Una esposa de mentira

Crítica de Martín Oltmann - Ver o no Ver?

Adam Sandler no va a cambiar, el tipo va a morir con la suya. Como actor/productor continúa haciendo el mismo estilo de películas, sin prestar atención a las pésimas críticas que suele recibir. Sandler tiene un público que lo adora, sigue siendo un actor rentable y cualquier proyecto que lleve su nombre seguramente se convertirá en otro éxito comercial, a pesar de la opinión de los críticos.
Aquí vuelve a reunirse, por sexta vez, con el director Dennis Dugan ("Grown Ups", "You Don't Mess with the Zohan", "I Now Pronounce You Chuck & Larry", "Big Daddy", "Happy Gilmore") para presentar esta remake de "Cactus Flower", una divertida comedia de 1969 protagonizada por (nada menos que) Walter Matthau, Ingrid Bergman y Goldie Hawn.
La historia es parecida (un cirujano plástico finge estar casado para conquistar mujeres y evitar así un compromiso, pero cuando encuentra una mujer que realmente le interesa, deberá pedirle ayuda a su asistente para que se haga pasar por su esposa), aunque ha sido aggiornada al "formato sandler": un poco de humor vulgar, otro poco de sentimentalismo y alguna actriz hermosa que acompañe.
A diferencia de los últimos films surgidos de su productora Happy Madison ("Grown Ups", "You Don't Mess with the Zohan"), "Just Go with It" se acerca más a la comedia romántica que a la comedia ordinaria.
Adam Sandler ocupa el rol principal, interpretando el mismo personaje de todas sus comedias, un actor desganado que actúa con piloto automático. Como su asistente y falsa esposa, lo acompaña Jennifer Aniston en un papel bastante simpático, y como la novia, la despampanante Brooklyn Decker, una hermosa y debutante actriz que aporta más belleza que talento actoral. Además, aparece ¿Nicole Kidman?!! en una acotada participación secundaria. La pequeña Bailee Madison es la que más sonrisas saca, con sus caras y falsos acentos.
Filmada en los increíbles paisajes de Hawai, "Just Go with It" no deja de ser una comedia sencilla, liviana y previsible (a la que le sobran 20 minutos), pero al menos resulta lo más rescatable entre los últimos proyectos de Adam Sandler.