Un amor inseparable

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Es una de esas comedias destinadas a perdurar en el recuerdo por su dosis de encanto, romanticismo, inteligencia de diálogos, por escaparle a los lugares comunes o transitarlos con aire fresco. Es mucho cuando se trata de una de “romance” que suele contener la receta de siempre repetida hasta el cansancio. En este caso es la historia de Kumail Nanjiani que escribió junto con su esposa Emily V. Gordon sobre su propio e improbable romance. Y para el film dirigido por Michael Showalter, Kumail se interpreta a si mismo, acompañado por la encantadora Zoe Kazan (que también es escritora y nieta de Elia Kazan) y un muy buen elenco donde brilla Holly Hunter y Ray Romano. Es la relación que se arma entre un paquistaní que sueña con ser una estrella del Stand Up y una estudiante que una noche va a verlo y le grita con entusiasmo durante su rutina. Ninguno de los dos quiere historias de amor y ya desde el vamos creen estar destinados al “touch ando go”. El tiene un mandato familiar de casarse con una paquistaní y su madre no para de invitarle hermosas candidatas que el rechaza, porque no pretende un casamiento arreglado, que es tradición en su país. La relación que inició con esa chica norteamericana no prospera, pero ella enferma gravemente y el se mantiene a su lado conociendo a los desesperados padres de su ex. Todo el planteo de diferencias culturales, enojos, enredos, culpas y verdaderos sentimientos logra emocionar al público porque lo que se dice y se muestra tiene verdad, no va a la lágrima fácil y se llega a los sentimientos limpiamente. Kumail Nankiani tiene una frescura única, Zoe Kazan esta perfecta en su rol y son una pareja difícil de olvidar. No se la pierda.