Refugiado

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Pesadillas reales contadas a ritmo de película policial

Un niño juega bastante solo en medio de un cumpleaños infantil. Sólo ese niño queda después esperando que lo pasen a buscar. Cuando alguien lo lleve a casa, empezará a descubrir otras formas de la soledad. Todavía muy chico, le toca ser compañero de la madre en una aventura peligrosa: la huida del hogar. Por ahí no sabe cómo acompañarla, le cuesta la idea de abandonarlo todo, juguetes, escuela, grupo de fútbol, papá. Que a él nunca le pegó.

A ella también le cuesta desprenderse de su hombre, por más que a veces él le deje el ojo en compota. Prácticamente ni lo vemos, pero lo percibimos como una amenaza constante, pisándoles los talones, y sabemos que puede encontrarlos. O que alguien puede pisar el palito. Aunque tres asistentas sociales la arrinconen para que diga lo que quieren oír, ella no va a decirle después "sos un enfermo", sino "estás enfermo". Todo esto, y otras cosas de similar importancia, muestra "Refugiado", y lo hace mediante situaciones propias de la realidad, contadas a ritmo de película policial, sin caer en exhibición de golpes y gritos, y sin que nadie detenga la acción para dictaminar sobre "violencia de género". Lo que vemos es más que suficiente para comprender lo que muchas veces pasa en la vida real, y, sobre todo, lo que pasa por la cabeza de una mujer confundida y por la cabeza de un chico empujado a la intemperie.

Hay una escena de excelente, insoportable suspenso. Hay otra, rumbo al final, que nos permite respirar un poco. Y siempre hay un celular, una puerta, que pueden descubrir quién sabe qué mala sorpresa. El director Diego Lerman hace un trabajo excelente, respaldado por una investigación previa en refugios de mujeres golpeadas y mesas de asistentes. A subrayar, las composiciones de Julieta Díaz, el niño Sebastián Molinaro, Marta Lubos, la nena Valentina García Guerrero, aporte colombiano, la coguionista María Meira (la misma de la comedia "El karma de Carmen"), las locaciones en Lugano, Conurbano y Delta, y el director de fotografía Wojciech Staron, aporte polaco. Que, dicho sea de paso, es también autor de "La lección argentina", delicioso documental sobre las andanzas del hijo de una maestra de la selva misionera. Otra forma de vivir la infancia.