Sip'ohi - El lugar del manduré

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

La comunidad wichi está casi en vías de extinción; sobreviviendo en el Impenetrable chaqueño. Gustavo Salvatierra es una de esas personas que partió a la gran ciudad, pero que, agobiado, decide volver a Sip'Ohi, su lugar de origen, donde emprenderá la tarea de recopilar los relatos orales de su pueblo, junto a Félix, uno de sus amigos, que oficiará de acompañante. Transmitidos de generación en generación, esos cuentos casi fantásticos expresan el modo en que los wichis comprenden la naturaleza que los rodea y el movimiento de la vida, y hasta expresan un particular sentido del humor.

El documental está hablado en legua wichi con subtítulos en español. El director Sebastián Lingiardi se internó con su cámara en ese espacio chaqueño cubierto de salvaje vegetación, siguiendo a Gustavo por los caminos que transita en su afán de escuchar esos relatos orales que conforman el centro del film. Así, y aunque por momentos el film cae en cierta monotonía, esa serie de leyendas sirve para iluminar una manera sorprendente de sentir y ver la vida y la naturaleza, desde una mirada que tiene tanto de cercana como de lejana. Una música de tenues sonidos y una fotografía que, casi como una protagonista más, recorre los más recónditos lugares de la naturaleza, hacen de este film un sincero modo de escudriñar la existencia más honda de una raza que vive a través de sus parcas palabras, de sus pequeños gestos y de esa humildad que nació en sus ancestros y prosigue hasta hoy, en medio del silencio y de la humildad.