Re loca

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Del éxito chileno "Sin filtro", de Nicolás López, con Paz Bascuñán, inmediatamente se hicieron cuatro remakes: "Sin rodeos", con Maribel Verdú, España (acá estrenada como "Sin filtros", y sin pena ni gloria); "Una mujer sin filtro", con Fernanda Castillo, México; "Sin pepitas en la lengua", con Ash Olivera, Panamá, y "Re loca". Y se prepara "No Filter", con Eva Longoria, EE.UU. De todas las ya hechas, inclusive la original, la nuestra es la mejor. No por nuestra, sino porque potencia la propuesta original, la vigoriza, la enriquece, cambia para mejor algunos personajes, y el desenlace, y, lujo absoluto, Natalia Oreiro está deliciosamente desatada, y tan linda con sus primeras arruguitas en primer plano sin ningún problema.

La historia es ganchera: una joven señora bien educada sufre viendo cómo todos la pasan por encima, o la ignoran, hasta que toma un misterioso mejunje, como decían antes, deja de reprimirse y se hace oír. El público, sobre todo el femenino, disfruta con catártico alborozo cada escena (¿quién no quisiera cantarle las 40 a más de uno?), y se preocupa cuando ella lastima a quien no debe. Por ahí va una de las moralejas, referida al autocontrol y el respeto al prójimo, aunque no siempre nos gusten sus decisiones.

Muy buena diversión, elenco y equipo harto elogiables, y un nombre para tener en cuenta: Martino Zaidelis, surgido de la factoría Campanella y aquí director debutante, coguionista, coeditor y coproductor ejecutivo. Una garantía.