Tu amor, mi perdición

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Una relación contradictoria

Tu amor, mi perdición", establece un contrapunto entre la vida y la muerte. Habla de tener que tomar una decisión en un momento en que no se está preparado para hacerlo, por eso una pareja de enamorados por momentos parece vivir un presente que quisiera que no se terminara nunca.

El actor francés Louis-Do de Lencquesaing se animó a asumir el doble papel de protagonista y director de "Tu amor, mi perdición", con resultados desparejos.
Lencquesaing a quien se vió en "El padre de mis hijos" y en "Elle", junto a Juliette Binoche, en este filme cubre el papel de un escritor divorciado, con una hija, Camille (Alice de Lencquesaing), que imprevistamente se enamora de una joven que está a punto de casarse.
Desde "Pigmalion" de George Bernard Shaw a la novela "Lolita" de Vladimir Nabokov, también llevada al cine, las relaciones desparejas entre un hombre de cincuenta y pico de años y una joven, viene nutriendo la cinematografía a lo largo de décadas.

UN CONTRAPUNTO
"Tu amor, mi perdición", establece un contrapunto entre la vida y la muerte. Cuando el amor entre Paul (Lencquesaing) y Ada (Valentina Cervi) prospera, muere el padre de él, lo que lo lleva a apoyarse en su hija y en su nueva novia (que conoció a través de su editora).
El filme habla de tener que tomar una decisión en un momento en que no se está preparado para hacerlo, por eso la pareja de enamorados por momentos parecen vivir un presente que quisieran que no se terminara nunca.
Si bien el guión de Lencquesaing por momentos pone de manifiesto ciertos baches y no aporta demasiado a la historia, su valor radica en la dirección de actores, entre los que se destacan el mismo Lenquesaing y Valentina Cervi.