Victoria & Abdul

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

La indiscreta amistad de una reina inglesa

Poderosa reina de Gran Bretaña e Irlanda y emperatriz de la India, encorsetada por el protocolo, rodeada de alcahuetes, figurones y obsecuentes, acechada por su propio hijo, ansioso de sucederla de una vez, a Victoria, la "abuela de Europa", como le decían por la cantidad de lazos familiares que forjó con otras coronas, le faltaba algo: una persona amiga.

La encontró en su criado escocés John Brown, y su asistente hindú Abdul Karim. Según dicen, Brown fue demasiado amigo, pero a fin de cuentas vivía lejos, era muy discreto, y de raza blanca. Karim, en cambio, vivía en la Corte, recibía visibles privilegios de la mano real, vestía raro, miraba de modo sobrador, y encima era bastante tostadito. La reina lo quería como a un hijo, o como a un súbdito ideal y exótico. Por él se acercó a otra lengua, y otra cultura. Y cuando ella murió, enseguida lo fletaron de vuelta a la India (con un campito y unos dinerillos, por suerte).

Ahora, sobre delicioso guión de Lee Hall, el veterano Stephen Frears revive esta historia, que viene muy bien por dos razones: ayuda a suavizar la islamofobia creciente en aquellos lares, y afirma el valor del cine clásico. Música, fotografía, vestuario, ambientación, todo aquí resulta exquisito, y las actuaciones son de primera. A la cabeza, Judi Dench, la reina inglesa por antonomasia, que además ya encarnó a Victoria en "Mrs. Brown" (y a Isabel en "Shakespeare enamorado"). Al pie, Ali Fazal, galán de Bollywood, y ahora de Hollywood con "Rápido y furioso 7". Y largo elenco, todos excelentes. Una delicia.

Por supuesto, esto es una película. Los interesados pueden leer "Victoria y Abdul: La historia verdadera del confidente más cercano de la reina", del investigador hindú Shrabani Basu, o echarle un vistazo al generalmente confiable www.historyvshollywood.com. Pero la película es más linda.