Splice

Crítica de Martín Oltmann - Ver o no Ver?

Vincenzo Natali se hizo conocido en el cine de ciencia ficción con su primer trabajo estrenado en 1997, "Cube", que se convirtió en un film de culto dentro del género.
En su nueva película, "Splice" (que significa empalmar o vincular), se repite el concepto de "proyecto científico que falla" o "científicos que van más allá de lo permitido" utilizado en films como el clásico "Frankenstein", o de otros más recientes como "The Fly" de Cronenberg o "Species" de Roger Donaldson.
Esta producción de bajo presupuesto, que fue estrenada con éxito en el Festival de Sundance, presenta a dos científicos que deciden combinar el ADN de distintas especies con el de un ser humano para crear un extraño nuevo ser.
El resultado de este experimento es Dren, una mezcla de anfibio y mujer, quien se comunica a través de sonidos (similares a los de un delfín) y sus movimientos se asemejan a los de un pájaro.
Esta pareja de científicos cuida de su nueva creación y la mantiene oculta en su laboratorio.
La temerosa criatura, la cual se desarrolla rápidamente, pronto comienza a volverse agresiva y deciden trasladarla a una granja donde podrán mantenerla fuera de peligro.
La primer parte del film es la más interesante, con la creación de Dren, sus primeros días (sobresale un buen trabajo de efectos) y los conflictos que genera en la pareja protagonista.
Una vez que crece y la trasladan a la granja, se comienza a recorrer el camino ya conocido en este tipo de propuestas.
En un thriller de ciencia ficción se busca crear tensión, suspenso y algún que otro susto, pero cuando el resultado obtenido es el opuesto (te causa gracia), no da una buena señal.
Aquí no existe ningún momento que genere el mínimo suspenso, sino varias escenas ridículas y contradictorias que no hacen más que sacar una sonrisa.
La científica se presenta como una mujer independiente que no quiere tener hijos con su pareja, pero cuando "nace" Dren, despiertan sus instintos maternales y se convierte en una exigente "mamá". Dren tiene un comportamiento incoherente, en un momento juega con muñecas como una niña y en otro, mata y come animales. Pero la más delirante es una escena entre el científico y Dren, que prefiero no adelantar.
El elenco es chico y casi todo se limita a sus tres protagonistas principales.
La actriz canadiense Sarah Polley ("The Secret Life of Words", "My Life without Me") interpreta a la científica Elsa Katz, en la mejor de las tres actuaciones.
Adrien Brody, quien continuará enfrentándose a seres raros en el próximo estreno "Predators", interpreta al científico Clive Nicoli.
Delphine Chanéac es Dren, una creación que mezcla el cuerpo de la actriz con efectos especiales logrando un buen resultado.
Una propuesta olvidable que no aporta nada nuevo al género de ciencia ficción.