas del título (no confundir con el film homónimo de Marcos Carnevale) son unas mujeres que pierden a sus maridos en un fallido golpe que se narra en el inicio del film. Todas quedan en condiciones penosas, sin sus negocios, con trabajos precarios, llenas de deudas y amenazadas por la mafia local para pagar los que sus esposos no cumplieron. La líder del clan es Veronica (Viola Davis), quien encuentra en una agenda que perteneciera a su marido Harry (Liam Neeson) los datos para concretar un golpe por un botín de cinco millones de dólares que puede sacarlas de tantos apuros. A ellas se les sumarán Alice (Elizabath Debicki), Linda (Michelle Rodriguez) y Belle (Cynthia Erivo), mientras que Amanda (una desaprovechada Carrie Coon) se quedará al margen por razones que mejor no revelar.

Con elementos similares a Ocean's 8: Las estafadoras, pero con menos fluidez, más solemnidad y “mensaje”, Viudas es una película que sintoniza con estos tiempos de empoderamiento femenino y, por lo tanto, no extraña que los personajes masculinos sean desde mafiosos afroamericanos con claros sesgos psicopáticos (Daniel Kaluuya y Brian Tyree Henry) hasta políticos llenos de vicios (Robert Duvall y Colin Farrell, como padre e hijo).

Basada en una serie británica de 1983 (que a su vez estaba basada en la novela de Lynda La Plante), Viudas tiene guión del propio McQueen y la reconocida escritora Gillian Flynn (Perdida, Lugares oscuros, Sharp Objects) con una propuesta interesante porque constantemente se desmarca de lo más previsible: el tono aleccionador y el mero thriller de suspenso. Es un híbrido, una mixtura, un constante pendular entre el drama femenino y el cine de género que ofrece más hallazgos que carencias.