¿Sólo amigos?

Crítica de Natalia Trzenko - La Nación

Comedia romántica tras los pasos de Harry y Sally

Si esta película no se empeñara tanto en intentar acercarse de todas las maneras posibles a la decana de las "comedias románticas de amigos", la decepción que produce tal vez pasaría más inadvertida. Después de todo, a pesar de buscar hacernos pensar todo el tiempo en Cuando Harry conoció a Sally, la historia de Wallace y Chandry tiene bastante encanto por sí misma. Él, un estudiante de medicina con el corazón roto y una actitud más que cínica sobre el amor, la conoce a ella, una tierna animadora con la que enseguida congenia lo suficiente como para dejar de lado la amargura que lo acompaña desde que su antigua novia lo engañó. El problema, claro, es que Chandry tiene un novio del que está enamorada y su interés en Wallace es meramente platónico. Así se plantea el dilema: ¿es posible, o incluso aconsejable, llevar adelante una amistad sobre esas bases? La respuesta no importa tanto como el desarrollo del relato, en el que Wallace y Chandry empiezan a pasar mucho tiempo juntos y las líneas divisorias empiezan a ser cada vez más borrosas, al menos para él.

Con más de un guiño tomado de (la mucho más interesante) 500 días con ella, ¿Sólo amigos? se despega del montón de películas románticas que no consiguen dar con la elusiva fórmula del éxito gracias a su elenco. Daniel Radcliffe le aporta a Wallace toda la energía nerviosa y la sensibilidad que el personaje requiere, mientras que Zoe Kazan logra contener el exceso de dulzura de Chandry. Aunque el que se roba cada escena es Adam Driver, como el siempre necesario mejor amigo del protagonista.