Soledad

Crítica de Diego Brodersen - Rolling Stone Argentina

Inevitablemente, para una parte de la prensa será "la película de la hija de Macri y la hija de Spinetta". Pero más allá de ese mote automático Soledad tiene en oferta otros nombres de fuste. Basada libremente en el libro Amor y anarquía, de Martín Caparrós, el film narra en términos estrictamente ficcionales la historia real de María Soledad Rosas, una joven argentina de clase media que, a fines de los años 90, devino anarquista y okupa profesional durante unas vacaciones europeas con destino final en Turín.

Hablada en gran medida, como corresponde, en idioma italiano,Soledad se apoya en una estructura narrativa clásica: descubrimiento, apasionamiento, dubitación, dolor y entrega. Luego del suicidio de la joven durante un arresto domiciliario, el caso real se transformó en escándalo: los fiscales y jueces condenaron a tres jóvenes, entre ellos a Rosas, por atentados terroristas con los cuales nada tenían que ver. El guion de Macri y Paolo Logli utiliza ese dato de la realidad para transfigurar a la protagonista en personaje de película, más grande que la vida.

Más allá de algunos derrapes en la cadencia y armonía del relato y de los excesos dramáticos de los últimos tramos, Soledad logra transmitir algo del idealismo/romanticismo propio de ciertas edades y su choque frontal con las estructuras de un mundo que se niega enfáticamente a cambiar. En su primer papel protagónico, Vera Spinetta interpreta a la heroína con apropiada intensidad y su cabeza rapada la enlaza con otros famosos calvarios de la historia del cine.