Sin escape

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Vértigo criminal y deportivo (?)

Había oído hablar de esta película cuando se estrenó en el festival de Berlin, el año pasado. La prensa internacional le auguró una interesante carrera global y la destacó, no sólo por su interesante tema (es una biopic), sino por la precisión y espectacularidad de sus escenas de persecución. Antes de entrar al cine me dije..."no van a superar lo que Hollywood hace de memoria y bien"... Pero si, esta coproducción austríaca-alemana hace gala de un tratamiento visual destacado y tiene el plus de traer una historia basada en hechos reales que en su tiempo fue noticia en los grandes medios. "El ladrón" es la biografía de un atleta austríaco de los ochenta (Johann Rettenberger) que tenía una peligrosa compulsión delictiva (asaltar bancos, principalmente) y una doble vida donde amaba competir en maratones y vivir a alta velocidad. Su personalidad llamó la atención del periodista Martin Prinz quien escribió un best seller en el que está basada esta cinta. Rettenberger era un hombre tan particular que incluso alguno de sus records no han podido ser sido batidos por otros deportistas años después (carrera en los alpes austríacos, por ejemplo). Esa dualidad parecía un fecundo campo para abordar y en ese sentido trabajaron juntos el director Benjamin Heisenberg y el autor del libro para lograr una adaptación que haga justicia al personaje. El resultado es interesante, aunque no completo. Lograron un thriller veloz y llamativo aunque no lograron descubrir el velo que se oculta los relieves de tamaño hombre...

"Der Räuber" es puro ritmo. La historia presenta a Johann (Andreas Lust), quien luego de cumplir una condena de seis años, se prepara a salir al mundo. Lo vemos entrenar y parece alienado. Sus ojos, inexpresivos, están fijos en la nada, no es un sujeto común. Cuando sale, inicia una carrera criminal sin freno. Algo le pasa que no puede controlar esa pulsión. Desde el minuto cero de la cinta, Johann corre. Corre en la prisión (de donde está a punto de salir de su condena), corre en maratones, corre para robar autos, corre de la policía escapándose tras sus robos (tres cuartas partes de la película por lo menos... Corre. Johann corre.. Su vida está atravesada por esa necesidad. En realidad, el disfruta que lo persigan, no le importa el dinero ni la fama, su psiquis está distorsionada y sólo lo satisface la adrenalina que recorre su cuerpo cuando comete ilícitos.

Johann retomará una carrera criminal exitosa. Usará una máscara y un arma y se lanzará a robar bancos y autos. Claro, en el medio, competirá en una maratón y será la revelación de la misma, venciendo a prestigiosos corredores en un raid imperdible. Y con la misma velocidad, se enredará físicamente (no alcanzo a definir a esa relación como "amorosa") con una trabajadora social, Erika (Franziska Weisz), quien no casualmente caerá rendida a sus pies. Pero Johann no puede involucrarse emocionalmente con algo que no sea escapar. Su recorrido final es previsible (matará y lo que parecía una enfermedad mal tratada definirá su destino) pero no deja de llamar a reflexión algunos cuestionamientos:¿ él roba por vocación o por compulsión? ¿Es un ladrón que corre, o es un corredor que roba?. ¿Las dos cosas?. No me queda claro y ese es el aspecto más flaco del film, la profundidad lograda por el actor principal.

El relato es gráfico aunque austero en palabras. La máscara del protagonista se mantiene incluso cuando no la usa: Johann parece inexpresivo y lejano. Es un ser frío y esa cualidad lo hace impenetrable. Desde ese punto de vista, creo que Lust muestra buen lenguaje corporal para subrayar la condición física del sujeto pero pocos recursos para que conozcamos sus motivaciones intrínsecas. No es que como espectador quiero todo resuelto, pero si me parece que siendo un hombre tan singular, es difícil permanecer largas secuencias esperando elementos que nos permitan armar el rompecabezas de sus inquietudes, sueños y esperanzas. No se hacen presente. Su psiquis es una incógnita y creo que hubiese sido un acierto, lograr una composición que sea más abierta al público en general. Tengo que decir que me quedaron ganas de saber más sobre su mente, mucho más de lo que pude percibir en la trama. Es una cuestión de preferencias, quizás eso me pasa por ser un espectador latino. Quien sabe.

Lo cierto es "El ladrón" es una muy buen thriller centroeuropeo. Tiene valores que ameritan descubrirlo. Leí que estaba en rodaje la versión Hollywoodense para dentro de un tiempito. Si no tienen tiempo para verla, en unos meses estará la versión mainstream americana, aunque siempre hay que preferir la original...