Salud rural

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

Oficios difíciles (o al menos, delicados) son los que tienen que ver con la medicina. Y más específicamente, ejercer la medicina lejos de las grandes ciudades.

Este documental sigue a Arturo, un médico que atiende a los habitantes de un pueblo de la provincia de Santa Fe, donde las casas están alejadas entre sí y los tractores recorren el paisaje campestre. Le toca atender tanto a niños como ancianos, a enfermos terminales y a embarazadas. En tanto, podremos conocer su vida íntima, su familia y su lucha constante, lo que permite acercarnos a su preocupación por ayudar a los lugareños.

El director Darío Doria se vale del uso de planos fijos, en blanco y negro, para capturar momentos duros, reales, muchas veces perturbadores y dolorosos, pero también tiernos y hasta simpáticos, principalmente cuando Arturo -un hombre de buen carácter, pero firme a la hora de dar un diagnóstico- interactúa con sus pacientes.

En su intención por registrar al médico en su trabajo, algunas imágenes incluyen momentos que pueden provocar incomodidad, pero no es algo gratuito ni pretende caer en golpes bajos: continúa respondiendo a la preocupación de Doria por ser honesto con lo que muestra.

Salud Rural presenta a un verdadero guerrero de la vida cotidiana, dispuesto a pelear batallas cada día para ayudar a los demás allí donde la urbe parece muy lejana.