Splice

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Al nivel de clásicos de Cronenberg

Una pareja de científicos brillantes juntan ADN de varios animales y crean un nuevo tipo de ser vivo, una cosa amorfa con algo de oruga y foca, diseñada especialmente para las necesidades de la industria ganadera. Para la pareja genial, el siguiente paso lógico sería hacer algo parecido pero agregando ADN humano, lo que serviría para solucionar todo tipo de problemas de salud, empezando por los trasplantes de órganos.

Cuando la firma para la que trabajan les explica que cualquier idea en esa direccion no sería viable comercialmente, dados los esperables conflictos sociales, el dúo de genios decide que lo van a intentar a espaldas de sus jefes, sólo para saber, aunque sea en teoría, si pueden crear el embrión de un ser artificial levemente humanoide..

Obvio, una vez comprobada su tesis, no pueden detenerse, pasan a la práctica, y de golpe están llevando a cabo delirios que jamás se les hubiera ocurrido a Lord Byron y Mary Shelley.

La película empieza con un tono amable, sentido del humor y situaciones y personajes creíbles. ajenos a los lugares comunes del género (en este sentido, las interpretaciones de Adrien Brody, Sarah Polley y la mutante Delphine Chaneac resultan fundamentales).

Más allá de las imágenes extrañas y las premisas insensatas, el asunto está planteado de manera aceptable, e incluso divertido, algo así como un romance entre científicos buena onda. Y aun cuando el espectador salte de su butaca con los pelos de punta ante escenas brillantemente pavorosas salidas de la peor pesadilla, la historia de amor nunca pasará a un segundo plano.

Todo parece salido de algún libro de ciencia ficción de vanguardia como los de Philip Jose Farmer, experto en relaciones sexuales del tercer tipo, que de todos modos nunca acuñó nociones tremendas como el incesto con clones mutantes. Esta película es una rareza, una de esas que nunca jamás aparecen en algún zapping en el cable. ¿O acaso alguna vez alguien encontró «Rabia» o «Cromosoma 9» del David Cronenberg pre Hollywood haciendo zapping? Mencionar a Cronenberg no está de más: «Splice» se merece la comparación, ya que igual que varios de sus clásicos, está producida con el apoyo de organismos oficiales del gobierno canadiense, entes indispensables si se quiere repensar un género. La participación como productor de Guillermo del Toro también debe haber sido importante para concretar algo tan inusual como este film.