Terminator Génesis

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Todo el peso sobre los hombres de Arnold
La quinta entrega de esta franquicia vuelve a poner al ex gobernador de California y héroe de la trama en el centro de la escena. Sin embargo, salvo por el actor y algunas escenas de acción desaforadas, el film no logra el nivel de su origen.

Terminator Génesis es el quinto film de la franquicia de Terminator. Los cuatro films anteriores son Terminator (1984) y Terminator 2: el juicio final (1991) dos obras maestras dirigidas por James Cameron; Terminator 3: La rebelión de las máquinas (2003) un film no exento de ciertos méritos dirigido por Jonathan Mostow y Terminator - La salvación (2009) un verdadero bodrio dirigido por McG. En esta entrega se eligió volver a poner a Arnold Schwarzenegger en el centro de la trama, como para que su figura recupere por sí sola el espíritu de los mejores films anteriores. Desde el prólogo la película decide poner su apuesta en ser una continuación de los primeros dos films y trabaja una profunda conexión con ambos. Por momentos parece un homenaje, por momentos una mezcla excesiva. Ese fatídico día de octubre de 1997, la humanidad sufre una debacle nuclear que sólo puede ser evitada con un viaje en el tiempo. En el 2029, John Connor (Jason Clarke), el líder de la resistencia en el futuro envía al sargento Kyle Reese (Jai Courtney) al pasado, a 1984, para proteger a Sarah Connor (Emilia Clarke), madre de John. Pero las cosas se complican y mucho. Las acciones mezclan los eventos de los films anteriores con una trama nueva, multiplicando vueltas de tuercas y sorpresas varias. Arnold Schwarzenegger aparece en más de una faceta, incluyendo una reconstrucción digital de su papel en 1984 que es asombrosa. Pero su rol principal es el de Guardian, un terminator cubierto con piel humana con la capacidad de envejecer, protector de Sarah Connor.
El trío protagónico de Sarah, John y Kyle carece de encanto y hace extrañar a los elencos de los primeros films. El único que tiene el nivel adecuado es, claro, Schwarzenegger. La película lo sabe e intenta en varios momentos apoyarse en él. Pero esta combinación y recreación de los films viejos le complica su identidad como película. Algunas escenas de acción desaforadas –pero no muy originales- le dan junto con Arnold algo de respiración a la película. Pero pasadas las ideas de volver sobre los primeros films, le cuesta muchísimo a Terminator Génesis dar con el tono adecuado. Por momentos se consume en solemnidad, luego se refugia momentáneamente en los grandes momentos de acción espectacular, prueba también el homenaje y la nostalgia para congraciarse con el espectador y finalmente hace agua cuando intenta algunas primitivas formas de emoción. Se anuncian dos films más luego de este renacer. Esperemos que si se llegan a hacer, encuentren algo de identidad y estilo, dos cosas de las que carece esta película. <