Veredas

Crítica de Ricardo Ottone - Subjetiva

Veredas, de Fernando Cricenti
Por Ricardo Ottone

La comedia romántica siempre fue un género muy popular en este país y un terreno explorado por las grandes productoras, realizado por directores mainstream y con parejas integradas por los nombres más reconocidos del ambiente. Existe sin embargo un terreno al que podemos reconocer como el de la comedia romántica indie, que en mercados como el estadounidense tiene un importante circuito y que en la Argentina no fue demasiado explorado.

Esta vertiente aparte de sus presupuestos más acotados y sus elencos menos poblados de estrellas (que cuando están, suelen aparecer en el rubro de los cameos) tiene sus diferencias sutiles y sus características más reconocibles. En estas se acentúa el carácter perdedor de los protagonistas como una marca más de su encanto, y se caracterizan por su tono menos estridente, su humor más seco y su mirada cínica y desencantada pero no por ello oscura.

Veredas es un film que se reconoce en esta vertiente. Está escrito por su director, Fernando Cricenti, su actor protagónico, Ezequiel Tronconi (a quien también vimos recientemente en el papel de perdedor en Ojalá vivas tiempos interesantes) y la escritora e ilustradora Robertita Superstar, quien se hizo conocida a través del blog Treintañera, de carácter autobiográfico o no, y por la novela “Loser”. Vemos así que es gente que conoce el paño. Sus protagonistas son simpáticos perdedores, aquejados de problemas, poblados de neurosis y acosados por la mala suerte. Y todas estas calamidades contribuyen a hacerlos un poco más queribles.

Federico (Ezequiel Tronconi) es un escritor cuyas novelas se consiguen en las mesas de saldos, separado en circunstancias humillantes y que deambula por la vida prácticamente invisible para el resto del mundo. Lucia (Paula Reca) quiere separarse de su novio pero no se anima a enfrentarlo y finge un viaje que la obliga a esconderse en su casa o andar por la calle con ojos en la nuca. Aunque la suerte no ayuda y cada tanto alguien la reconoce y la retiene más de la cuenta. En esas circunstancias ambos se encuentran por esas casualidades de la vida y deambulan juntos durante todo un día.

Se trata de una película acotada, de corta duración (apenas 70 minutos) cuya trama se desarrolla en un par de días, y en su mayor parte en una tarde-noche, y en un espacio limitado de cuadras. Precisamente el espacio geográfico tiene su protagonismo. Todo el periplo de los personajes, que no paran de moverse, se da dentro de los límites marcados por Juan B. Justo y Scalabrini Ortiz, la zona popularmente conocida y promocionada como Palermo Soho. Salvo por una ocasional y temible desviación por el lado de Gerli. Y así como la ambientación es palermitana también lo es en cierto modo su espíritu. Federico y Lucia viven y circulan por el barrio más de moda, pasan por sus bares y librerías mientras se cruzan con sus mozas-actrices y sus vendedoras de velas aromáticas.

Pero esta elección de blanco, al igual que en la serie Portlandia, que se ríe de los ambientes hipsters de Portland pero dirigida a un público igualmente hipster, se da en el caso de Veredas a modo de quinta columna, es decir desde adentro. Si una buena parte del humor de la película se despliega a costa de los habitantes hipster por no decir snobs de Palermo, en esta categoría de algún modo están incluidos sus propios protagonistas y quizás parte de su público potencial. A lo que contribuyen también algunas referencias como las de la Nouvelle Vage, que remiten a films como Cleo de 5 a 7 (Agnès Varda, 1962) o Una mujer es una mujer (Jean-Luc Godard, 1961), con guiño incluido a Anna Karina en el look de Paula Reca.

Veredas cuenta con un elenco sin grandes figuras (salvo algún cameo, obvio) pero con una buena selección de actores reconocidas del mundillo independiente. Se trata de un film compacto, liviano y en gran parte disfrutable. Es cierto también que la historia es de algún modo previsible y los personajes secundarios son estereotipos. Y si la anécdota es mínima y se sostiene mayormente en los actores, el relato se deja seguir con gracia del mismo modo que seguimos el deambular errático de su pareja protagónica.

VEREDAS
Veredas. Argentina. 2017.
Dirección: Fernando Cricenti. Intérpretes: Ezequiel Tronconi, Paula Reca, Julian Kartun, Alan Sabbagh, Ana Pauls, Paula Carruega, Paloma Contreras, Paula Castagnetti, Lara Pedrosa. Guión: Fernando Cricenti, Robertita Superstar, Ezequiel Tronconi. Fotografía: Fernando Lockett. Música: Fabián Picciano. Edición: Flor Efrón. Duración: 70 minutos.