Reto de valientes

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Si vos ves el afiche, seguramente crees que “Reto de valientes” es una película de acción, o un thriller policial. No hay referencias a nada que te indique que, en realidad, “Corageous”, es más bien un film de difusión religiosa, producido por una Iglesia Bautista con base en Sherwood, Estados Unidos.

Hace tiempo (2002 para ser exactos), un grupo de pastores comandados por Alex Kendrick acunaron la idea de hacer cine con temáticas que hablaran de la fe de su ministerio y para eso se dispusieron a recolectar fondos (donaciones) de particulares para tal fin. Con unos cuantos miles de dólares nació Sherwood Pictures, empresa cinematográfica pionera en su tipo.
La misma tiene un catálogo de sólo 4 films (los 2 primeros filmados en digital) pero sus ventas de entradas y DVD es asombrosa. Bueno, no tanto si pensamos que la población de USA es de alrededor de 265 millones de personas y las comunidades evangélicas y cristianas tienen una gran cantidad de adeptos. Es cierto que cuando “Corageous” debutó en salas (a la industria le importan los números fríos, así que no tuvo reparos para su distribución), logró un respetable número de espectadores (fines de setiembre), en su mayoría público convocado por las entidades que promovían el film. Esta cinta costó 2 millones de dólares y según Box Office Mojo lleva recaudados más de 30 a la fecha.
¿Es un fenómeno cinematográfico? Desde los números, sí. También hay que reconocerle que explora un mercado poco tradicional (el religioso) en el cine y que utiliza a sus seguidores para ofrecerles su mensaje, en otro formato, que suma a los ya conocidos. Ahora bien, en términos estrictamente cinematográficos, ¿es buen cine?. No, para nada. No aún. Sus realizadores son muy jóvenes y sus guiones son demasiado lineales y guardan similitudes con las prédicas pastorales, les resta todavía un buen trecho para lograr un equilibrio entre esos dos mundos...
Es cine (al menos hoy) de propaganda y debe ser tratado como tal, asi es que si no congenias con el espíritu de quienes pensaron y llevaron adelante “Reto de valientes”, sería bueno que evalúes si vale la pena pasar por la experiencia o no.
La historia es la de cuatro padres, oficiales de la ley, que tienen diferentes problemas con sus familias. La exigencia del trabajo policíaco es mucha y los peligros de la incomunicación se ciernen sobre lo vincular peligrosamente. Estos amigos aman a sus familias, pero tienen relaciones en las que hay mucho ruido interno y desconocimiento. El relato se hace fuerte a partir de la historia de Adam (Alex Kendrick, guionista y director además del film), quien tiene dos hijos y pierde uno a manos de un automovilista alcoholizado. Sus compañeros de ruta, Nathan Hayes (Ken Bevel), Shane Fuller (Kevin Downes), y el novato David Thomson (Ben Davies) también tienen dificultades, se puede decir que cada uno carga con su cruz. Ante la adversidad que los cuatro viven, Adam, luego de estudiar cuidadosamente la Biblia, decide juntarlos y proponerles hacer un juramento para ser mejores padres y llevar adelante sus familias. A partir de allí, estos hombres irán tratando de reestablecer su confianza y relacionarse mejor con sus seres queridos, tarea no tan sencilla como parece.
Completa el cuadro, una investigación sobre drogas y algunos enfrentamientos con criminales que dan marco al trabajo policíaco que ellos realizan.
No puedo decirles mucho más, porque creo que no es una película para el gran público, en el sentido común de los estrenos que tenemos siempre en cartelera. Es un film religioso de punta a punta.
Extraña sí (me lo repito todo el tiempo), su llegada a salas tradicionales. Tendrá repercusión? Se que hay muchos fieles de diversas iglesias que podrían llegar a verla pero… justifica un estreno comercial en nuestro contexto actual? Veremos que dice Ultracine cuando promedie la semana.