Splice

Crítica de Juan Campos - Loco x el Cine

El doctor Frankestein también llegó al siglo XXI.

Clive (Adrien Brody) y Elsa (Sarah Polley) son dos científicos que dedicaron su vida al estudio del ADN. Sus trabajos más destacados incluyen la creación de animales híbridos. Pero esto no les alcanza. La victoria tuvo un gusto dulce y quieren dar un paso más y quedar en la historia de la ciencia: en secreto, deciden utilizar ADN humano para la creación de una nueva especie, un nuevo paso en la evolución. El resultado es Dren, una criatura de aspecto extraño, pero bello, que resulta ser más inteligente de lo que esperaban. Este híbrido será la obsesión de Clive y Elsa, quienes comenzarán a jugarse la carrera, el trabajo y hasta la vida por ella.

Splice es una película que data de 2009 y que recien ahora llega a los cines argentinos. Su director es Vicenzo Natali, conocido por Cube, esa excelente película que logró ganarse el mote “de culto” casi al instante que se estrenó. Aquí Natali, con la producción de Guillermo Del Toro, se propone realizar una película que combine tres elementos: una historia de amor, un cuento de ciencia ficción y, si se quiere, un dilema moral, que se plantea desde el lado de los límites de la ciencia y sus posibles consecuencias.

Lamentablemente, y pese a que el planteo de la película es bueno, Splice peca de aburrida, y sus escasos 104 minutos se convierten en una eternidad que da vueltas sobre un mismo eje y que a lo largo de la historia se vuelve más y más predecible. Tal vez las historias de científicos locos hayan agotado, o tal vez Natali no logró comunicar bien susintenciones. De todas formas, el trío protagónico formado por Adrien Brody, Sarah Polley y Delphine Chanéac (que interpreta a Dren) realiza un excelente trabajo que brinda credibilidad a esa situación, hasta el momento, imposible. Y es que el afecto que los dos científicos le dan a su creación, el amor que va mutando (a medida que muta Dren) es el verdadero protagonista de la película.

En definitiva, Splice no es exactamente el mejor trabajo de Natali, y mucho menos el mejor estreno de esta semana. Pero ojo, que si son muy fanáticos de la ciencia ficción, tal vez disfruten esas reminicencias Cronembergianas que destila la película.