Vergüenza y respeto

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Reveladora incursión en las costumbres gitanas

Tomás Lipgot ha hecho buenos retratos individuales. Un director retirado en un asilo de ancianos, un cantautor "egresado" del Borda, un sobreviviente que volvió al campo de concentración para mostrárselo a su nieta, y bromeaba: "Me cobraron la entrada. La primera vez no me cobraron". Ahora Lipgot hace una pintura de grupo: una familia gitana de raza calé, que vive en las afueras del Conurbano. Se dispersa un poco, pero mantiene lo mejor de sus documentales: la sincera amistad con sus entrevistados, y eso se rubrica en la última toma después de los créditos. No a cualquiera los gitanos integran en una foto de familia.

Tampoco a cualquiera le franquean sus casas, no una vez, sino desde los preparativos de un casamiento hasta que los abuelos acunan a su primera nieta. Ellas hablan de las costumbres que cambian y las que se mantienen, como eso de mostrar la camisa ensangrentada en la noche de bodas, de las únicas salidas que se permiten y la poca escolaridad que practican para no mezclarse con los payos, es decir, los que no son gitanos. Habla hasta la chica de 14 ya casada. Ellos hablan del orgullo de trabajar sin patrones y proteger a su gente, las payas que un joven puede tener "porque es varón", la seriedad con que debe asumirse una relación amorosa, "palabra larga, fuerte y difícil". Seguramente se les dirá machistas. Vergüenza y respeto, dice uno de los niños, que está aprendiendo la lengua.

Siguen apasionados y con la camiseta puesta un partido de la Selección nacional. Recuerdan, como quien quedó libre de deudas, un sobrino que murió en Malvinas. Y cantan. Cantan y bailan, a cada rato, con el espíritu andaluz de sus ancestros. Según explica uno de los mayores, en la Argentina están los kalderash, los lovaris, cuyas mujeres visten ropas tradicionales, y los calé. Cada grupo tribal tiene su modo de ser, y sus variantes idiomáticas. El Inadi coproduce la película. El Steven Spielberg Film & Video Archive la auspicia, junto a la Asociación de Identidad Cultural Romaní de la Argentina.