Spider-Man: de regreso a casa

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Ahora de la mano de Marvel Studios, la quinta película del Hombre Araña, segundo reboot de la saga, presenta, como era de esperarse, un personaje mucho más adolescente sumergido en una historia con ribetes que intentan evitar encarar directamente al género.
Luego de presentarlo en el tanque de 2016, Capital América Civil War, este “nuevo” Spiderman obtiene su película propia en la que, si bien no nos cuentan nuevamente sus orígenes, se enfocan en mostrarnos el después de aquella intervención y los primeros pasos del personaje en su lucha contra el crimen.
Sí, De Regreso a Casa será otro peldaño más de esa historia global hasta llegar al próximo film de los Avengers; y ese contexto afectará por completo a la película. Será necesario haber visto CW para entrar en el clima de este film. Peter Parker (Tom Holland) filma una película casera en un auto mientras se dirige al encuentro con Tony Stark (Robert Downey Jr.); esa será la escena presentación del personaje.
En efecto, el adolescente de 14 años se encuentra en plena preparación para transformarse, o no en uno de los Avengers; mientras que, para sus conocidos, se encuentra cumpliendo con una beca como interno en las Industrias Stark.
De eso trata el film de Jon Watts, un adolescente que se debate entre su vida como tal, mayormente enfocada en el ámbito escolar, y la preparación como superhéroe. Peter tiene un amigo gordo e inocente; un interés romántico cándido y más popular que él; obligaciones escolares; una tía que se preocupa por él, pero no lo suficiente como para darse cuenta de su secreto; y un grupito variopinto de jóvenes que lo rodean y que cada uno representa un ícono de la adolescencia distinto.
De Regreso a casa podría ser un film de John Huges, o una de sus imitaciones; pero si no llega a serlo no es tanto por su inscripción al área de los superhéroes, como por su chatura a la hora de imprimirle carisma a ese mundo. Ya es sabido que las películas que llevan el sello de Marvel suelen hacer anclaje en otros géneros para hablar de los superhéroes; casi siempre la comedia. Esta vez no será la excepción. Este Spiderman será el más cómico de todos, que no tan seguro el más gracioso.
Sus líneas de diálogo tienen, la gran mayoría, un sentido de comicidad, moderna, ágil, con referencias a la cultura pop, y guiños permanentes; lo usual, lo mismo de siempre. Sin embargo, aquí el contexto podría haber sido bien utilizado para otorgar buenos matices de comicidad sin que queden fuera de lugar como otras veces.
Y ahí está la historia intentando homenajear un estilo, pero no acercándose a él. Esta Spiderman pudo funcionar a modo de un Teen Wolf (la película, no la serie de MTV); pero falta carisma, chispa, conexión entre el chico y la chica, y esa vibra que nos hacía sentir que aunque el argumento era torpe la identificación era inmediata porque sabían de lo que hablaban. Robert Downey Jr. Y su Stark/Iron man, nunca terminan de encajar bien, haciendo su típico show aparte.
Jon Favreu como el empleado de Tony, Happy, corre con bastante mejor suerte. Marisa Tomei es puro talento, y aunque su personaje de Tía May sea de trazos gruesos, ella lo interpreta a pura solvencia actoral. Holland no es un mal Peter Parker para lo que pide esta propuesta en la que encontraremos poco de lo que conocimos en las anteriores películas. Es un adolescente atribulado, ya lejos de ser nerd, digno protagonista de una teen movie. Pero hasta ahora no hablamos del superhéroe en sí.
Hay un grupo de malechores comandados por un villano, Adrian alias Volture (Michael Keaton); y esto ya parece repetitivo, pero otra vez hay problemas en su composición. Básicamente son un grupo de contrabandistas que de casualidad se topan con un armamento muy pesado (Ver Avengers 1) que manipularan para hacer más armas y venderlas en el mercado negro. Para ser el único villano de una película de superhéroes, es reamente poco. Se entiende que quisieron demostrar que este Spiderman combate al crimen callejero, pero además su participación es escasa.
O sea, estamos frente a otro film de superhéroes que teme serlo. A esto habrá que sumare algunas líneas de remarcado patriotismo, no tan visible en entrega anteriores, que sobrevuela de manera bastante impuesta. De duración innecesarimente algo extensa y con algunos baches que no terminan de cerrar muy bien.
En el general, Spiderman: De Regreso a Casa, es un film correcto, entretenido, cumplidor para los que simplemente busquen algo pochoclero. También es un producto indefinido, sin el alma para ser una gran película coming of age que reposicione a un buen lugar a ese estilo que hizo grande al cine de los ’80; ni la presencia heroíca como para hablar de un gran film de aventuras. A medio de todo, este Spiderman cumple sin sobrarle nada y dejando ese gustito a que pudo ser más rico.