Tortugas Ninja 2: Fuera de las sombras

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

Miguel Angel, Donatello, Leonardo y Rafael están ante un dilema. Salir o no salir de las alcantarillas. Por ahí va el título "Fuera de las sombras", claro que para ella se toparán con el desafío de respetar o no su esencia. Y también asomarán los códigos de honor de hermanos. Más allá de esta apuesta a los valores, lo flaco de esta historia pasará por un guión remanido. El viejo vicio de las películas del mainstream estadounidense que sigue esta línea argumental: se viene el fin del mundo y el caos total arranca en Nueva York. Y sólo un grupo de valientes intrépidos podrá salvar a la humanidad. Claro, y tenían que ser justicieros por mano propia del ombligo del mundo, los Estados Unidos de Norteamérica. Las Tortugas Ninja tendrán que enfrentar a Destructor para proteger el pellejo de los mortales, pero sobre todo para que todos sepan cuál es su función en el mundo. En esta película en la que sobra media hora al menos, el espectador se ríe poco pero se entretiene mucho, quizá ese sea el punto convocante. Porque más allá de la obviedad de la trama, se rescatan las escenas de acción, los logrados trucos de los efectos computarizados y, desde ya, la belleza excelsa de Megan Fox, que da el tono justo de su personaje como la única amiga leal de Las Tortujas Ninja. Acertado también el rol de Laura Linney, que le sobró talento para su jefa de policía. Para ver en una tarde con pororó.