Valiente

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Valiente es un nuevo film de animación digital que había generado expectativa por su gráfica, su trailer y publicidad en general, augurando un nuevo acierto de la productora Disney-Pixar, más allá de la forzada secuela de Cars -que ya partía de un poco convincente original-. Pero ese universo precolombino, medieval, vikingo, expuesto aquí, no atrae lo suficiente. Más aún teniendo en cuenta que ya estuvo presente de manera magnífica en Cómo
Entrenar a tu Dragón de Dreamworks y también en algunos trazos de Enredados, cuya figura principal, además, ofrecía importantes dosis de rebeldía y arrojo.

Los tres directores proponen una pieza realista y algo sombría, con escasa magia y fantasía, por más que en su trama esté incluido un raro hechizo. Pero el problema fundamental es que la historia no tiene mucho vuelo y casi ninguna subtrama, y de la gran epopeya femenina planteada desde el mismo título se trasluce muy poco. La mentada “valentía” de la princesa Mérida es más que nada un caprichoso enfrentamiento con la figura materna, que la lleva a
cometer un desliz del que buscará redimirse con temple. Dentro del subgénero “princesas de Disney”, el film es una apuesta diferente, pero eso solo no es suficiente.

Tampoco los personajes, una garantía en los productos de Pixar, se destacan. Es muy bello el look de Mérida, pero su personalidad no ofrece demasiado, y lo propio se puede decir de la mayor parte de los roles, apenas los tres pequeños pelirrojos revoltosos proporcionan un par de toques de humor. Precedida por La luna, un corto notable, dotado de enorme poesía, Valiente posee sin dudas una gran calidad visual y cuenta con cierta intriga acerca de cómo se solucionará su enredo. Pero a su falta de sustancia argumental se suman en varios momentos toques de violencia y sobresalto, lo cual la hace poco recomendable para niños de seis años para abajo. Tan sólo un traspié de Pixar que no empaña su gran filmografía.