Un zoológico en casa

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Cameron Crowe es un director (ex periodista) con una visión particular de las cosas que goza de mucho prestigio en la industria. "Jerry Maguire", "Almost famous", "Elizabethtown" son tres ejemplos de la calidad de su trabajo. En general, se ha destacado por contar como personas comunes, se enfrentan a la adversidad o a lo diferente y logran realizar sus metas luego de costosos recorridos. "We bought a zoo" comparte esa línea pero su universo es distinto: hay chicos de por medio y eso direcciona el relato en otro sentido, sin dudas.
La guionista original detrás de la historia era Aline Brosh McKenna ("Morning Glory","27 dresses"...) pero Crowe metió mano (no lo culpo!) y enriqueció bastante la trama, de manera que el libro original de Benajmin Mee cobró bastante más forma cinematográfica que la esperada a priori. En caso de que no hayan visto el trailer, esta es una historia de superación personal, entrega, convicción...
Les suena?
Benjamin (Matt Damon) es periodista. Le gustan los desafíos y el peligro, pero vive una etapa de crisis porque enviudó hace menos de un año. Tiene dos hijos: Rosie (Maggie Elizabeth Jones) y Dylan (Colin Ford) quienes viven la tragedia familiar de distinta manera, mientras la primera apoya a su padre incondicionalmente, el segundo tiene serios problemas de incomunicación. Benjamin sabe que necesita un cambio en su vida, extraña mucho a su esposa y no tiene mejor idea que mudarse. Luego de una visita con el agente inmobiliario de la zona, elige comprar una propiedad muy especial: una casa que tiene zoológico.
El lugar exige sus condiciones, es un espacio que necesita inversión. Dinero y trabajo. Dentro del equipo que intenta sostener el lugar, se encuentra Kelly (Scarlett Johanson), quien dirige lo que queda del sitio. Este zoológico debe generar ganancias para poder sobrevivir, y para ello debe poder reacondicionarse para recibir visitantes. Es asi que todas las energías de Benjamin y su flamante grupo será llevar adelante semejante cuestión. Desde ya, imaginen llevar adelante un zoológico, cuando ustedes no son especialistas en el tema. La película propone acompañar a esta familia en su camino de reconstrucción de este lugar, externo e interno, iniciando una nueva etapa en la vida de todos.
Lo primero que llama la atención, es que todos están bastante en papel. Damon transmite emoción y sus hijos en la ficción (en especial la encantadora M.E.Jones) son laderos de lujo: hay mucha conexión entre ellos y el soporte familiar es creíble en sus intercambios. No sucede lo mismo con Johansson, quien está enfundada en rol de veterinaria en jefe y se esfuerza todo el tiempo por dejar su lado sexy (el que le nace naturalmente) sin mucho resultado. Acompaña y aporta el poco humor que hay en la cinta, Thomas Haden Church como Duncan, el hermano de Benjamin quien juega al opuesto con bastante resultado. El resto del equipo que mueve los hilos en el zoo está correcto pero no luce.
Desde lo argumental, siento que al film le falta fuerza. Es decir, la situación ofrecía un escenario ideal para el despegue de situaciones más jugadas, dentro de las que se ven en la cinta. Crowe dedica mucho tiempo a regodearse con la figura de la esposa ideal, fallecida en la plenitud de la vida y en cómo eso afecta la vida de la familia y pierde de vista que lo que a la audiencia más le interesa, es lo que pasa en la reconstrucción de ese zoológico. Por ende, la película oscila en esas dos frecuencias, o nos deprimimos y elaboramos el duelo de los protagonistas o presenciamos el armado precario que prepara el resto de cara a la presentación en sociedad del lanzamiento.
No tiene la convicción de una película de Cameron Crowe, si me dejan decirlo en voz alta. Más allá de eso, se deja ver y tiene sus momentos.
Podría funcionar si el tema los atrae, aunque a los más pequeños de la familia quizás les cueste más.