Rápidos y furiosos 5

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Furioso retorno de la franquicia en territorio carioca

La primera "Fast & Furious" sorprendió. Era una película chiquita pero decente, una buena idea llevada a la práctica con un presupuesto medido pero interesante donde veíamos a una banda de ladrones pilotos que eran capaces de hacer arriesgadas maniobras para llegar a cumplir sus arriesgadas misiones. Lo bueno de aquel inicio era el universo que mostraba, ese escenario de carreras nocturnas, autos preparados con nitro, maniobras increíbles... Allí nacieron a la fama, Vin Diesel y Paul Walker... Como funcionó, se hizo una segunda, de menor valía y la saga pareció extinguirse con la tercera: "Reto en Tokio". Esta en particular, está contada en el futuro, porque es una línea paralela del guión general y extrañamente, es posterior en términos temporales, a la cuarta y a esta quinta parte. Importa? Poco. No esperamos de "Fast five" nada más que lo que ella ofrece: veloces persecusiones, cuerpos musculosos, escenas de acción urbana de diversa índole y adoración por los autos. Bueno, si esa es la línea, esta es la mejor.

Contando con todo el presupuesto y después de haber enderezado la saga en la última entrega, en esta se ponen a disposición de la historia, actores más taquilleros (The Rock está presente y encabeza), los originales personajes de todas las versiones anteriores (Han, por ejemplo de la ambientada en Oriente) y villanos de jerarquía (Joaquín de Almeida se encarga de ponerle la piel al enemigo de todos). A eso sumarle gran cantidad de carreras y persecusiones, muchas explosiones y un estilo que se asemeja, de alguna manera, a "Ocean Eleven". Ustedes me dirán: Cómo??? Sí, es la historia de una venganza. Y para concretarla, el equipo comandado por nuestros viejos conocidos deberá hacer un trabajo imposible para conseguirla. O sea que el guión se enriquece con un planteo más amplio donde se permite jugar con otros elementos, más interesantes y novedosos. Uno de ellos es sin dudas la ciudad de Río. Hay muchas tomas panormámicas, batallas en las favelas, corridas en los morros y picadas en sus calles. Es también, la más larga y la más violenta de la saga: hay mucho para ofrecer y Justin Lin, su director, quiere que salgan del cine absolutamente satisfechos con la franquicia.

Y lo logra.

No es que "Fast five" sea una gran película. Para nada. Pero su objetivo es claro, entrener con armas nobles y garantizar espectáculo. Y a decir verdad, la cinta no da respiro desde el minuto 1.

Retomamos la historia justo donde la dejamos, Don (Diesel) está condenado a prisión perpetua y enviado a una cárcel de máxima seguridad pero... como ya recordabamos, no llegará a la misma. Brian (Walker) y Mia (Jordana Brewster) atacarán el convoy y lo liberarán en una acción rápida y afortunada. Como la policía los sigue, la banda decide escapar a Rio donde tendrá que hacer una serie de trabajos para conseguir el dinero para desaparecer. En el primero que realizan, un asalto al tren para robar unos autos, descubrirán que son traicionados y querrán saber el porqué. Un jefe mafioso los condenará a muerte porque han robado algo suyo y el grupo tendrá que dar un golpe para equilibrar la situación. Encima, desde Estados Unidos llega Hobbs (Dwayne Johnson, como ya sabemos "The Rock"), oficial especializado en delicuentes de este tipo, dispuesto a poner a Toretto y sus amigos entre rejas. Y no podemos anticipar más. Hay mucho bueno para ver y el film, a pesar de no tener una gran estructura lógica-narrativa, logra mantener el interés y da los suficientes golpes de efecto necesarios para que la acción no decaiga un segundo.

Críticas, podemos hacerle muchas (la manera en que caracteriza a los hermanos brasileños, el problema temporal que hace que un piloto que muere en la tercera entrega esté en la quinta, la exageración de los combates urbanos y la facilidad con que Don y Brian logran escapar siempre, etc, etc) pero... vamos al cine a ver espectáculo. Y "Fast five" nos lo ofrece. Ya sabemos también que habrá sexta parte y está bien. Se la ganaron en buena ley.

Cine de acción, veloz y adictivo. Buena opción para los amantes de este género.