Secreto a voces

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Distintas ONG aseguran que hay alrededor de tres millones de personas afectadas por la apropiación y el tráfico de bebés en la Argentina. La problemática ha atravesado un amplio arco temporal y está lejos de solucionarse, tal como demuestra el documental Secreto a voces.

El film de Misael Bustos indaga en cuatro historias –cada una ocupa un bloque del relato- de personas apropiadas durante sus primeros minutos de vida, todas ocurridas antes de la dictadura militar y en la zona de González Catán, con metodologías similares y entre mentiras y ocultamientos a las familias que aún esperan una respuesta desde el Estado sobre los paraderos (los hospitales aseguran una y otra vez que los archivos se perdieron).

No hay demasiado riesgo en las búsquedas de Secreto a voces. Honesto, sencillo, directo, emotivo y respetuoso del dolor ajeno, el film de Bustos evita los golpes bajos priorizando a quienes comparten su historia personal con la máxima voluntad de visibilizar el problema, difundiendo de paso el trabajo de las diversas entidades especializadas en guiar a quienes dudan de su identidad.