Terror en la Antártida

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

Crímenes bajo cero

Se trata de un proyecto que tardó 10 años en pasar del papel a la pantalla grande. En 1999, Columbia Pictures compró los derechos de un cómic llamado Whiteout (traducible como “Blanco afuera”), ambientado en la Antártida y tributario del género policial, y lo puso en manos de un par de sus guionistas. Estos hombres trabajaron sobre un eje que luego terminó demorando todo. Colocaron en el rol central a una mujer, y como antagonista. a otra mujer.

Al estudio le pareció que una puja de ese tipo no iba a interesa al público y decidió mandarlo a hacer de nuevo. En el camino, el poder legal sobre la historia cambió de manos, se mantuvieron tratativas con directores y actores diversos, y todo fue demorándose hasta que hace dos años finalmente arrancó el rodaje y hace unos meses la estrenaron en Estados Unidos sin demasiado éxito.

La filmación se realizó íntegramente en Canadá, y no en la Antártida, como se dice en el argumento. Más allá de eso, hay en la trama un clima inhóspito y frío (“Otro tipo de desierto”, comenta un veterano del Golfo), una alguacil norteamericana que está pagando una vieja deuda consigo misma, y una serie de asesinatos vinculados a un extraño cargamento en un avión estrellado, que podría ser radiactivo.

Puede agradar a los amantes del cine clase “B” norteamericano, pues tiene la típica atmósfera de esas películas, aunque es un poco confusa.