Tadeo, el explorador perdido

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

El Indiana ibérico

Esta propuesta de origen español para todo público y generada a partir del éxito de dos cortometrajes es la carta de presentación del personaje Tadeo Jones: un albañil que de niño soñaba con convertirse en arqueólogo y formar parte de aventuras en busca de tesoros ocultos o misterios ancestrales, pero que se le negaron durante toda su existencia en un trabajo más que rutinario y carente de todo tipo de emociones.

La idea como concepto y producto cinematográfico tiene por objeto ponerse a la par de los grandes Estudios como Disney o Pixar, aunque con menos ambiciones desde la gestación del proyecto y siempre concentrado en la mirada de afuera más que la de preservar una identidad para el adentro.

En esa operación es donde se puede notar por un lado el acierto en la construcción de esta aventura animada en 3D, a la que no le falta acción pero tampoco le sobra nivel, equiparándose con cualquier film ATP que no necesariamente pase por el tamiz Pixar, como así también observar ciertas falencias sobre todo en materia de guión más que en lo referente a la dirección o a los rubros técnicos.

El film de Enrique Gato comete el error de mirarse en un espejo que le queda demasiado grande; se somete de manera constante a una mirada externa con un forzado intento For export que le quita personalidad y lo estanca en un conformismo peligroso. Así, queda desaprovechado el diseño de los lugares en donde se desarrolla la acción como por ejemplo Machu Picchu y se transforma a una interesante leyenda incaica en un mero pretexto narrativo, que para el público infantil debería haber sido tratada con mayor respeto.

Más allá de estas definiciones y apreciaciones particulares, estamos frente a una película que entretiene y cuenta con una sustanciosa galería de personajes secundarios atractivos, bien construidos desde el guión a cargo de Javier Barreira, Gorka Magallón, Ignacio del Moral, Jordi Gasull y Neil Landau, entre quienes se destaca un loro mudo de color rojo que actúa de alivio cómico, junto a un simpático perro, fiel compañero del protagonista Tadeo, quien se verá por azar involucrado en una expedición hacia el Perú ocupando el lugar de un experto en cultura incaica para dar con el tesoro perteneciente a los incas.

Allí, además conocerá a la hija de otro avezado investigador de las culturas precolombinas –mezcla de Cachorra y Lara Croft- a quien deberá salvar de las garras del villano de turno, un hombre con una mano mecánica al que sólo le interesa la arqueología como negocio y también deberá alejarla de la influyente presencia de un explorador mediático con intenciones poco claras.

No obstante, Tadeo, el explorador perdido es un digno intento de animación española destinado al público infantil que a pesar de sus desaciertos seguramente cuente con el apoyo del espectador argentino más pequeño por contar con los ingredientes básicos del entretenimiento: acción, humor y personajes queribles