Tesis sobre un homicidio

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Buscando la huidiza justicia

Es un "thriller" psicológico, que tiene puntos de contacto con la exitosa "El secreto de sus ojos" y de la que conserva el equipo de producción y a su principal protagonista. Formalmente impecable, con una buena fotografía y un equipo en el que se destaca Ricardo Darín como el abogado Roberto Bermúdez.

A Roberto Bermúdez (Ricardo Darín) el tema de la justicia le llevó la vida. Una carrera jurídica, la docencia del derecho y ahora una oportunidad para que la justicia se cumpla.

Cuando el filme comienza, el doctor Bermúdez enseña en la Facultad de Derecho, tiene a su cargo la cátedra de Derecho penal y pasa un mal momento por su reciente separación y su afición al alcohol pero, apasionado por el tema de la justicia, escribe sobre ella, sin pensar que el destino le va a dar una oportunidad para poner en juego sus conocimientos con un asesinato, que ocurre, prácticamente a sus pies. Y es a sus pies, porque ocurrió en el estacionamiento que se extiende debajo del aula en la que él dicta sus clases.

Bermúdez decide hacer cumplir la justicia y encontrar al asesino. Y se larga a esa tarea casi con fanatismo. El problema es que parece ser que el que mató es muy astuto y hasta puede ser uno de sus mejores alumnos, con el que muchas veces conversa por ser el hijo de una amiga que vive en España.

UN POSIBLE ASESINO

"Tesis sobre un homicidio" es un "thriller" psicológico, que tiene puntos de contacto con la exitosa "El secreto de sus ojos" y de la que conserva el equipo de producción y a su principal protagonista.

La película comienza con bríos, esboza algunos caracteres interesantes como el del abogado Bermúdez, o el universitario Gonzalo Ruiz Cordera (Alberto Ammann), pero se frena y derrapa en el final. A pesar de todo, el desarrollo atrae, aunque no se logra profundizar en los personajes, se incorporan figuras secundarias que no evolucionan y el diálogo abunda en lugares comunes y excesos explicativos.

Formalmente impecable, con una buena fotografía y un equipo en el que se destacan Ricardo Darín como el abogado Bermúdez, un muy interesante Alberto Amman (Gonzalo Ruiz Cordera), joven actor cordobés formado en España, como el probable asesino, Arturo Puig como Alfredo Hernández, el amigo de Bermúdez y Antonio Ugo, un gran actor, recientemente desaparecido, que hace su última intervención en el personaje de Mario Passalaqua.