Renfield: asistente de vampiro

Crítica de Roger Koza - Con los ojos abiertos

No lo es la secuencia de los créditos finales, que reenvía las distintas poses de Cage frente a cámara a la iconografía del siglo XX erigida en celuloide. Laborioso ejercicio de nostalgia que dice algo más de una película que no pretende absolutamente nada y que por ese solo motivo merece atención y respeto.