Todo lo que necesitas es amor

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

Luego de siete largometrajes dramáticos de gran intensidad, la realizadora danesa Susanne Bier entrega ahora una comedia romántica que habla de los hondos sentimientos por los que atraviesan muchos seres humanos.

Todo lo que necesitas es amor no es una comedia romántica con personajes bidimensionales; aquí hay una mujer en una situación realmente desdichada y un hombre que deberá decidir entre un pasado que lo tortura y un futuro que lo sacará de su desdicha. La directora no intentó evitar el dolor, pero se esforzó para que no fuera inquietante y lo difícil (y logrado) fue tratar con encanto un tema incómodo, aunque sea sólo una parte de la historia. Los responsables de la trama se ciñeron al pie de la letra a las reglas de la comedia romántica y desde el principio del encuentro de la pareja central parece que ambos viven micromundos aparte. Varios personajes secundarios añaden toques de humor, como la engreída cuñada de él decidida a conquistarlo, o la amante del ex marido de ella, que no duda en demostrar su inmadurez. La realizadora tuvo una gran capacidad para elegir a su elenco, en el que se destacan Pierce Brosnan, que sabe ponerse en la piel de ese hombre que necesitaba de un nuevo amor, y Trine Dyrholm, como esa mujer que va descubriendo su sentimiento a pesar de los problemas.