Secretos ocultos

Crítica de Ricardo Ottone - Subjetiva

“Secretos ocultos”, de Sergio G. Sánchez
Por Ricardo Ottone

El terror es un género de larga tradición en España y también un producto de exportación. Tanto es así que muchos de los films son producidos claramente apuntando al mercado internacional, a veces en inglés y con actores anglosajones. Es el caso de Secretos ocultos, film de producción española, filmado en Asturias y Cataluña pero ambientado en Estados Unidos (lo cual no constituye ninguna novedad para el fantástico europeo). Su título original, El secreto de Marrowbone, no necesitaba traducción pero a alguien se le ocurrió que era mejor rebautizarlo aquí como Secretos ocultos (de la redundancia mejor no hablar). En la misma línea, su elenco protagónico está compuesto por jóvenes valores del fantástico angloparlante como George MacKay (la miniserie 11.23.63), Mia Goth (La cura siniestra), Charlie Heaton (Stranger Things) y sobre todo Anya Taylor-Joy (La bruja, Fragmentado, Morgan).

Una madre y sus cuatro hijos llegan (vuelven) a Estados Unidos desde Europa a la casa de la infancia tratando rehacer su vida y huir de la estela que tiene que ver con el pasado turbio del padre del que en principio sabemos muy poco. La madre enferma y muere al poco tiempo dejando a los hijos huérfanos con la promesa de mantenerse juntos. Para lograr ese cometido deberán vivir aislados en un enorme caserón alejado con la sola complicidad de la bibliotecaria del pueblo cercano (Taylor-Joy). Está situación deberá prolongarse hasta que el mayor (MacKay) cumpla 21 años y pueda hacerse cargo de sus hermanos y evitar así ser separados. Tendrán que hacer frente tanto a las intromisiones del afuera como a una presencia siniestra que acecha en la casa.

Sergio G. Sánchez cuenta con un currículum como escritor donde se destaca el guión de El orfanato (2007), una de las películas más relevantes del cine de terror español de los últimos años. Aquel film fue dirigido por Juan Antonio Bayona, quien en los créditos de Secretos ocultos figura como productor ejecutivo y se advierte cierta influencia en este debut en el largometraje de Sánchez (debut a medias, porque ya dirigió el telefilm Las manos del pianista de 2008), algo hay de su impronta, de su estilo y sus atmósferas. Pero más allá de las influencias, como director Sánchez demuestra una visión y un manejo de los recursos cinematográficos, de la puesta en escena y del suspenso que no hacen pensar en un director debutante. Es paradójico, sin embargo, que no manifieste aquí la misma solvencia en el guión que es también de su autoría.

Se trata de una mezcla de drama familiar con suspenso y terror, a la vez una historia de crecimiento y toques de melodrama. Es además un film de época que nos avisan que transcurre en 1969 pero salvo por un cuadro de Nixon y un tema de los Beach Boys uno podría creer que está ambientada veinte años antes, algo a lo que puede contribuir su locación rural. Y si de géneros y subgéneros se trata, lo más evidente es cierta adscripción al de casa embrujada o maldita (el famoso Bad Place) donde pasaron cosas terribles en el pasado que repercuten en el presente. Pero aunque apele a ciertos recursos de este tipo de films tampoco se adentra allí del todo.

Los dos primeros tercios de película se siguen con interés por lo que va a pasar, uno se preocupa por los personajes, hay climas logrados y atmósferas sutiles. La trama avanza lentamente pero de manera firme. Sánchez va construyendo pacientemente una sensación de inquietud y de inminencia de un peligro que es impreciso, que a veces no se alcanza a entender bien de qué se trata, pero siempre presente, algo que no se define y podría ser del orden de lo sobrenatural o de la sugestión.

El problema reside en la resolución, en la elección agotadora de los giros y vueltas de tuerca rebuscadas que le exigen al espectador demasiada credibilidad e indulgencia. Secretos ocultos es un film ambicioso no necesariamente en el mejor sentido y su mezcla de géneros prometedora al principio no termina de cerrar de manera convincente enredándose en tramas y temporalidades y tratando de manera tramposa, como a veces sucede en estos casos, de pasarse un poco de piola sin que la cuerda le dé para tanto.

Queda una sensación algo decepcionante en parte porque la propuesta hacía suponer un desarrollo más sólido y también por la puesta en escena de Sánchez y un elenco que consigue ser creíble aún cuando los giros de la trama no lo son tanto. Quedará para más adelante la posibilidad de que Sánchez pueda desplegar el talento que ya demostró en ambos rubros pero en un mismo film.

SECRETOS OCULTOS
El secreto de Marrowbone. España. 2017
Dirección: Sergio G. Sánchez. Intérpretes: George MacKay, Mia Goth, Charlie Heaton, Anya Taylor-Joy, Matthew Stagg, Kyle Soller, Nicola Harrison, Tom Fisher. Guión: Sergio G. Sánchez. Fotografía: Xavi Giménez. Música: Fernando Velázquez. Edición: Elena Ruiz. Dirección de Arte: Jaime Anduiza. Producción: Belén Atienza, Álvaro Augustín, Ghislain Barrois. Producción Ejecutiva: Juan Antonio Bayona, Sandra Hermida, Paloma Molina. Diseño de Producción: Patrick Salvador. Distribuye: Digicine. Duración 110 minutos.