Splice

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

La manipulación génetica

Splice es un thriller psicológico de ciencia ficción, con correctas actuaciones de Adrien Brody, Sarah Polley y Delphine Chanéac.

Del director Vincenzo Natali, oriundo de Michigan, aunque vive en Toronto, se conoció hace varios años atrás "El cubo", en el que en un marco escenográfico abstracto, se dedicó a mostrar el comportamiento humano, en un entorno de encierro y cierta claustrofobia.

En "Splice" Natali, que es coguionista, explora los alcances de la manipulación genética y la ética.
Sus protagonistas son una pareja de científicos, un hombre y una mujer, que viven inmersos en un laboratorio, en el que se dedican a crear híbridos monstruosos, para luego experimentar y extraerles ciertos elementos que permitan un avance en la medicina y en el tratamiento del cáncer, el Alzheimer y otras enfermedades terminales.

ADN HUMANO

De unos primeros híbridos horripilantes, que son expuestos ante un amplio auditorio, la pareja se apasiona en llevar adelante una experiencia, en la que ella compromete su propio adn, lo que da como resultado una criatura, que pareciera tener los dos sexos, alas, cuerpo femenino y una cola similar a las criaturas azuladas de "Avatar" de James Cameron.

Con este monstruo con el que comparten sus vidas en secreto, la pareja se dedica a estudiar su evolución, hasta que la criatura se le escapa de las manos, manifiesta comportamientos agresivos y todo parece complicarse.

El resultado es un filme con un suspenso inquietante, en el que se muestran los aspectos más sórdidos de la manipulación genética. Desde este punto de observación, resulta una película muy interesante de ver y observar en lo que podría llegar a derivar la genética, puesta en manos de profesionales que pierden los límites entre la ética, sus conflictos personales y el negocio que esconden los laboratorios.

"Splice" es un thriller psicológico de ciencia ficción, con correctas actuaciones de Adrien Brody, Sarah Polley y Delphine Chanéac.