Un piso para tres

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Una efectiva comedia italiana

Carlo Verdone es un conocido comediante de la televisión italiana, es guionista, director y ha hecho varios espectáculos de cabaret en su Roma natal.

En "Un piso para tres", de la que Verdone es director, guionista y actor, se disfruta de ese ritmo chispeante, si se quiere algo afiebrado, en el que padres separados, mujeres divorciadas, e hijos propios y de otros matrimonios, discuten, se quieren, se rechazan y le aportan ese condimento que hace entretenida a la vida, que no siempre es agradable.

El filme de Verdone posa una irónica mirada sobre la Italia actual y refleja además la crisis económica del continente y lo hace a través de tres hombres separados, obligados a pasar una mensualidad a sus ex para la crianza de sus hijos.

LOS AMIGOS
Esclavo de los propios errores de un matrimonio que ha fracasado, Ulises (Carlo Verdone), que vive en el fondo de su local de venta de discos de vinilo, decide alquilar un departamento y proponerles a dos de sus amigos, que lo compartan con él, para alivianar los gastos. Los otros dos, son Domenico (Marco Giallini) un agente inmobiliario, un poco "chanta" que la juega de galán y Fulvio (Pierfrancesco Favino), un ex crítico de cine, que fue relegado en el medio para el que trabajaba y terminó escribiendo crónicas de sociedad.

Los tres irán aprendiendo de a poco a conocerse en la intimidad y a soportar las manías individuales. Si no los hubiera reunido la crisis, tal vez, sería imposible verlos juntos, pero la vida a veces da sorpresas y en definitiva, Ulises, Domenico y Fulvio aprenden a ayudarse. Lo que despierta no pocas situaciones absurdas y risueñas, como la que sucede cuando debido a un dolor en el pecho que sufre Domenico, los otros deciden llamar a Gloria (Micaela Ramazotti) una cardióloga, de la que Ulises termina enamorándose.

LOS VINCULOS
"Un piso para tres" se apoya en los vínculos que los amigos van construyendo entre unos y otros, lo que por momento adquiere tonos algo exasperantes, sumado a discusiones que parecen interminables y que de algún modo reflejan las diferencias generacionales -pequeñas-, que definen a cada personaje.

Carlo Verdone, consigue una comedia entretenida, que permite el acercamiento a un estilo de cine, el italiano, que siempre resulta atractivo, debido a ese sello de inconfundible identidad que le imprimen sus actores.
Carlo Verdone (Ulises), Marco Giallini (Domenico) y Pierfranceso Favino (Fulvio), a través de sus personajes rescatan parte del sabor de las viejas comedias italianas de los inolvidables Alberto Sordi y Ugo Tognazzi.