Un despertar glorioso

Crítica de Martín Oltmann - Ver o no Ver?

Cada tanto aparece en el cine una actriz que con su carisma y simpatía es capaz de llenar toda la pantalla. Ocurrió con Julia Roberts y Meg Ryan en las comedias de los años 90, y ahora sucede lo mismo con Rachel McAdams en "Morning Glory".
Este es el principal acierto en el nuevo trabajo del director Roger Michell ("Notting Hill"), donde una mala elección de actriz para este rol (digamos Jennifer Aniston o Katherine Heigl) seguramente hubiera arrojado un resultado muy diferente.
Escrita por Aline Brosh McKenna, guionista de "The Devil Wears Prada", ésta es una comedia ligera y divertida, muy en la linea de aquel film protagonizado por Meryl Streep y Anne Hathaway (quien también habría encajado perfecto en el papel interpretado por Rachel McAdams). Así como "The Devil..." mostraba el detrás de escena del mundo de la moda, "Morning Glory" lo hace con el mundo de la TV.
La historia se centra en los desafíos laborales que debe enfrentar una joven productora cuando asume el control de un programa matutino de noticias en decadencia, relegando a segundo plano el lado romántico que todas estas películas suelen tener, con la relación entre esta mujer y un productor (interpretado por Patrick Wilson).
Además de la encantadora Rachel McAdams, la película se nutre de un excelente elenco secundario conformado por Harrison Ford (como el desganado y malhumorado conductor del noticiero, su mejor actuación en años), Diane Keaton, Jeff Goldblum y John Pankow.
Evitando el humor ordinario y con un estilo que remite a las viejas comedias "screwball" de los años 30, "Morning Glory" logra convertirse en una propuesta simpática y previsible que no busca sorprender ni hacer pensar, sino que va a lo seguro y cumple el simple objetivo de entretener.