Tengo algo que decirles

Crítica de Blanca María Monzón - Leedor.com

Las relaciones en juego

Ferzan Ozpetek nació en Estambul y se radicó en Italia en 1978 para estudiar en la Universidad de Roma. Trabajó un tiempo con Julian Beck y el Living Theatre y pasó al mundo del cine como ayudante del director Maurizio Ponzi. Su primer film fue Hamam, el baño turco (1997) seguido de Harem Suaré (1999) y El hada ignorante (2001), con el que ganó el reconocimiento mundial al conseguir el Premio a las Mejor Película en el Festival de Cine Gay y Lésbico de Nueva York.

Su trabajo da cuenta desde sus inicios, de una preocupación por indagar sobre un sinnúmero de temas, donde se destacan las uniones de hecho, la eutanasia, las convenciones sociales y culturales y fundamentalmente la homosexualidad, común denominador en casi toda su filmografía desde que debutara con "Hamam, el baño turco" en 1997.

Aunque el director asegura no creer "en la palabra homosexualidad, sino sólo en la sexualidad de las personas", uno de los conflictos planteados en esta película entre una pareja del mismo sexo impulsó un encendido debate en Italia acerca de la legalización de la unión civil entre personas, con independencia de su sexualidad.

Tengo algo que decirles aborda dicha temática, pero va mucho más allá. Si bien el film es la historia de Tommaso, el hijo menor de una familia del interior de Italia, quien vive en Roma y viaja a su pueblo con la idea de contarle a su familia la verdad sobre su vida y sus sentimientos. Su hermano mayor escucha previamente su relato, donde le cuenta, que en cambio de ser un administrador es literato, y en cambio de desear dedicarse a la fábrica de pastas de su padre quiere ser escritor y en cambio de gustarle las mujeres está enamorado de un hombre. El inconveniente es que en el momento en que decide plantear su verdad, su hermano de adelanta y le confiesa a su familia su propia verdad.

Esta noticia desestructura a toda la familia y Tommaso debe hacerse cargo de la fábrica. El hecho de que ambos hermanos sean gay es un pretexto para hablar de todo aquello que nos ocurre, (o, que en todo caso le ocurre a todos los integrantes de esta familia) cuando se vive a contramano del propio deseo. El deseo no es algo que pueda correrse de lugar, se puede negar, se puede reprimir, pero siempre inexorablemente se cobra la mayor parte de aquello que solemos llamar “felicidad”.

Con la forma de una comedia, por momentos bufa, por momentos dramática, Ferzan Ozpetek con su habitual maestría, nos muestra el retrato de una familia para hablar de una sociedad pueblerina, alcanzando en algunas escenas, momentos de una particular belleza.

La historia de la “Nonna” es el eje que atraviesa el film, a través de un flash back que la muestra con su amor imposible y representa también la primera sumisión a los mandatos sociales.

Con una excelente actuación de Riccardo Scamarso y Nicole Grimaudo, trabajada en primeros planos con el énfasis puesto en la mirada, el film avanza hacia una historia coral, a la vez que cada personaje nos remite a mostrar algún deseo imposible.

Riccardo Scamarcio encabeza el reparto, convertido en el nuevo galán del cine italiano con títulos como "Tres metros sobre el cielo", "Romanzo Criminale" o "Mi hermano es hijo único". Además, intervienen Ennio Fantastichini y Lunetta Savino (No basta una vida), Nicole Grimaudo (Baarìa), Alessandro Preziosi (El destino de Nunik) y Elena Sofia Ricci (Todos tenemos un ex) entre otros. "Tengo algo que decirles" se llevó 2 David de Donatello y una Mención Especial del Jurado en el Festival de Tribeca.

Tengo algo que decirles es un film absolutamente recomendable, por momentos poético, de pronto hilarante y a veces paródico, que muestra el abanico de posibilidades dentro de las relaciones humanas.