Un zoológico en casa

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

El sueño de tener un zoológico propio

Por pura y cinematográfica casualidad, la temporada local 2011 comienza y termina con Matt Damon en dos historias sobre la elaboración del duelo por los seres queridos: la excelente «Más allá de la vida», de Clint Eastwood, y la comedia sentimental que ahora vemos, de Cameron Crowe. Las mismas difieren en riesgo artístico e intensidad filosófica y dramática, pero, cada una a su manera, coinciden en una misma intención consoladora (y en alguna otra cosita que no corresponde anticipar). Y Damon actúa debidamente en las dos. Y está muy bien que terminemos el año con la más suave.

«Un zoológico en casa» adapta con estilo de viejo y buen Hollywood la experiencia del inglés Ben Mee, columnista de «The Guardian» que, tras haber enviudado, decidió mudarse a alguna casa rural donde vivir con su madre, su hermano y sus dos hijos, y terminó comprando un zoológico en quiebra. El hombre escribió su experiencia en un curioso libro, «We Bought a Zoo», subtitulado «The Amazing True Story of a Young Family, a Broken Down Zoo, and the 200 Wild Animals That Changed Their Lives Forever», y la Fox le compró los derechos.

Por supuesto, hizo algunos cambios: pasó la historia del sudoeste de Inglaterra al sudeste de California, eliminó el personaje de la madre, agregó el de la atendible jefa que hace Scarlett Johansson, metió un típico conflicto de hijo adolescente y malcriado, y transformó al periodista original en uno más fotogénico. El original es un pelado tipo Pepín Cascarón que aparece con sus hijos en la escena de reapertura del zoológico. También los chicos lucen distintos, y algunos animales. Pero las intenciones permanecen: defensa de los zoológicos como resguardo de criaturas en riesgo, elogio del amor que tiene el personal por los bichos a su cargo, descripción de los ingentes gastos que todo eso requiere, y, sobre todo, particular pintura del amor y el desgaste que un viudo tiene por sus recuerdos y su familia.

En esto la película tiene algunas escenas de inesperado halo poético. Y en todo, una equilibrada mezcla de penas y sonrisas, estas últimas generalmente a cargo de la pequeña y compradora Maggie Elizabeth Jones y de Thomas Haden Church, que hace de hermano inicialmente escéptico. El resultado es previsible, pero mejor de lo que podría esperarse. Director, Cameron Crowe, el de «Jerry Maguire» y de la serie documental «American Masters», dedicada a grandes artistas populares. Coguionista, la flacucha Aline Brosh MacKenna, que, siguiendo el camino de nuestro recordado Abel Santa Cruz, primero se graduó con todos los honores en Harvard y después se reveló como eficaz libretista de comedias. En su caso, «El diablo viste a la moda», «Las reglas de la seducción», «27 bodas», «¿Cómo lo hace?» y siguen los éxitos.