Un despertar glorioso

Crítica de Juan Carlos Di Lullo - La Gaceta

Todo vale en la lucha por el rating

El director Roger Michell sabe perfectamente que tiene entre manos una comedia amable y divertida y dedica todos sus esfuerzos a contarla como mandan las reglas del género. Cuenta para ello con una protagonista bonita y simpática y con un elenco de primeras figuras para desarrollar los personajes secundarios. Rachel McAdams, a cargo del rol protagónico, cumple con las expectativas y anima con buenos recursos a una productora de televisión que pone todo lo que tiene a mano en la tarea de levantar el rating de un alicaído programa.

La película centra su acción en el particular mundo de los shows de la mañana, esos espacios en los que se pasa con gran naturalidad del detalle de una receta para preparar omelettes a un adiestrador de ranas e, inmediatamente, a un móvil desde un choque múltiple en una autopista. También pinta la despiadada lucha por una centésima de punto en la medición de audiencia, el altar moderno en el que se sacrifican el buen gusto, la prudencia, los códigos de ética periodística y hasta la dignidad profesional de muchos de los que allí intervienen

Pero a Michell no le interesa hacer una reflexión profunda sobre la televisión, a la manera de la inolvidable "Poder que mata" ("Network", Sidney Lumet, 1976) -entre otras- sino aprovechar ese ambiente de ambiciones personales, frustraciones profesionales y principios morales difusos para desarrollar allí la historia de esta joven productora que tiene que salvar del naufragio al programa en cuestión.

Harrison Ford encarna a una ex estrella del periodismo que acepta a regañadientes integrarse a un envío que desprecia y detesta, Diane Keaton a la conductora del programa (una ex reina de belleza en franca decadencia), Jeff Goldblum al poco escrupuloso gerente de la emisora y Patrick Wilson a un compañero de tareas de la protagonista, apuesto y simpático, para dar lugar al costado romántico de la historia. Si se los hubiera explotado al máximo, mucho mejor habría sido el resultado.