Sucker Punch: Mundo Surreal

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Las Chicas Superpoderosas

El prolífico y siempre interesante Zack Snyder ha regresado a nuestras carteleras con una de las películas más esperadas de esta primera parte del año, Sucker Punch.

Con la singular puesta en escena que lo caracteriza, este director nos contará la historia de Baby Doll, una muchacha que al sufrir la desoladora pérdida de su madre es internada injustamente por su padrastro en un manicomio para mujeres. Allí la joven comienza a experimentar una simulación que la aparta de su cruda realidad y la sumerje a ella y a sus compañeras en un mundo donde debe luchar contra samurais, nazis y pistoleros robotizados. Vencer en esas luchas "paralelas" será la llave de su escapatoria. En este apartado es donde vale la pena destacar que Snyder es el autor original de la historia, ya que sus anteriores propuestas fueron adaptaciones de comics o libros -300, La Leyenda de los Guardianes y Watchmen- o la remake de El Amanecer de los Muertos que fue su debut en la pantalla grande.

Es complejo encasillar a Sucker Punch por su variedad de tópicos y géneros y creo que es ahí donde se encuentra su mayor virtud. Siempre es interesante encontrar una propuesta arriesgada que no se dejó llevar por presentar un entretenimiento vacio en el cuál no puedan justificarse mínimamente las acciones llevadas adelante por los protagonistas. Aquí Snyder pone en escena momentos de acción, escenas fantásticas y de aventureros, de ciencia ficción y comic, y hasta incluso algunos números musicales que hacen de Sucker Punch un film adictivo e intenso.

Sucker Punch cumple ampliamente con las expectativas que generó, aunque creo que la inverosimilitud de la historia podría influir negativamente en aquellas personas que solo pueden ver en el cine lo que ocurre verdaderamente en la vida.

Los amantes del cine de Snyder -entre los cuáles me incluyo- saldrán más que conformes por la propuesta visual de este film, gracias a que Sucker Punch representa la obra donde este realizador eleva a la máxima expresión esa estética tan característica de su cine.

También encontraremos en Sucker Punch otros rasgos que distinguen la particular filmografía de este realizador: la crítica a los poderes establecidos, el tono de la historia melancólico y esperanzador a la vez, la sensualidad con la que se encuadra a las protagonistas y la utilización cruda de la violencia en los momentos en que es necesario.

Una de las pocas cosas que se le puede achacar a Sucker Punch es el poco dramatismo que crea en algunas escenas previas a las batallas surrealistas, generando por momentos una especie de entretenimiento vacío en las espectaculares secuencias de acción.

Los minutos iniciales de Sucker Punch -al igual que en Watchmen- son brillantes, y en ellos se destaca una singular y excelente versión de Sweet Dreams supervisada por el musicalizador Marius de Vries, que tuvo una labor brillante en la elección y adaptación de las canciones que suenan en el film.

El elenco protagonista integrado por Emily Browning, Abbie Cornish, Jena Malone, Vanessa Hudgens y Jamie Chung, tiene labores desparejas que atentan contra la película en varias ocasiones. Hudgens y Chung llevan adelante actuaciones paupérrimas, mientras que Browning -que aquí es la protagonista- tiene momentos destacables e inexpresivos por igual. En cambio Cornish y Malone son quienes se encargan de dar vida a las escenas más dramáticas de la película con muy buenos resultados.

Por otro lado tenemos a los experimentados Oscar Isaac, Jon Hamm y la terriblemente sensual Carla Gugino completando el elenco, con actuaciones que cumplen a la perfección con lo que el film necesita.

Sucker Punch representa un importante paso adelante en la interesante y destacable filmografía de Zack Snyder.